Gespräche in der Dämmerung 00482
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / c. El Estado de derecho [c. Der Rechtszustand]
[Persona jurídica y conciencia desgraciada, o conciencia desgraciada y existencia moderna]X71X1Vide infra Algunas aclaraciones X71X.
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[482] So ist die Seite beschaffen, in welcher das Selbstbewußtsein als absolutes Wesen wirklich ist. Das aus dieser Wirklichkeit aber in sich zurückgetriebene Bewußtsein denkt diese seine Unwesenheit; wir sahen früher die stoische Selbständigkeit des reinen Denkens durch den Skeptizismus hindurchgehen und in dem unglücklichen Bewußtsein ihre Wahrheit finden – die Wahrheit, welche Bewandtnis es mit seinem Anundfürsichsein hat. Wenn dies Wissen damals nur als die einseitige Ansicht des Bewußtseins als eines solchen erschien, so ist hier ihre wirkliche Wahrheit eingetreten. Sie besteht darin, daß dies allgemeine Gelten des Selbstbewußtseins die ihm entfremdete Realität ist. Dies Gelten ist die allgemeine Wirklichkeit des Selbsts, aber sie ist unmittelbar ebenso die Verkehrung; sie ist der Verlust seines Wesens. – Die in der sittlichen Welt nicht vorhandene Wirklichkeit des Selbsts ist durch ihr Zurückgehen in die Person gewonnen worden; was in jener einig war, tritt nun entwickelt, aber sich entfremdet auf.
Conversaciones en Valencia
[Persona jurídica y conciencia desgraciada, o conciencia desgraciada y existencia moderna]X71X2Vide infra Algunas aclaraciones X71X.
[482]3Epígrafe: Persona jurídica y conciencia desgraciada, o conciencia desgraciada y existencia moderna. Pues bien, así es la estructura del lado en el que [o por el que] la autoconciencia es real como ser absoluto o esencia absoluta [es decir, cuando la autoconciencia se vuelve absoluta, éste es el aspecto que su realidad ofrece]. Y la conciencia, empujada a volver a sí misma desde esa realidad [es decir, la conciencia, al verse empujada a volver a sí misma desde esa su realidad como esencia absoluta], piensa esa su inesencialidad [es decir, desde su esencialidad piensa ese su estar tirada, esa su Geworfenheit]; más arriba hemos visto cómo la autonomía estoica del pensamiento puro transitaba y pasaba a través del escepticismo y encontraba su verdad en la «conciencia desgraciada», [o encontraba en la «conciencia desgraciada»] la verdad de qué era lo que propiamente pasaba con su ser en-y-para.sí. Y si en aquel momento [es decir, si más arriba, cap. IV, B] ese saber sólo nos aparecía como el unilateral punto de vista de la conciencia como tal, aquí hace acto de presencia la verdad real de ese punto [586] de vista. Y esa verdad consiste en que ese universal ser válida la autoconciencia, es decir, ese universal valer [y regir y ser-válida y ser-determinante] la autoconciencia, es precisamente la realidad que a la autoconciencia le queda extrañada. Este valer, ese desplegar su vigencia, es la universal realidad del self, pero esa realidad es inmediatamente también su trastorno, su inversión, su perversión, su quedar del revés [Verkehrung] X72X;4Ese extrañamiento es, pues, constitutivo de la conciencia moderna, o de esta conciencia que introduce a la moderna. esa realidad es la pérdida de su esencia [la pérdida de la esencia del self]. — Por tanto, la realidad del self [es decir, el convertirse en realidad el self en su abstracción], la realidad del self, digo, que no figuraba en el mundo ético, la hemos obtenido mediante retorno [o mejor como un retrotraerse, como un zurückgehen, como un venir hacia atrás sobre sí] de ese mundo ético a la persona, y lo que en aquel mundo era uno y de acuerdo consigo, y en consonancia consigo [lo que en aquel mundo era einig] aparece ahora desarrollado, pero extrañado de sí mismo [en discordia consigo].
Algunas aclaraciones
X71X
Advierta el lector que la figura del Estado de derecho queda puesta en relación con la conciencia estoica, pues es la conciencia estoica la que da forma a la noción de persona jurídica del derecho romano. Pero aparte de con la conciencia estoica,la figura de la persona jurídica queda puesta en relación con la conciencia escéptica y la conciencia desgraciada, y ello no sólo por razones de simetría con el cap. IV, B, sino porque estas dos figuras (la de la conciencia escéptica y la de la conciencia desgraciada) acompañan a todo lo importante de la Fenomenología del espíritu, y la figura del «Estado de derecho» es, ciertamente, básica en el análisis que hace Hegel de la existencia moderna. El estoicismo representa para Hegel la reducción del ente a pensamiento, pero pensamiento pensado. El escepticismo es la resolución del ente y del pensamiento pensado en pensamiento pensante. Y la «conciencia desgraciada» es esas dos mismas reducciones, puestas en la perspectiva de su ultimidad, de su carácter absoluto. La institución generalizada de la libertas no es sin conciencia estoica y sin conciencia escéptica, pero es la figura de la conciencia desgraciada la que la libra de su carácter contingente. Dicho de otro modo y con otros referentes: sin estoicismo y sobre todo sin escepticismo moderno no hay libertad en sentido moderno; pero antes de las revoluciones burguesas y como preludio de ellas es el protestantismo político en general el que empieza a dar a la deslimitación de la libertad abstracta en sentido moderno carácter intangible. Advierta, por lo demás, el lector que en Hegel todas las «repeticiones» de esas tres figuras del cap. IV, B, aparecen siempre en ese orden.
X72X
Ese extrañamiento es, pues, constitutivo de la conciencia moderna, o de esta conciencia que introduce a la moderna.
Conversaciones en Madrid
[482] Así está hecho el lado en el que la autoconciencia es efectivamente real en cuanto esencia absoluta. La conciencia que ha sido sacada de esta realidad efectiva, pero luego empujada a retroceder hacia dentro de sí, piensa esta inesencialidad suya; veíamos antes la autonomía estoica del pensar puro pasar a través del escepticismo y encontrar su verdad en la conciencia desdichada: la verdad cuyo asunto era su ser en y para sí. Si este saber aparecía entonces solamente como el modo unilateral de ver las cosas por parte de la conciencia en cuanto tal, lo que aquí hace entrada es su verdad efectiva. Ésta consiste en que este valer universal de la autoconciencia es la realidad extrañada de ella. Este valer es la realidad efectiva universal del sí mismo, pero también es, inmediatamente, la inversión; es la pérdida de su esencia. — La realidad efectiva del sí-mismo, que no estaba presente en el mundo ético, ha sido ganada por su regreso a la persona; lo que en ese mundo estaba unido y en armonía, entra ahora en escena desarrollado, pero extrañado de sí.
Conversations in Washington
[482] [482]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition This is the way in which the aspect is constituted in which self-consciousness as absolute essence is actual. However, the consciousness [281] which is driven back into itself from out of this actuality thinks through this, its inessentiality. Earlier we saw the stoic self-sufficiency of pure thinking pass through skepticism and find its truth in the unhappy consciousness – the truth which is at stake in its being-in-and-for-itself. However much this knowing appeared at that time only as the one-sided point of view of consciousness as such an unhappy consciousness, still it is here where its actual truth has come into view. What the truth consists in is that this universal validity of self-consciousness is the reality alienated from it. This validity is the universal actuality of the self, but this actuality is immediately just as much an inversion. It is the loss of its essence. – The actuality of the self which was not present in the ethical world has been attained by its return into the person, and what was unified in the ethical world now comes on the scene as both developed and as alienated from itself.