Gespräche in der Dämmerung 00521
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / I. El mundo del espíritu extrañado de sí mismo [I. Die Welt des sich entfremdeten Geistes] / a. La formación (Bildung) y su reino de la realidad (o la Bildung y su reino de realidad frente al más-allá ideal) [a. Die Bildung und ihr Reich der Wirklichkeit]
[De nuevo el lenguaje como existencia del espíritu, ahora en lo que respecta a la relación de la autoconciencia con la riqueza; de la existencia del espíritu de la Bildung como un universal hablar; El sobrino de Rameau de Diderot como un perfecto darse lenguaje el espíritu de la Bildung; el mundo de la Bildung como «mundo del revés»]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[521] Der Inhalt der Rede des Geistes von und über sich selbst ist [386] also die Verkehrung aller Begriffe und Realitäten, der allgemeine Betrug seiner selbst und der anderen; und die Schamlosigkeit, diesen Betrug zu sagen, ist eben darum die größte Wahrheit. Diese Rede ist die Verrücktheit des Musikers, der »dreißig Arien, italienische, französische, tragische, komische, von aller Art Charakter, häufte und vermischte; bald mit einem tiefen Baß stieg er bis in die Hölle, dann zog er die Kehle zusammen, und mit einem Fistelton zerriß er die Höhe der Lüfte…, wechselweise rasend, besänftigt, gebieterisch und spöttisch.« – Dem ruhigen Bewußtsein, das ehrlicherweise die Melodie des Guten und Wahren in die Gleichheit der Tone, d.h. in eine Note setzt, erscheint diese Rede als ›eine Faselei von Weisheit und Tollheit, als ein Gemisch von ebensoviel Geschick als Niedrigkeit, von ebenso richtigen als falschen Ideen, von einer so völligen Verkehrtheit der Empfindung, so vollkommener Schändlichkeit als gänzlicher Offenheit und Wahrheit. Es wird es nicht versagen können, in alle diese Töne einzugehen und die ganze Skala der Gefühle von der tiefsten Verachtung und Verwerfung bis zur höchsten Bewunderung und Rührung auf und nieder zu laufen; in diese wird ein lächerlicher Zug verschmolzen sein, der ihnen ihre Natur benimmt‹; jene werden an ihrer Offenheit selbst einen versöhnenden, an ihrer erschütternden Tiefe den allgewaltigen Zug haben, der den Geist sich selbst gibt.
Conversaciones en Valencia
[521] El contenido del habla de este espíritu desde sí mismo y acerca de sí mismo es, por tanto, la inversión de todos los conceptos y realidades, la exposición del universal embuste que representan tanto él mismo como los otros, y la desvergüenza y obscenidad de expresar y declarar abiertamente que esa mentira es precisamente por ello la mayor verdad. Este hablar es esa locura del músico [«una alienación y entusiasmo tan vecino a la locura»] X113X1« d’un enthousiasme si voisin de la folie », Le neveu de Rameau, p. 415. que «amontonaba y embrollaba treinta arias italianas, francesas, trágicas, cómicas, de toda clase de personajes; a veces con una profunda voz de bajo, bajaba hasta los infiernos; otras desgañitándose y cantando en falsete, desgarraba lo más alto de los cielos […], sucesivamente furioso, calmado, imperioso, burlón» X114X.2« Il entassait et brouillait ensemble trente airs italiens, français, tragiques, comiques, de toutes sortes de caractères. Tantôt avec une voix de basse-taille il descendait jusqu’aux enfers, tantôt, s’égosillant et contrefaisant le fausset, il déchirait le haut des airs […] ; successivement furieux, radouci, impérieux, ricaneur » Denis Diderot, Le neveu de Rameau, p. 414. — A la conciencia tranquila que honestamente pone la melodía de lo bueno y lo verdadero en la igualdad de los tonos X115X,3Cfr. sobre esto Le neveu de Rameau, págs. 447 y 457 s. es decir, en una nota, ese habla no puede parecerle sino «un compuesto de altura y bajeza, de sabiduría y demencia», «una confusión de sagacidad y bajeza, de ideas alternativamente acertadas y falsas, de una perversidad general de sentimientos, de una obscenidad completa y de una total verdad y franqueza. Pues logra meterse en todos esos tonos y recorrer toda la escala de sentimientos, desde el más profundo desprecio y abyección, hasta la más alta admiración y emoción, de arriba abajo y de abajo arriba; y en todos esos sentimientos se fundía un cierto barniz de ridículo que los desnaturalizaba» X116X;4Lo que Hegel cita corresponde al menos a tres pasajes distintos de la obra. Cfr. D. Diderot, Le neveu de Rameau, París, 1969, págs. 395, 411, 455. En el presente pasaje de la Fenomenología del espíritu las alusiones al texto de Diderot y las citas indirectas del texto de Diderot son tantas, que tratar de hacerlas explícitas todas sería no acabar. Me voy a limitar a subrayar que el recurso al texto de Diderot es fundamental para la comprensión de este cap. VI, B, I. esos sentimientos, precisamente por esa su franqueza, tendrán un hálito reconciliador, y por esa su aterradora profundidad, tendrán ese hálito de poderlo todo, que el espíritu se da a sí mismo.
Algunas aclaraciones
X113X = « d’un enthousiasme si voisin de la folie », Le neveu de Rameau, p. 415.
