Gespräche in der Dämmerung 00375
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / B. La realización de la autoconciencia racional mediante sí misma [B. Die Verwirklichung des vernünftigen Selbstbewußtseins durch sich selbst] / b. La ley del corazón y el desvarío de la vanidad, de la petulancia y de la arrogancia (o el desvarío del lado oscuro de uno) [b. Das Gesetz des Herzens und der Wahnsinn des Eigendünkels]
[La contradicción de la presente figura; una doble esencialidad contrapuesta]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[375] Was also dieser Gestalt des Selbstbewußtseins aus ihrer Erfahrung als das Wahre hervorgeht, widerspricht dem, was sie für sich ist. Was sie aber für sich ist, hat selbst die Form absoluter Allgemeinheit für sie, und es ist das Gesetz des Herzens, welches mit dem Selbstbewußtsein unmittelbar eins ist. Zugleich ist die bestehende und lebendige Ordnung ebenso sein eigenes Wesen und Werk, es bringt nichts anderes hervor als sie; sie ist in gleich unmittelbarer Einheit mit dem Selbstbewußtsein. Dieses ist auf diese Weise, einer gedoppelten entgegengesetzten Wesenheit angehörend, an sich selbst widersprechend und im Innersten zerrüttet. Das Gesetz dieses Herzens ist nur dasjenige, worin das Selbstbewußtsein sich selbst erkennt; aber die allgemeine gültige Ordnung ist durch die Verwirklichung jenes Gesetzes ebenso ihm sein eigenes Wesen und seine eigene Wirklichkeit geworden; was in seinem Bewußtsein sich also widerspricht, ist beides in der Form des Wesens und seiner eigenen Wirklichkeit für es.
Conversaciones en Valencia
[La contradicción de la presente figura; una doble esencialidad contrapuesta]
[375]1Epígrafe: La contradicción de la presente figura; una doble esencialidad contrapuesta. Así pues, lo que a esta figura o forma de la autoconciencia, a partir de su propia experiencia, le surge o se le produce o le amanece como lo verdadero, está en contradicción con aquello que esa figura es para sí. Pero lo que esa figura o Gestalt es para sí [ley del corazón, por tanto ley universal], tiene ello mismo la forma de universalidad absoluta para esa figura, y ello no es sino la ley del corazón, que de forma inmediata es una sola cosa con la autoconciencia. A la vez, el orden existente y vivo [el orden vigente y vivo] es asimismo su propia esencia y obra [la esencia y obra de la autoconciencia], la autoconciencia no produce otra cosa que ese orden; ese orden está en unidad igualmente inmediata con la autoconciencia. Ésta se encuentra perteneciendo, por tanto, de este modo a una doble esencialidad contrapuesta [consta, por decirlo así, de dos seres contrapuestos], se encuentra contradiciéndose a sí misma, y se halla desarreglada y trastornada en lo más íntimo de sí. La ley de este corazón es aquello sólo en lo cual la autoconciencia se reconoce a sí misma; pero el orden universalmente vigente, precisamente a través de la realización de esa ley, se le ha convertido asimismo a la autoconciencia en su propia esencia [Wesen] y en su propia realidad; lo que en su conciencia [en la conciencia de esa ley] se contradicen son, por tanto, estas dos cosas que tienen ambas para la autoconciencia la forma de la esencia [de la esencia de la autoconciencia] y de su propia realidad [de la realidad de la autoconciencia].
Conversaciones en Madrid
[375] Lo que a esta figura de la autoconciencia, a partir de su experiencia, le brota entonces como lo verdadero contradice lo que ella es para sí. Pero lo que ella es para sí tiene para ella la forma de la universalidad absoluta, y es la ley del corazón, la cual es inmediatamente Una con la autoconciencia. Al mismo tiempo, el orden subsistente y vivo es, en la misma medida, su propia esencia y obra, ella no produce otra cosa que tal orden; éste se halla en una unidad igualmente inmediata con la autoconciencia. De esta manera, ésta pertenece a una esencialidad duplicada y contrapuesta, que se contradice a sí misma y está desgarrada en lo más íntimo. La ley de este corazón es solamente aquello en lo que la autoconciencia se reconoce a sí misma; pero el orden universal vigente, por la realización efectiva de esa ley, ha llegado, en la misma medida, a serle su propia esencia y su propia realidad efectiva; lo que se contradice dentro de su conciencia, entonces, es ambas cosas, en forma de la esencia y de su propia realidad efectiva para ella.
Conversations in Washington
[375] [375]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Therefore, for this shape of self-consciousness, what emerges from its experience as the truth contradicts what this shape is for itself. What it is for itself has the form of absolute universality for it, and it is the law of the heart which is immediately one with self-consciousness. At the same time, the stably existing and living order is just as much its own essence and handiwork. What it originates is nothing other than what this shape itself originates, and that shape is in an equally immediate unity with self-consciousness. In this way, this self-consciousness, which belongs to a doubly opposed essentiality, is in itself contradictory and, in what is most inner to it, has broken down. The law of this heart is only that in which self-consciousness cognizes3erkennt itself, but through the actualization of that law, the universally valid order has just as much become to self-consciousness its own essence and its own actuality. What is therefore self-contradictory in its consciousness is both in the form of essence and in the form of its own actuality for it.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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