Gespräche in der Dämmerung 00471
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / b. La acción ética, el saber humano y el saber divino, la culpa y el destino [b. Die sittliche Handlung. Das menschliche und göttliche Wissen, die Schuld und das Schicksal]
[La justicia del destino omnipotente]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[471] Sie hat aber dabei die Gewißheit, daß diejenige Individualität, deren Pathos diese entgegengesetzte Macht ist, nicht mehr Übel erleidet, als sie zugefügt. Die Bewegung der sittlichen Mächte gegeneinander und der sie in Leben und Handlung setzenden Individualitäten hat nur darin ihr wahres Ende erreicht, daß beide Seiten denselben Untergang erfahren. Denn keine der Mächte hat etwas vor der anderen voraus, um wesentlicheres Moment der Substanz zu sein. Die gleiche Wesentlichkeit und das gleichgültige Bestehen beider nebeneinander ist ihr selbstloses Sein; in der Tat sind sie als Selbstwesen, aber ein verschiedenes, was der Einheit des Selbsts widerspricht und ihre Rechtlosigkeit und notwendigen Untergang ausmacht. Der Charakter gehört ebenso teils nach seinem Pathos oder Substanz nur der einen an, teils ist nach der Seite des Wissens der eine wie der andere in ein Bewußtes und Unbewußtes entzweit; und indem jeder selbst diesen Gegensatz hervorruft und durch die Tat auch das Nichtwissen sein Werk ist, setzt er sich in die Schuld, die ihn verzehrt. Der Sieg der einen Macht und ihres Charakters und das Unterliegen der ändern Seite wäre also nur der Teil und das unvollendete Werk, das unaufhaltsam zum Gleichgewichte beider fortschreitet. Erst in der gleichen Unterwerfung beider Seiten ist das absolute Recht vollbracht und die sittliche Substanz als die negative Macht, welche beide Seiten verschlingt, oder das allmächtige und gerechte Schicksal aufgetreten.
Conversaciones en Valencia
[La justicia del destino omnipotente]
[471] [571]1Epígrafe: La justicia del destino omnipotente. Pero la individualidad tiene en ello la certeza de que esa otra individualidad cuyo pathos es ese poder contrapuesto, no sufre otro mal [no sufre más mal] que aquel que ella [que esa otra individualidad] infligió X49X.2Nicht mehr Uebel erleidet, als sie zugefügt, la frase tiene el aspecto de tratarse de una cita de un verso o de una cita de un refrán. Pero no he logrado identificar ese verso en Antígona de Sófocles, e ignoro de dónde pueda provenir. Tampoco dicen nada las ediciones del original, que tengo a la vista. El movimiento de los poderes éticos el uno en contra del otro, y el movimiento de las individualidades que les dan vida y los ponen en acción [o que los ponen en vida y acción], sólo ha alcanzado su verdadero fin cuando ambas partes experimentan la misma caída. Pues ninguno de los poderes tiene preeminencia sobre el otro para ser un momento más esencial de la sustancia. [El tener] la misma esencialidad [el mismo ser] y el estar ahí indiferentemente ambos el uno junto al otro, en ello consiste su ser [Seyn], un ser que carece de sí-mismo, de self; [pero] en la acción [o en la realidad que la acción mueve] ellos sí son como Selbstwesen [esto es, como entidad hecha de la materia del self, como entidad que no es sino self], pero como un self diverso [que son dos] X50X,3La frase me resulta oscura en el original, y no estoy seguro de estar entendiéndola correctamente. La traducción es, pues, sólo conjetural. lo cual contradice a la unidad del sí-mismo o self, y eso es lo que constituye su injusticia [es decir, su ausencia de derecho, o la carencia de derecho del poder de que se trate] y su necesaria caída. Asimismo, cada carácter pertenece, en parte, conforme a su pathos o a su sustancia, a uno solo de los poderes; y en parte, conforme aliado del saber, tanto el uno como el otro carácter se escinden en un elemento consciente y en un elemento inconsciente; y en cuanto cada uno provoca él mismo esta contraposición y, por medio de la acción o del acto, su obra es también el no saber [lo que hace es también un no saber], se pone [se coloca] él mismo en la culpa [en la deuda] que lo consume y devora. La victoria de uno de los poderes y de su carácter y la derrota de la parte contraria serían, pues, solamente la parte y la obra no completa que inconteniblemente avanza hacia el equilibrio de ambas partes. Sólo en el igual sometimiento de ambas partes se habrá ejecutado el derecho absoluto, y la sustancia ética se habrá presentado [habrá hecho acto de presencia] como el poder negativo que devora o se traga a ambas partes, o como la justicia o justeza del destino omnipotente.
