Gespräche in der Dämmerung 00446
Parte de:
C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist] / A. El espíritu verdadero, la eticidad [A. Der wahre Geist. Die Sittlichkeit] / a. El mundo ético, la ley divina y la ley humana, el hombre y la mujer [ a. Die sittliche Welt. Das menschliche und göttliche Gesetz, der Mann und das Weib]
[La ley humana]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[446] Die Einzelheit hat an dem Wesen, das wir hier betrachten, die Bedeutung des Selbstbewußtseins überhaupt, nicht eines einzelnen zufälligen Bewußtseins. Die sittliche Substanz ist also in dieser Bestimmung die wirkliche Substanz, der absolute Geist in der Vielheit des daseienden Bewußtseins realisiert; er ist das Gemeinwesen, welches für uns bei dem Eintritt in die praktische Gestaltung der Vernunft überhaupt das absolute Wesen war und hier in seiner Wahrheit für sich selbst als bewußtes sittliches Wesen und als das Wesen für das Bewußtsein, das wir zum Gegenstande haben, hervorgetreten ist. Es ist Geist, welcher für sich [ist], indem er im Gegenschein der Individuen sich, – und an sich oder Substanz ist, indem er sie in sich erhält. Als die wirkliche Substanz ist er ein Volk, als wirkliches Bewußtsein Bürger des Volkes. Dies Bewußtsein hat an dem einfachen Geiste sein Wesen und die Gewißheit seiner selbst in der Wirklichkeit dieses Geistes, dem ganzen Volke, und unmittelbar darin seine Wahrheit, also nicht in etwas, das nicht wirklich ist, sondern in einem Geiste, der existiert und gilt.
Conversaciones en Valencia
[446] Pues la individualidad [Einzelnheit] tiene en la esencia o ser [Wesen] que aquí estamos considerando [en el ser ético] el significado de autoconciencia en general, o de la autoconciencia en general, no de una conciencia particular contingente. La sustancia ética es, por tanto, en esta determinación [en la determinación de autoconciencia en general] sustancia real, el espíritu realizado en la pluralidad de la conciencia que está ahí [o de las conciencias que están ahí, de las conciencias existentes]; es el ser común (o el ser en común) que para nosotros, cuando entramos en la forma o figura práctica de la razón [cosa que sucedió en el cap. V, B, C], era el ser absoluto [es decir, que cuando entrábamos en la forma o figura práctica de la razón, era el ser absoluto, pero lo era sólo para nosotros] y que aquí ha surgido [se ha presentado, o ha amanecido] para sí mismo en su verdad como ser ético consciente y como ser para esa misma conciencia [o como ser que tiene esa misma conciencia] que aquí nosotros tenemos por objeto. Es el espíritu que es para sí, en cuanto se recibe o cobra a sí mismo o se da alcance a sí mismo precisamente reflejándose o reluciendo en los individuos [Individuen], o que es en sí o que es sustancia precisamente manteniendo a esos individuos en él. En tanto que sustancia real, el espíritu es un pueblo [Volk], y en cuanto conciencia real son los ciudadanos de ese pueblo. Esta conciencia tiene en el espíritu simple su esencia [su Wesen, aquello que ella es], y tiene la certeza de sí misma en la realidad de este espíritu, en todo el pueblo, y tiene inmediatamente en ello su verdad, por tanto, no la tiene en algo que no sea real, sino en un espíritu que existe (que está ahí) y que está vigente, que se hace valer [y que se está haciendo valer en ese su existir].
Conversaciones en Madrid
[446] [529] La singularidad tiene, en la esencia que estamos examinando aquí, el significado de la autoconciencia en general, no el de una conciencia singular contingente. La substancia ética, pues, en esta determinación, es la substancia efectivamente real, el espíritu absoluto realizado en la pluralidad de conciencias existentes; éste es la cosa pública, o esencia común que para nosotros, al entrar en la configuración práctica de la razón como tal, era la esencia absoluta y aquí ha surgido en su verdad para sí misma como esencia ética consciente, y como la esencia para la conciencia que tenemos por objeto. Esta cosa pública es el espíritu que es para sí en tanto que se mantiene en el reflejo mutuo de unos individuos en otros; y que es en sí o substancia en tanto que los mantiene a ellos dentro de sí. En cuanto substancia efectivamente real, es un pueblo, en cuanto conciencia efectivamente real, es ciudadano del pueblo. Esta conciencia tiene su esencia en el espíritu simple, y la certeza de sí misma, la tiene en la realidad efectiva de ese espíritu, en el pueblo entero, e inmediatamente en él tiene su verdad; esto es, no en algo que no sea efectivo, sino en un espíritu que existe y tiene vigencia.
Conversations in Washington
[446] [446]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition In the essence we are here considering, the meaning of singular individuality is that of self-consciousness in general, not that of a singular, contingent consciousness. In this determination, the ethical substance is thus the actual substance, absolute spirit realized in the plurality of determinately existing consciousnesses. The spirit is the polity,2Gemeinwesen which, when we entered into the practical shaping of reason itself, was for us the absolute essence and which here emerges in its truth for itself as a conscious ethical essence and as the essence for the consciousness which we now have as our object. It is spirit which is for itself, while it sustains itself within the counter-glow3Gegenschein. This word occurs in English dictionaries as a loan word from German, and it literally means “counter-glow” (as I have rendered it here instead of leaving it as “Gegenschein”). It is sometimes rendered as “opposition-effect.” It is a diffuse, faint light which is sometimes visible at a spot in the night sky at the point at which the sun is focused on the opposite side of the earth; it is believed to be sunlight which is reflected by dust particles in the atmosphere. of the individuals – and which is in itself, or is substance while it sustains the individuals within itself. As the actual substance, it is a people, and as actual consciousness, it is the citizens of the nation.4The word for “people” and “nation” here is the same German word, Volk. In other writings, however, Hegel distinguishes between a “Nation” and a “Volk.” This consciousness has its essence in simple spirit, and its certainty of itself in the actuality of this spirit, in the whole people, and it immediately therein has its truth. But it does not have its truth in something which is not actual; it has it in a spirit which exists and is validly in force.5der existiert und gilt.