Gespräche in der Dämmerung 00458

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / a. El mundo ético, la ley divina y la ley humana, el hombre y la mujer [ a. Die sittliche Welt. Das menschliche und göttliche Gesetz, der Mann und das Weib]

 

[La disolución de la familia, familia y res publica]

Gespräche in Jena

[458] Er geht aus dem göttlichen Gesetz, in dessen Sphäre er lebte, zu dem menschlichen über. Die Schwester aber wird oder die Frau bleibt der Vorstand des Hauses und die Bewahrerin des göttlichen Gesetzes. Auf diese Weise überwinden die beiden Geschlechter ihr natürliches Wesen und treten in ihrer sittlichen Bedeutung auf, als Verschiedenheiten, welche die beiden Unterschiede, die die sittliche Substanz sich gibt, unter sich teilen. Diese beiden allgemeinen Wesen der sittlichen Welt haben ihre bestimmte Individualität darum an natürlich unterschiedenen Selbstbewußtsein[en], weil der sittliche Geist die unmittelbare Einheit der Substanz mit dem Selbstbewußtsein ist, – eine Unmittelbarkeit, welche also nach der Seite der Realität und des Unterschieds zugleich als das Dasein eines natürlichen Unterschieds erscheint. – Es ist diejenige Seite, welche sich an der Gestalt der sich selbst realen Individualität, in dem Begriffe des geistigen Wesens, als ursprünglich bestimmte Natur zeigte. Dies Moment verliert die Unbestimmtheit, die es dort noch hat, und die zufällige Verschiedenheit von Anlagen und Fähigkeiten. Es ist jetzt der bestimmte Gegensatz der zwei Geschlechter, deren Natürlichkeit zugleich die Bedeutung ihrer sittlichen Bestimmung erhält.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[458] Y pasa de la ley divina, en cuya esfera vivía, a la ley humana. La hermana, en cambio, ahora mujer, es la que permanece a la cabeza de la casa y se convierte en quien custodia la ley divina. De esta forma, ambos géneros [el masculino y el femenino], ambos sexos [Geschlechter] superan su ser natural, y, en su ser ético [es decir, en su significado ético], aparecen como diversidades que se reparten entre sí las dos diferencias que la sustancia ética se da a sí misma. Esas dos seres [Wesen] universales o entidades universales [o esferas universales] del mundo ético tienen por eso su determinada individualidad [Individualität] en autoconciencias naturalmente diversas [es decir, diferentes en lo que respecta a su carácter natural o a su inmediatez natural] X33X,1No se ve por qué habría de quedar adscrita a ese ser ético. porque el espíritu ético es la unidad inmediata de la sustancia con la autoconciencia; una inmediatez, por tanto, que, conforme aliado de la realidad y de la diferencia, aparece a la vez como la existencia de una diferencia natural [como el quedar ahí delante una diferencia también natural]. — Se trata de aquel lado que, en la figura de la individualidad que se es real para sí misma, es decir, en el concepto de ser-espiritual [en el ser-espíritual que aún no era, o no era más que concepto], se nos mostró como naturaleza originalmente determinada, o como la determinada naturaleza original [cap. V, C, a].2Vide en 00397 a 00417. Pero este momento [el que representaba la determinación natural original, con que la conciencia se amanecía] pierde aquí la indeterminidad que todavía tenía allí, y pierde el no constituir más que una accidental diversidad de disposiciones y capacidades. Este momento es ahora la determinada contraposición de los dos sexos [de los dos géneros], cuyo carácter natural cobra a la vez el significado de su respectiva determinación ética X34X.3No se ve por qué.

Algunas aclaraciones

X33X = No se ve por qué habría de quedar adscrita a ese ser ético.

X34X = No se ve por qué.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[458] Él sale de la ley divina, en cuya esfera vivía, y pasa a la esfera humana. Mientras que la hermana se convierte en, o la mujer permanece como, la que [543] está a la cabeza de la casa y conserva la ley divina. De este modo, ambos sexos superan su esencia natural, y entran en escena con su significado ético en cuanto diversidades que comparten entre ellas las dos diferencias que la substancia ética se da. Si estas dos esencias universales del mundo ético tienen su individualidad determinada en autoconciencias naturalmente diferenciadas, es porque el espíritu ético es la unidad inmediata de la substancia con la autoconciencia; una inmediatez, entonces, que, por el lado de la realidad y de la diferencia, aparece a la vez como la existencia de una diferencia natural. — Es aquel lado que, en la figura de la individualidad real a sí misma, en el concepto de la esencia espiritual, se mostraba como naturaleza originariamente determinada XX*X.4Se refiere a lo discutido más arriba (en 00397 a 00417) en el capítulo sobre el reino animal del espíritu (V, C, a). Este momento pierde la indeterminidad que allí tenía, y la diversidad contingente de disposiciones y capacidades. Ahora, es la oposición determinada de ambos sexos, cuyo carácter natural conserva, a la vez, el significado de su determinación ética.

Algunas aclaraciones

XX*X = Se refiere a lo discutido más arriba (en 00397 a 00417) en el capítulo sobre el reino animal del espíritu (V, C, a).

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[458] [458]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition He makes a transition from the divine law, in whose sphere he had lived, to the human law. However, either the sister becomes, or the wife remains, the overseer of the household and the guardian of the divine law. In this way, both the sexes overcome their natural essence, and they emerge in their ethical significance as diversities who divide between them the two differences that ethical substance gives itself. These two universal essences of the ethical world have their determinate individuality in naturally differentiated self-consciousnesses, because the ethical spirit is the immediate unity of substance with self-consciousness, an immediacy which thus, [265] according to the aspect of reality and difference, at the same time appears as the existence of a natural difference. – It is the aspect which appeared in the shape of the individuality which is real, to itself, or in the concept of spiritual essence, as original determinate nature. This moment loses the indeterminateness which it still had there and loses the contingent diversity of aptitudes and capacities. It is now the determinate opposition of the two sexes, whose naturalness at the same time sustains the meaning of their ethical destiny.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!