Algunas aclaraciones
X49X = Nicht mehr Uebel erleidet, als sie zugefügt, la frase tiene el aspecto de tratarse de una cita de un verso o de una cita de un refrán. Pero no he logrado identificar ese verso en Antígona de Sófocles, e ignoro de dónde pueda provenir. Tampoco dicen nada las ediciones del original, que tengo a la vista.
X50X = La frase me resulta oscura en el original, y no estoy seguro de estar entendiéndola correctamente. La traducción es, pues, sólo conjetural.
Conversaciones en Madrid
[471] Pero, con todo, tiene la certeza de que aquella individualidad cuyo pathos es la potencia contrapuesta no padece ya más mal que el que ella misma causa. El movimiento de las potencias éticas una contra otra, y de las individualidades que las ponen en vida y acción, sólo alcanzaba su verdadero final en el hecho de que ambos lados hacen la experiencia del mismo hundimiento. Pues ninguna de las potencias tiene alguna ventaja sobre la otra que hiciera de ella momento más esencial de la substancia. Igual índole esencial y subsistencia indiferente de ambas, una al lado de otra: tal es su ser desprovisto de sí-mismo; en el acto, [559] ellas ellas están como esencias por sí mismas, pero son algo diverso que contradice la unidad del sí-mismo y constituye su carencia de derecho y necesario hundimiento. El carácter, asimismo, por una parte, pertenece, conforme su pathos o substancia, sólo a una de las potencias; por otra parte, conforme al lado del saber, tanto uno como otro carácter están escindidos en algo consciente y en algo inconsciente; y en tanto que cada uno de ellos provoca por sí mismo esta oposición, y que, por medio del acto, el no-saber es también su obra, el carácter se pone en la culpa que le consume. La victoria de una potencia y de su carácter, y la derrota del otro lado, sería, entonces, sólo una parte, la obra inacabada que progresa sin cesar hacia el equilibrio de ambos. Sólo en el sometimiento igual de ambos lados se ha dado cumplimiento al derecho absoluto y ha entrado en escena la substancia ética como el poder negativo que devora ambos lados, o en otros términos, el destino omnipotente y justo.
Conversations in Washington
[471] [471]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition [273] However, in this situation ethical individuality has the certainty that the individuality whose pathos is this opposed power suffers no more evil than it has inflicted. The movement of the ethical powers against each other and the individualities which set these powers into life and action have therein reached their true end in that both sides experience the same demise. This is so because neither of the powers has any advantage over the other that would make it into a more essential moment of substance. The equal essentiality and indifferent stable existence which both have in their juxtaposition to each other is their self-less being; in the deed they are as independent beings5Selbstwesen but as diverse, as what contradicts the unity of the self and which constitutes their utter lack of right and their necessary demise. According to its pathos, or its substance, character in part just as much belongs only to one power, and, according to the aspect of knowing, each is just as much estranged into the conscious and into the unconscious; and while each itself calls forth this opposition and is through its own deed its own work of not-knowing, each posits that it itself take on the guilt which devours it. The victory of one power and its character along with the conquest of the other would thus only be one part and would be the imperfect work which inexorably advances towards equilibrium. It is in the equal subjection of both sides that absolute right is first achieved, and ethical substance, as the negative power that devours both sides has emerged. That is, fate, omnipotent and just, has come on the scene.