X114X = « Il entassait et brouillait ensemble trente airs italiens, français, tragiques, comiques, de toutes sortes de caractères. Tantôt avec une voix de basse-taille il descendait jusqu’aux enfers, tantôt, s’égosillant et contrefaisant le fausset, il déchirait le haut des airs […] ; successivement furieux, radouci, impérieux, ricaneur » Denis Diderot, Le neveu de Rameau, p. 414.
X115X = Cfr. sobre esto Le neveu de Rameau, págs. 447 y 457 s.
X116X = Lo que Hegel cita corresponde al menos a tres pasajes distintos de la obra. Cfr. D. Diderot, Le neveu de Rameau, París, 1969, págs. 395, 411, 455. En el presente pasaje de la Fenomenología del espíritu las alusiones al texto de Diderot y las citas indirectas del texto de Diderot son tantas, que tratar de hacerlas explícitas todas sería no acabar. Me voy a limitar a subrayar que el recurso al texto de Diderot es fundamental para la comprensión de este cap. VI, B, I.
Conversaciones en Madrid
[521] El contenido del discurso que el espíritu hace de y sobre sí mismo es, pues, la inversión de todos los conceptos y realidades, el engaño universal a sí mismo y a los otros, y, justamente por eso, la desvergüenza de enunciar ese engaño es la mayor verdad. Ese discurso es la locura del músico que «amontonaba treinta arias italianas, francesas, trágicas, cómicas, de todo tipo y carácter, y las mezclaba; lo mismo descendía al infierno con un bajo profundo que encogía la laringe y, en falsete, rasgaba las alturas del aire, alternativamente muy rápido, suave, imperioso y burlón» X*1X.5Cita de Diderot, El sobrino de Rameau. El texto de Diderot era: « Il entassait et brouillait ensemble trente airs italiens, français, tragiques, comiques, de toutes sortes de caractères. Tantôt avec une voix de basse-taille il descendait jusqu’aux enfers, tantôt, s’égosillant et contrefaisant le fausset, il déchirait le haut des airs […] ; successivement furieux, radouci, impérieux, ricaneur » (OC, edición citada, IX, p. 165). A la conciencia tranquila X*2X,6Esto es, el filósofo, o el moi, en El sobrino de Rameau. que honestamente pone [617] la melodía de lo bueno y lo verdadero en la igualdad de los tonos, esto es, en una única nota, este discurso se le aparece «como un desatino de sabiduría y estupidez, como una mixtura de tanta destreza como vileza, de tantas ideas falsas como correctas, de una perversidad tan completa de las sensaciones, de una indecencia tan perfecta corno total la franqueza y verdad. No podrá negarse a entrar en todos estos tonos o a recorrer subiendo y bajando toda la escala de sentimientos, desde el más profundo desprecio y abyección a la más alta admiración y conmoción; y en esta se fundirá un rasgo ridículo que les desnaturaliza» X*3X;7Vide infra Algunas aclaraciones X*3X. aquéllas tendrán en su franqueza misma un rasgo reconciliador, y en su profundidad entre mecedora tendrán el rasgo que todo lo puede que se da a sí mismo el espíritu.
Algunas aclaraciones
X*1X
Cita de Diderot, El sobrino de Rameau. El texto de Diderot era: « Il entassait et brouillait ensemble trente airs italiens, français, tragiques, comiques, de toutes sortes de caractères. Tantôt avec une voix de basse-taille il descendait jusqu’aux enfers, tantôt, s’égosillant et contrefaisant le fausset, il déchirait le haut des airs […] ; successivement furieux, radouci, impérieux, ricaneur» (OC, edición citada, IX, p. 165).
X*2X
Esto es, el filósofo, o el moi, en El sobrino de Rameau.
X*3X
Reproducción, muy libre, por parte de Hegel, de la traducción goetheana del texto de Diderot. El original francés dice: « J’étais confondu de tant de sagacité et de tant de bassesse, d’idées si justes et alternativement si fausses, d’une perversité si générale de sentiments, d’une turpitude si complète, et d’une franchise si peu commune » (OC, ed. cit., IX, pág. 95) y « mais une teinte de ridicule était fondue dans ces sentiments, et les dénaturait » (ibid., pág. 166). La palabra que usa Hegel para perversité, tomándola de la traducción de Goethe, es Verkehrtheit, directamente emparentada con la Verkehrung, que venimos traduciendo, en general, como «inversión», y que tan importante papel tiene en la Fenomenología.
Conversations in Washington
[521] [521]8We kept the numeration given by the editor in the printed edition The content of spirit’s speech about itself and its speech concerning itself thus inverts all concepts and realities. It is thus the universal deception of itself and others, and, for that very reason, the greatest truth is the shamelessness in stating this deceit. This speech is the madness of the musician “who piled up and mixed together some thirty airs, Italian, French, tragic, comic, of all sorts of character; now, with a deep bass, he descended into the depths of hell, then, contracting his throat, with a falsetto he tore apart the vaults of the skies, alternately raging and then being placated, imperious and then derisive.” To the motionless consciousness, which in all honesty posits that the melody of the good and the true lies in the harmony of sound and uniformity of tones, i.e., in one note, this speech appears as a “blather of wisdom and folly, a medley consisting of as much skill as it did of baseness, of as many right as of false ideas, of such a complete inversion of sentiment, of such consummate disgracefulness as well as of such [304] entire candor and truth. It will be unable to refrain from breaking out into all these tones, and from running up and down the entire scale of feeling, of moving from the deepest contempt and depravity to the highest admiration and stirring emotion. A strain of the ridiculous will be blended in with the latter, which denatures them.” The former will find in their candor itself a strain of reconciliation; they will find in their distressing depths the all-powerful move which spirit gives to itself.