Gespräche in der Dämmerung 00321

Parte de:

 C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas [b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze]

 

[La fisiognómica natural y la científica]

Gespräche in Jena

[321] Die Gesetze, welche diese Wissenschaft zu finden ausgeht, sind Beziehungen dieser beiden gemeinten Seiten und können daher selbst nichts als ein leeres Meinen sein. Auch da dies vermeinte Wissen, das mit der Wirklichkeit des Geistes sich zu tun macht, gerade dies zu seinem Gegenstande hat, daß er aus seinem sinnlichen Dasein heraus sich in sich reflektiert, und das bestimmte Dasein für ihn eine gleichgültige Zufälligkeit ist, so muß es bei seinen aufgefundenen Gesetzen unmittelbar wissen, daß nichts damit gesagt ist, sondern eigentlich rein geschwatzt oder nur eine Meinung von sich gegeben wird; ein Ausdruck, der die Wahrheit hat, dies als dasselbe auszusprechen, – seine Meinung zu sagen und damit nicht die Sache, sondern nur eine Meinung von sich beizubringen. Dem Inhalte nach aber können diese Beobachtungen nicht von denen abweichen: »Es regnet allemal, wenn wir Jahrmarkt haben, sagt der Krämer; und auch allemal, wenn ich Wäsche trockne, sagt die Hausfrau.«

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[321] Las leyes que esta ciencia sale a buscar y a encontrar, son relaciones de estos dos supuestos lados [existencia supuesta e interior supuesto], y, por tanto, no pueden ellas mismas ser otra cosa que un vacío suponer, que un vacío querer decir [o querer esas leyes decir] [sin llegar a decir nada]. Pero como ese supuesto saber [o ese saber que se busca], de lo que se ocupa es precisamente de la realidad del espíritu, tiene que tener precisamente por objeto el que el objeto [o el que el espíritu] se reflicte en sí a partir de su existencia sensible [se reflicte en sí desde su existencia sensible, desde su quedar ahí sensible], y [por tanto] el que la existencia determinada es para él una contingencia indiferente; por eso, en las leyes que ese supuesto saber encuentra, ese saber tiene que saber inmediatamente que no está diciendo nada con ellas, sino que propiamente no son más que pura cháchara y, por tanto, con tal suponer, no está dando sino una opinión [Meynung] [no está dando sino una suposición]; son una expresión [o ese supuesto saber constituye una expresión] que tiene, ciertamente, la verdad de decir eso [es decir, que no tiene otra verdad que la de expresar una opinión, una suposición, un suponer], pero no más que repitiéndolo como lo mismo; es decir, que tiene la verdad de decir su opinión, y que, por tanto, la verdad que tiene es la de establecer y enseñar no la cosa, sino sólo esa opinión de sí [ese estar suponiendo, ese suponer suyo]. Y, por tanto, en lo que respecta a su contenido, estas observaciones no pueden diferir de las del tipo: «Llueve siempre que salgo al mercado, dice el tendero. Y también siempre que tiendo la ropa, dice el ama de casa» X156X1G. C. Lichtenberg, Über die Physiognomik, seg. edic. Gotinga, 1778, pág. 72. [Lichtenberg].

Algunas aclaraciones

X156X = G. C. Lichtenberg, Über die Physiognomik, seg. edic. Gotinga, 1778, pág. 72.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[321] Las leyes en cuya búsqueda parte esta ciencia son referencias de estos dos lados opinados, y por eso, ellas mismas no pueden ser otra cosa que un opinar vacío. Además, como este saber presunto que se propone tratar de la realidad efectiva del espíritu tiene por objeto suyo precisamente el que el espíritu, a partir de su existencia sensible, viene a reflejarse dentro de sí, y la existencia determinada es para él una contingencia indiferente, entonces, este saber presunto tiene que saber inmediatamente que con esas leyes no se ha dicho nada, sino que, propiamente, son pura palabrería, con la que se está dando tan sólo una opinión suya; una expresión que tiene la verdad de enunciar esto como si fuera lo mismo: decir su opinión y, con ello, no enseñar la Cosa, sino sólo una opinión suya. Conforme al contenido, sin embargo, esas observaciones no quedan muy lejos de estas otras: «Llueve cada vez que hay feria, dice el tendero; y también cada vez que tiendo la colada, dice el ama de casa».

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[321] [321]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition The laws which this science sets out to find are the relations between these two aspects it means to talk about,3gemeinten and thus the laws can themselves be no more than empty opinionating.4Meinen. Since this alleged knowing takes it upon itself to deal with the actuality of spirit, it also has as its object precisely the following. Spirit is reflected out of sensuous existence back into itself. For spirit, determinate existence is an indifferent contingency, and so it must immediately know that in the laws which it has stumbled upon, nothing has thereby really been said. Rather, it must immediately know that these laws are in fact just pure chatter, or they only amount to saying what is on one’s mind.5eine Meinung von sich. It is an expression that is true in that it expresses just that – it states one’s view6Meinung and does thereby say anything about the thing itself; it only adds that it is one’s own view.7Meinung von sich. However, according to their content, such observations cannot differ from these: “It always rains at our annual fair,” says the retailer, and “It also rains every time,” says the housewife, “when I put my washing out to dry.”

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!