Gespräche in der Dämmerung 00430
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / C. La individualidad que se es real en y para sí misma [C. Die Individualität, welche sich an und für sich selbst reell ist] / c. La razón comprobadora de leyes, o la razón que examina y comprueba leyes [c. Gesetzprüfende Vernunft]
[La sustancia simple se nos revela a nosotros como universalidad formal (la cosa misma); para la conciencia en este momento de su devenir, no se trata de que esa universalidad formal y esa conciencia pura no sean sino la cosa misma, sino que esa conciencia por de pronto consiste en quedar ese universal frente al momento de contenido; la conciencia se ha convertido en conciencia comprobadora de la universalizabilidad de máximas, en el sentido de Kant]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[430] Allein wenn auf diese Weise das Nichteigentum widersprechend erscheint, so geschieht es nur darum, weil es nicht als einfache Bestimmtheit gelassen worden ist. Dem Eigentum geht es ebenso, wenn es in Momente aufgelöst wird. Das einzelne Ding, das mein Eigentum ist, gilt damit für ein Allgemeines, Befestigtes, Bleibendes, dies widerspricht aber seiner Natur, die darin besteht, gebraucht zu werden und zu verschwinden. Es gilt zugleich für das Meinige, das alle anderen, anerkennen und sich davon ausschließen. Aber darin, daß ich anerkannt bin, liegt vielmehr meine Gleichheit mit allen, das Gegenteil der Ausschließung. – Was ich besitze, ist ein Ding, d.h. ein Sein für Andere überhaupt, ganz allgemein und unbestimmt nur für mich zu sein; daß Ich es [318] besitze, widerspricht seiner allgemeinen Dingheit. Eigentum widerspricht sich daher nach allen Seiten ebensosehr als Nichteigentum; jedes hat diese beiden entgegengesetzten, sich widersprechenden Momente der Einzelheit und Allgemeinheit an ihm. – Aber jede dieser Bestimmtheiten einfach vorgestellt, als Eigentum oder Nichteigentum, ohne weitere Entwicklung, ist eine so einfach als die andere, d.h. sich nicht widersprechend. – Der Maßstab des Gesetzes, den die Vernunft an ihr selbst hat, paßt daher allem gleich gut und ist hiermit in der Tat kein Maßstab. – Es müßte auch sonderbar zugehen, wenn die Tautologie, der Satz des Widerspruchs, der für die Erkenntnistheoretischer Wahrheit nur als ein formelles Kriterium zugestanden wird, d.h. als etwas, das gegen Wahrheit und Unwahrheit ganz gleichgültig sei, für die Erkenntnis praktischer Wahrheit mehr sein sollte.
Conversaciones en Valencia
[430] Sólo que si la no-propiedad aparece como siendo contradictoria en los términos en que lo estamos viendo, ello solamente sucede porque no la hemos dejado estar como determinidad simple. Pues a la propiedad le pasa otro tanto cuando se la disuelve o deshace en momentos. La cosa particular que es mi propiedad, se considera (precisamente por ser mi propiedad X286X1Es decir, por caer bajo la determinación universal de ser propiedad, que será siempre una propiedad consolidada y estable mía, o tuya, o del otro.) algo universal, algo consolidado, algo estable; pero esto se contradice con su naturaleza, que consiste en ser utilizada y en desaparecer. Esa cosa se considera a la vez lo mío que todos los demás reconocen como mío y se excluyen así de ella. Pero precisamente en ese ser yo reconocido reside mi igualdad con todos, lo contrario de la exclusión. — Pero además, lo que yo poseo es una cosa, es decir, un ser para otros en general, que, por tanto, es totalmente universal e indeterminado en lo que respecta a ser para mí; el que yo la posea se contradice, por tanto, con esa su coseidad universal, o lo que es lo mismo: con ese carácter universal de su coseidad. Por tanto, la propiedad se contradice por todos lados, lo mismo que la no propiedad; ambas, tanto la propiedad como la no propiedad, tienen en ellas estos momentos contrapuestos, el de la individualidad particular [Einzelnheit] y el de la universalidad, que mutuamente se contradicen. — Pero cada una de estas determinidades [es decir, la propiedad y la no-propiedad], cuando nos la representamos simplemente, o cuando nos la representamos como simple, es decir, como propiedad o como no-propiedad, sin ulterior desarrollo, es una determinidad tan simple como la otra, es decir, una determinidad que no se contradice. — Así pues, el criterio de la ley, ese supuesto criterio que la razón lleva en sí misma, se acomoda a todo igual de bien, resultando, por tanto, que no es en realidad criterio ninguno. — Y, realmente, sería sorprendente que la tautología, el principio de no contradicción, que para el conocimiento de la verdad teorética se admite ser solamente un criterio formal, es decir, algo que es completamente indiferente respecto a la verdad o no verdad, hubiese de ser algo más [o debiera representar algo más] para el conocimiento de la verdad práctica.
