Gespräche in der Dämmerung 00470
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / b. La acción ética, el saber humano y el saber divino, la culpa y el destino [b. Die sittliche Handlung. Das menschliche und göttliche Wissen, die Schuld und das Schicksal]
[La revuelta de lo no sabido, o venganza del poder fotófobo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[470] Dies Anerkennen drückt den aufgehobenen Zwiespalt des sittlichen Zweckes und der Wirklichkeit, es drückt die Rückkehr zur sittlichen Gesinnung aus, die weiß, daß nichts gilt als das Rechte. Damit aber gibt das Handelnde seinen Charakter und die Wirklichkeit seines Selbsts auf und ist zugrunde gegangen. Sein Sein ist dieses, seinem sittlichen Gesetze als seiner Substanz anzugehören; in dem Anerkennen des Entgegengesetzten hat dies aber aufgehört, ihm Substanz zu sein; und statt seiner Wirklichkeit hat es die Unwirklichkeit, die Gesinnung, erreicht. – Die Substanz erscheint zwar an [348] der Individualität als das Pathos derselben und die Individualität als das, was sie belebt und daher über ihr steht; aber sie ist ein Pathos, das zugleich sein Charakter ist; die sittliche Individualität ist unmittelbar und an sich eins mit diesem seinem Allgemeinen, sie hat ihre Existenz nur in ihm und vermag den Untergang, den diese sittliche Macht durch die entgegengesetzte leidet, nicht zu überleben.
Conversaciones en Valencia
[470] Este reconocimiento expresa la supresión y superación de la escisión entre el fin ético y la realidad, expresa el retorno a la Gesinnung ética, a la convicción o actitud o talante ético que sabe que nada puede ser válido sino el derecho [das Rechte, lo justo, lo que hay que hacer]. Pero con esto el agente [la conciencia agente] abandona su carácter y la realidad de su self, y se ha ido a pique. Su self consiste en pertenecer a su ley ética como sustancia suya [es decir como siendo esa ley sustancia de la conciencia]; pero en [o con] el reconocimiento de lo contrapuesto o en el reconocimiento de la ley contrapuesta, precisamente esa ley [la primera, aquella en que ella estaba] ha dejado de serle a ella la sustancia; y en lugar de su realidad lo que la conciencia ha cobrado o ha alcanzado ha sido la irrealidad, es decir, la Gesinnung, esto es, no más que lo que era su idea, pensamiento e intención. — La sustancia aparece, ciertamente, en la individualidad como el pathos de esa individualidad y la individualidad aparece como aquello que da vida [anima] a la sustancia X48X1Gramaticalmente es también posible la traducción contraria: «La sustancia aparece, ciertamente, como el pathos de esa individualidad y como aquello que da vida a la individualidad». Pero aunque esta traducción sería gramaticalmente correcta, creo que aquí no tiene sentido y que, por tanto, queda por encima de ella; pero la sustancia es un pathos que es a la vez el carácter [la persona] de ese pathos [la persona en que se plasma ese pathos]; y, por tanto, la individualidad ética es inmediata [es inmediatamente ese personaje correspondiente al carácter], o esa individualidad es inmediatamente y en sí una misma cosa que ese universal del pathos, la individualidad ética sólo tiene su existencia en él, y no puede sobrevivir a la caída que a este poder ético le inflige el poder ético opuesto.
Algunas aclaraciones
X48X = Gramaticalmente es también posible la traducción contraria: «La sustancia aparece, ciertamente, como el pathos de esa individualidad y como aquello que da vida a la individualidad». Pero aunque esta traducción sería gramaticalmente correcta, creo que aquí no tiene sentido.
Conversaciones en Madrid
[470] Este reconocimiento expresa que se ha asumido la escisión entre el fin ético y la realidad efectiva, expresa el retorno a la convicción ética que sabe que lo único que tiene vigencia es lo justo. Pero, con ello, quien obra entrega su carácter y la realidad efectiva de su sí-mismo, y ha sucumbido. Su ser es esto: pertenecer a su ley ética como su substancia; pero al reconocer lo opuesto, esta ley ha cesado, a sus ojos, de ser substancia; y en lugar de su realidad efectiva, ha alcanzado la irrealidad, la mentalidad. — Ciertamente, la substancia aparece en la individualidad como el pathos de la misma, y la individualidad aparece como lo que la vivifica, y está por eso por encima de ella; pero es un pathos que, a la vez, es su carácter; la individualidad ética es inmediata, y es en sí una cosa con esto universal suyo, tiene su existencia únicamente en ello, y no es capaz de sobrevivir al hundimiento que esta potencia ética padece por medio de la potencia contrapuesta.
Conversations in Washington
[470] [470]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition This recognition expresses the sublated conflict between ethical purpose and actuality, and it expresses the return to the ethical disposition which knows that nothing counts but the right. However, as a result the agent gives up his character and the actuality of his self and is brought to his downfall. His being is to belong to his ethical law as his substance, but in the recognition of the opposition, this law has ceased for him to be his substance, and instead of attaining his actuality, the agent has attained a non-actuality, a disposition.3Gesinnung. Alternatively this could be rendered “attitude,” or “cast of mind.” – To be sure, the substance appears in individuality as pathos, and individuality appears as what brings the substance to life and hence stands above it. However, it is a pathos that is at the same time his character. Ethical individuality is immediately and in itself at one with its universal; it has existence only within it and is incapable of surviving the downfall that this ethical power suffers at the hands of its opposite.