Gespräche in der Dämmerung 00569
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / II. La Ilustración [II. Die Aufklärung] / a. La lucha de la Ilustración contra la superstición [a. Der Kampf der Aufklärung mit dem Aberglauben]
[2.g. El poder de la Ilustración sobre la fe; las unilateralidades que la Ilustración achaca a la fe y las correlativas unilateralidades de la Ilustración]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[569] Endlich findet sie in ihrer Ansicht des Tuns des Glaubens das Wegwerfen des Genusses und der Habe unrecht und unzweckmäßig. – Was das Unrecht betrifft, so erhält sie die Übereinstimmung des glaubenden Bewußtseins darin, daß dieses selbst diese Wirklichkeit anerkennt, Eigentum zu besitzen, festzuhalten und zu genießen; es beträgt sich in der Behauptung des Eigentums um so isolierter und hartnäckiger sowie in seinem Genüsse um so roher dahingegeben, da Jenseits dieser Wirklichkeit sein religiöses – Besitz und Genuß aufgebendes – Tun fällt und ihm die Freiheit für jene Seite erkauft. Dieser Dienst der Aufopferung des natürlichen Treibens und Genießens hat durch diesen Gegensatz in der Tat keine Wahrheit; die Beibehaltung hat neben der Aufopferung statt; diese ist nur ein Zeichen, das die wirkliche Aufopferung nur an einem kleinen Teile vollbringt und sie daher in der Tat nur vorstellt.
Conversaciones en Valencia
[569] Finalmente, en su visión del hacer de la fe [es decir, de lo que la fe propiamente hace], la Ilustración encuentra injusto [encuentra mal] e inadecuado [es decir, injusto y no conforme con el fin, es decir, mal hecho y no conforme con el fin] el rechazo por parte de la fe de los placeres y [672] de las posesiones, es decir, del goce y del tener. — Por lo que respecta a esta acusación de injusticia [es decir, de no estar haciendo bien, de estar haciendo lo que no está bien], la Ilustración acaba obteniendo en ello el acuerdo de la conciencia creyente por cuanto ésta misma reconoce y admite esa realidad, es decir, la realidad del poseer bienes, afianzarlos y gozar de ellos; en este hacer valer las posesiones, la conciencia creyente se comporta de forma tanto más aislada y pertinaz [de forma tanto más baja y tozuda], y se abandona de forma tanto más burda a su goce cuanto que es más allá de esa realidad [de la posesión y el goce] donde propiamente recae su acción religiosa de abandonar o hacer dejación de la posesión y el goce, acción religiosa [o cultual] que a la conciencia creyente le procura la libertad para ese lado [es decir, para el lado del goce y del tener]. Pues este servicio o culto [o representación simbólica cuaresmal] de un sacrificio de los impulsos naturales y de este sacrificio del goce [es decir, este acto cultual, Dienst, que representa el sacrificar los impulsos naturales y el sacrificar el goce], precisamente por la contraposición que acabamos de describir, no tiene en realidad verdad alguna; la conservación y retención [de la riqueza, de los bienes y del goce] tiene lugar al lado del sacrificio; y éste es sólo un signo, un signo que sólo ejecuta en una muy pequeña parte un sacrificio real y, por tanto, no hace en realidad sino representarlo [es decir, hacerse una representación de ese sacrificio real o suministrar una representación de él, no quedando el sacrificio sino en representación].
Conversaciones en Madrid
[569] Finalmente XX*X,1Cf. supra, 00555. en su punto de vista sobre la práctica de la fe, la Ilustración encuentra que desechar el placer y las posesiones es injusto e inadecuado a los fines. — En lo que respecta a lo injusto, la Ilustración obtiene el asentimiento de la conciencia creyente en que ésta reconoce por sí misma esta realidad efectiva de poseer una propiedad, retenerla y disfrutarla; en la afirmación de la propiedad, se comporta tanto más terca y aisladamente, y tanto más crudamente se entrega en su disfrute, cuanto que su práctica religiosa —la que renun– [667] /cia a la posesión y al disfrute— cae más allá de esta realidad efectiva y compra para ella la libertad para ese lado. De hecho, por esta oposición, este servicio de sacrificar el afán y gozar naturales no tiene ninguna verdad; la conservación tiene lugar al lado del sacrificio; éste es sólo un signo que lleva a cabo el sacrificio efectivo sólo en una pequeña parte, y por eso, de hecho, sólo lo representa.
Algunas aclaraciones
XX*X = Cf. supra, 00555.
Conversations in Washington
[569] [569]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Finally, in its view of what faith does, the Enlightenment finds that faith’s dismissal of possessions and consumption is something both wrong and without purpose.3unzweckmäßig. – As far as that wrong is concerned, the Enlightenment is on this point in accord with the faithful consciousness itself. The faithful consciousness recognizes the actuality of possessing property and of keeping hold of it and consuming it. In claiming its property, it behaves in an even more isolated and stubborn manner, just as it has even more crudely thrown itself into its consumption, since its religious doing – that of giving up possessions and the consumption of them – falls into the other-worldly side of this actuality, and it purchases freedom for itself on that side. In fact, through this opposition, this service of sacrifice of both natural drives and consumption has no truth; both the retention and the sacrifice occur together side by side. The sacrifice is only a sign that the actual sacrifice has been accomplished in only a small degree and consequently that it in fact only represents it.