Gespräche in der Dämmerung 00489
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / Capítulo VI: El espíritu [VI. Der Geist] / B. El espíritu extrañado de sí; la formación o Bildung [B. Der sich entfremdete Geist. Die Bildung] / I. El mundo del espíritu extrañado de sí mismo [I. Die Welt des sich entfremdeten Geistes] / a. La formación (Bildung) y su reino de la realidad (o la Bildung y su reino de realidad frente al más-allá ideal) [a. Die Bildung und ihr Reich der Wirklichkeit]
[Autoconciencia extrañada y mundo extrañado; de cómo la conciencia se endereza a adueñarse de ese mundo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[489] Was in Beziehung auf das einzelne Individuum als seine Bildung erscheint, ist das wesentliche Moment der Substanz selbst, nämlich das unmittelbare Übergehen ihrer gedachten Allgemeinheit in die Wirklichkeit, oder die einfache Seele derselben, wodurch das Ansich Anerkanntes und Dasein ist. Die Bewegung der sich bildenden Individualität ist daher unmittelbar das Werden derselben als des allgemeinen gegenständlichen Wesens, d.h. das Werden der wirklichen Welt. Diese, obwohl geworden durch die Individualität, ist für das Selbstbewußtsein ein unmittelbar Entfremdetes und hat für es die Form unverrückter Wirklichkeit. Aber gewiß zugleich, daß sie seine Substanz ist, geht es, sich derselben zu bemächtigen; es erlangt diese Macht über sie durch die Bildung, welche von dieser Seite so erscheint, daß es sich der Wirklichkeit gemäß macht und so viel, als die Energie des ursprünglichen Charakters und Talents ihm zuläßt. Was hier als die Gewalt des Individuums erscheint, unter welche die Substanz komme und hiermit aufgehoben werde, ist dasselbe, was die Verwirklichung der letzteren ist. Denn die Macht des Individuums besteht darin, daß es sich ihr gemäß macht, d.h. daß es sich seines Selbsts entäußert, also sich als die gegenständliche seiende Substanz setzt. Seine Bildung und seine eigene Wirklichkeit ist daher die Verwirklichung der Substanz selbst.
Conversaciones en Valencia
[489] Pues lo que en relación con el individuo particular [einzelnes Individuum] aparece como su formación es el momento esencial de la sustancia misma, a saber: el tránsito inmediato desde la universalidad [sólo] pensada de esa sustancia a la realidad, o el alma simple de esa sustancia, por la que lo en-sí se convierte en reconocido y en existencia [es decir, en un quedar ahí delante]. El movimiento de la individualidad que se forma a sí misma [o en el formarse a sí misma] es, por tanto, inmediatamente el devenir de esa individualidad como un ser objetivo universal, es decir, el devenir del mundo real. Éste, aunque devenido y producido a través de la individualidad, es para la autoconciencia algo inmediatamente extraño, y tiene para ella la forma de una realidad inamovible. Pero segura a la vez de que ese mundo es su sustancia, la autoconciencia se endereza a apoderarse de él [a hacerse con él]; la autoconciencia cobra este poder sobre él cultivándose, es decir, mediante formación [Bildung], la cual formación por este lado aparece en el modo de que [es decir, adopta la forma de que] la autoconciencia se hace conforme con la realidad, y [se hace [595] conforme con la realidad] tanto como le permite a la autoconciencia la energía de su carácter inicial y de sus talentos iniciales. Lo que aquí aparece como el poder o la fuerza del individuo bajo los que queda la sustancia, quedando con ello la sustancia suprimida y superada, es lo mismo que lo que constituye (o que lo que es) la realización de la sustancia. Pues el poder del individuo consiste en que el individuo se haga conforme con ella, es decir, en que se desprenda y enajene de su ser, es decir, en que él se ponga como la sustancia objetiva que está ahí. Su formación y su propia realidad es, por tanto, la realización de la sustancia misma.
Conversaciones en Madrid
[489] En lo que respecta al individuo singular,lo que aparece como su cultura es el momento esencial de la substancia misma, esto es, el pasar inmediato de su universalidad pensada a la realidad efectiva, o bien, el alma simple de esa substancia, por la que lo en-sí es algo reconocido y está ahí. De ahí que el movimiento de la individualidad que se va formando culturalmente sea, inmediatamente, el llegar a ser de la misma en cuanto esencia objetual universal, es decir, en cuanto llegar a ser del mundo realmente efectivo. Éste, aunque haya llegado a ser por medio de la individualidad, es para la autoconciencia algo inmediatamente extrañado, y tiene para ella la forma de una realidad efectiva no trastornada. Pero, cierta como está, al mismo tiempo, de que ese mundo es su substancia, la autoconciencia pasa a apoderarse de él; alcanza este poder sobre el mundo por medio de la cultura, la cual aparece de este lado de tal manera que la conciencia se adecúa a la realidad efectiva, y lo hace tanto como se lo permitan la energía del carácter originario y el talento. Lo que aquí aparece como violencia del individuo a la que se sometiera substancia quedando así, cancelada, es lo mismo que la realización efectiva de esta última. Pues el poder del individuo consiste en que él se adecúa a ella, es decir, que se exterioriza despojándose de su sí-mismo, que se pone, entonces, como la substancia objetual que es. Su formación cultural y su propia realidad efectiva son, por tanto,la realización efectiva de la substancia misma.
Conversations in Washington
[489] [489]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition What in relation to the single individual appears as his cultural formation is the essential moment of the substance itself, namely, the immediate transition of its universality, as having been thought, into actuality, or into the simple soul through which the in-itself is something recognized [286] and is existence. Hence, the movement of individuality culturally educating itself is the coming-to-be of such an individuality as universally objective essence; i.e., it is the coming-to-be of the actual world. This world, although having come to be through individuality, is for self-consciousness immediately alienated and has the form of an unshakeable actuality for it. However, at the same time, self-consciousness, which is certain that this is its substance, sets about to take possession of it. It achieves this power over its substance through cultural formation, which from this aspect has the appearance of self-consciousness making itself conform to reality as much as its original character’s energy and talents permit it. What appears here as the authority of the individual under which the substance is subsumed and thereby sublated is the same as the actualization of the substance, for the power of the individual consists in making itself conform to the substance, or the individual empties itself of its own self and thus posits itself as the objectively existing substance. Hence, its cultural formation and its own actuality are the actualization of the substance itself.