Algunas aclaraciones
X286X = Es decir, por caer bajo la determinación universal de ser propiedad, que será siempre una propiedad consolidada y estable mía, o tuya, o del otro.
Conversaciones en Madrid
[430] Sólo que, si de este modo la no-propiedad aparece de manera contradictoria, ello ocurre únicamente porque no se la ha dejado como determinidad simple. A la propiedad le ocurre exactamente igual cuando se la disuelve en momentos. La cosa singular que es mi propiedad vale entonces como una cosa universal, sólidamente fijada, permanente; pero esto contradice su naturaleza, la cual consiste en ser usada y desaparecer. Vale, a la vez, como lo mío que todos los demás reconocen, excluyéndose de ella. Pero en el hecho de que yo esté reconocido reside más bien mi igualdad con todos, lo contrario de la exclusión. — Lo que poseo es un cosa, es decir, algo que para otros en general es un ser totalmente universal y que no comporta la determinación de ser sólo para mí; que yo lo posea contradice su cosidad universal. Por eso, la propiedad se contradice por todos lados tanto como la no-propiedad; cada una tiene en ella estos dos momentos contrapuestos, mutuamente contradictorios, de la singularidad y la universalidad. — Pero cada una de estas determinidades, representada simplemente como propiedad o como no-propiedad, sin un desarrollo ulterior, es una determinidad tan simple como la otra, es decir, no contradictoria consigo. — Por eso, la pauta de la ley que la razón tiene en ella misma se adapta igual de bien a todo, con lo que, de hecho, no es ninguna pauta. — Resultaría en verdad extraordinario que la tautología, el principio de contradicción, que en lo que se refiere al conocimiento de la verdad teórica, sólo es admitido como criterio formal XX*X,2Así es para Kant, KrV B89 y 190. esto es, como algo que es del todo indiferente frente a la verdad y la no-verdad, debiera de ser algo más en lo que se refiere al conocimiento de la verdad práctica.
Algunas aclaraciones
XX*X = Así es para Kant, KrV B89 y 190.
Conversations in Washington
[430] [430]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition But if in this way no-property appears to be contradictory, this is only for the reason that it has not been left as a simple determinateness. The same thing happens to property when it has been dissolved into its moments. The singular thing which is my property thereby counts as something universal, established, and lasting, but this contradicts its nature, which consists in its being used and in its vanishing. At the same time it counts as mine, which all others recognize and from which they are excluded, but my being recognized therein is the basis of my equality with all others, which is the contrary of exclusion. – What I possess is a thing,4Ding i.e., a being for others as such, but which is universally and indeterminately for me alone. That I possess it contradicts its universal thinghood. Property therefore contradicts itself in all aspects as much as non-property does; each has in it both of these opposing and self-contradictory moments of singularity and universality. – However, when each of these determinatenesses is represented simply as property or non-property without any further development, one is as simple as the other, i.e., is not self-contradictory. The standard of the law which reason has in its own self therefore fits every case equally well and is thus in fact no criterion at all. – It would also be very peculiar if tautology, the principle of non-contradiction, which everyone concedes to be only a formal criterion for knowing of theoretical truth, i.e., as something which is supposed to be wholly indifferent to truth and untruth, were for the knowing of practical truth supposed to be more than that.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION
OFFICĪNA PHILOSOPHŌRVM ***