Gespräche in der Dämmerung 00438

Parte de:

C. (BB) El espíritu [C. (BB) Der Geist] / VI: El espíritu [VI. Der Geist]

 

[XXXXXX]

Gespräche in Jena

[438] Sein geistiges Wesen ist schon als die sittliche Substanz bezeichnet worden; der Geist aber ist die sittliche Wirklichkeit. Er ist das Selbst des wirklichen Bewußtseins, dem er oder vielmehr das sich als gegenständliche wirkliche Welt gegenübertritt, welche aber ebenso für das Selbst alle Bedeutung eines Fremden, so wie das Selbst alle Bedeutung eines von ihr getrennten, abhängigen oder unabhängigen Fürsichseins verloren hat. Die Substanz und das allgemeine, sichselbstgleiche, bleibende Wesen, – ist er der unverrückte und unaufgelöste Grund und Ausgangspunkt des Tuns Aller und ihr Zweck und Ziel, als das gedachte Ansich aller Selbstbewußtsein[e]. – Diese Substanz ist ebenso das allgemeine Werk, das sich durch das Tun Aller und Jeder als ihre Einheit und Gleichheit erzeugt, denn sie ist das Fürsichsein, das Selbst, das Tun. Als die Substanz ist der Geist die unwankende, gerechte Sichselbstgleichheit; aber als Fürsichsein ist sie das aufgelöste, das sich aufopfernde gütige Wesen, an dem jeder sein eigenes Werk vollbringt, das allgemeine Sein zerreißt und sich seinen Teil davon nimmt. Diese Auflösung und Vereinzelung des Wesens ist eben das Moment des Tuns und Selbsts Aller; es ist die Bewegung und Seele der Substanz und das bewirkte allgemeine Wesen. Gerade darin, daß sie das im Selbst aufgelöste Sein ist, ist sie nicht das tote Wesen, sondern wirklich und lebendig.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[438] Su ser [Wesen] espiritual o su entidad espiritual [es decir, el ser espiritual del espíritu] lo hemos caracterizado ya [o lo hemos descrito ya] como la sustancia ética; pero lo que el espíritu es, es la realidad ética X6X.1Vide infra Algunas aclaraciones X6X. El espíritu es el self [el sí-mismo] de la conciencia real a la que ese espíritu le sale al encuentro (o más bien, que ella misma se sale al encuentro) como mundo objetivo [como un mundo que está autónomamente ahí], como mundo que ha perdido para el self todo significado de algo extraño, al igual que el self ha perdido todo significado de un para-sí separado de este mundo, de un ser-para-sí dependiente, o también independiente. Y siendo el espíritu la sustancia y el ser [Wesen] universal igual a sí mismo y permanente, el espíritu es el inamovible y siempre firme y nunca disuelto fundamento y punto de partida del hacer de todos, y también el fin y objetivo de todos en cuanto En-sí pensado de toda autoconciencia [en cuanto aquello a lo que toda autoconciencia se orienta de antemano]. Esta sustancia es asimismo la obra universal [la obra general, la obra de todos] que se engendra mediante el hacer de todos y de cada uno, como unidad e igualdad de ellos, pues ella es el ser para sí, el sí-mismo [el self], el hacer. En cuanto sustancia, el espíritu es la igualdad consigo mismo, carente de toda vacilación en su justicia [o en su justeza]; pero, en cuanto [539] ser-para-sí, esa sustancia [o esa igualdad consigo mismo] es el ser [Wesen] que se disuelve o deshace a sí mismo [dándose a esos para-síes], que bondadoso o benefactor se sacrifica a sí mismo X7X,2Este motivo del autosacrificio original, que ya está en la literatura védica, desempeña un notable papel en lo que sigue, sobre todo en el cap. VI, B, y también en el cap. VII. A este motivo del sacrificio le dio muchas vueltas G. Bataille, también en relación con Hegel. en el que cada cual realiza su propia obra, desgarra ese ser [Wesen] universal y se toma su parte de él. Esta disolución y particularización o individualización [Vereinzelung] del ser del espíritu es precisamente el momento del hacer y del self de todos; ese momento es el movimiento y alma de la sustancia y el ser universal operado [es decir, el ser universal, en cuanto producto del obrar]. Y precisamente porque es un ser disuelto en el self [o disuelto en self], resulta que no es un ser muerto, sino que es un ser real y vivo.

