Gespräche in der Dämmerung 00614
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / C. El espíritu seguro de sí mismo. La moralidad [C. Der seiner selbst gewisse Geist. Die Moralität] / a. La visión moral del mundo [a. Die moralische Weltanschauung]
[c. Tercer principio: que la conciencia moral no sería sino «sueño», representación, dejada ser válida por lo representado, o representación que sólo es dejada ser desde lo representado en ella]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[614] Indem es aber drittens ein Selbst ist, so ist es an sich die Einheit der Pflicht und der Wirklichkeit; diese Einheit wird ihm also Gegenstand, als die vollendete Moralität, – aber als ein Jenseits seiner Wirklichkeit, – aber das doch wirklich sein soll.
Conversaciones en Valencia
[c. Tercer principio: que la conciencia moral no sería sino «sueño», representación, dejada ser válida por lo representado, o representación que sólo es dejada ser desde lo representado en ella]
[614]1Epígrafe: c. Tercer principio: que la conciencia moral no sería sino «sueño», representación, dejada ser válida por lo representado, o representación que sólo es dejada ser desde lo representado en ella. Pero en cuanto (y esto es lo tercero) hay un self, resulta que ese self es en sí la unidad del deber y la realidad; esa unidad se le vuelve, pues, a él (a ese self) objeto, se le vuelve objeto, digo, como moralidad consumada o perfecta, pero como un más allá de su realidad (de la realidad del self), pero que está por realizar, es decir, que ha de [o debe, soll] convertirse en real.
Conversaciones en Madrid
[614] Pero, en tercer lugar, ella, al ser un sí-mismo, es, en sí, la unidad del deber y de la realidad efectiva; esta unidad, entonces, llega a ser objeto a sus ojos, en cuanto moralidad acabada: pero en cuanto un más allá de su realidad efectiva… que, sin embargo, debe, desde luego, ser realmente efectivo.
Conversations in Washington
[614] [614]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition But, third of all, while it is one self, it is in itself the unity of duty and actuality; this unity thus becomes, to itself, the object as perfected morality – however, as an other-worldly beyond of its actuality – but an other-worldly beyond that nonetheless ought to be actual.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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