Algunas aclaraciones

X6X

El espíritu, en su inmediatez, lo hemos caracterizado en el cap. V, C, como la sustancia ética. Esta sustancia, ese mundo, que queda ahora ahí delante para la propia autoconciencia, como consistiendo la propia autoconciencia en esa sustancia, es la realidad ética. La noción de sustancia hace referencia a lo inamovible y a la igualdad consigo del espíritu en su propia simplicidad, es decir, al lado spinoziano del concepto de espíritu. La noción de realidad pone en primer plano la idea de diferencia.

X7X

Este motivo del autosacrificio original, que ya está en la literatura védica, desempeña un notable papel en lo que sigue, sobre todo en el cap. VI, B, y también en el cap. VII. A este motivo del sacrificio le dio muchas vueltas G. Bataille, también en relación con Hegel.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[438] Ya se ha designado su esencia espiritual como la substancia ética; pero el espíritu es la efectiva realidad ética. Es el sí-mismo de la conciencia efectivamente real, a la que él se enfrenta, o que, más bien, viene a ponerse enfrente como mundo objetual efectivo que, sin embargo, ha perdido para el sí-mismo todo significado de algo extraño, del mismo modo que el sí-mismo ha perdido todo [523] significado de un ser-para-sí separado de ese mundo, dependiente o independiente de él. Substancia y esencia universal permanente, igual a sí misma: él, el espíritu, es el fundamento y punto de partida, no quebrantado ni disuelto, de la actividad de todos, así como su fin y meta en cuanto lo en-sí pensado de toda autoconciencia. — Esta substancia es, asimismo, la obra universal que se engendra por la actividad de todos y cada uno como la unidad e igualdad de ellos, pues ella es el ser-para-sí, el sí-mismo, la actividad. En cuanto la substancia, el espíritu es la seipseigualdad justa y sin vacilación; pero, en cuanto Ser-para-sí, la substancia es la esencia disuelta, la esencia bondadosa que se sacrifica, en la que cada uno lleva a cumplimiento su propia obra, desgarra el ser universal y toma para sí una parte de él. Esta disolución y singularización de la esencia es justamente el momento de la acción y del sí-mismo de todos; es el movimiento y el alma de la substancia, y la esencia universal causada y efectuada. Justamente en el hecho de que es el ser disuelto en el sí-mismo no es la esencia muerta, sino que es efectivamente real, y viviente.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[438] [438]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Its spiritual essence has already been characterized as ethical substance, but spirit is ethical actuality. Spirit is the self of the actual consciousness [254] which spirit confronts, or rather which confronts itself as an objective actual world, a world which has, for the self, just as much lost all significance as something alien, just as the self has lost all sense of being a dependent or independent being-for-itself separated from that world. Spirit is the substance and the universal self-equal, lasting essence4sichselbstgleiche, bleibende Wesen – it is the unshakable and undissolved ground and point of origin for the doing of each and all – it is their purpose and goal as the conceptualized5gedachte in-itself of all self-consciousnesses. – This substance is just as much the universal work, which as a result engenders itself through the doing of each and all as their unity and equality, for this substance is being-for-itself, or the self, doing. As substance, spirit is unwavering, just and equitable self-equality.6Sichselbstgleichheit. This would perhaps be better rendered here as “self-consistency.” However, as being-for-itself, it is the dissolved essence, the self-sacrificing, kindly essence, within which each completes his own work, rends something from the universal being, and takes his own share from it. This dissolution and singularization of the essence is just the moment of the doings of each and the self of each; that moment is the movement and soul of the substance, and it is the effectuated universal spiritual essence. Precisely therein that it is “being” dissolved in the self, the substance is not the dead essence, but rather is actual and alive.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!