Gespräche in der Dämmerung 00308
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas [b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze]
[La Psicología empírica]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[308] Es fällt hiermit das Sein hinweg, welches an und für sich wäre und die eine, und zwar die allgemeine Seite eines Gesetzes ausmachen sollte. Die Individualität ist, was ihre Welt als die ihrige ist; sie selbst ist der Kreis ihres Tuns, worin sie sich als Wirklichkeit dargestellt hat, und schlechthin nur Einheit des vorhandenen und des gemachten Seins; eine Einheit, deren Seiten nicht wie in der Vorstellung des psychologischen Gesetzes als an sich vorhandene Welt und als für sich seiende Individualität auseinanderfallen; oder wenn sie so jede für sich betrachtet wird, so ist keine Notwendigkeit und Gesetz, ihrer Beziehung füreinander vorhanden. [232]
Conversaciones en Valencia
[308] De este modo cae y desaparece, pues, el ser que fuese en y para sí [en y por sí] y que hubiera de constituir uno de los lados de la ley, y, por cierto, el lado universal de ésta. La individualidad [Individualität] es lo que es su mundo en cuanto mundo suyo [es su mundo, pero como mundo suyo]; ese mundo es el círculo mismo de su acción en el que ella se ha expuesto como realidad; y, por tanto, ese mundo [o ella misma] X146X1Depende de cómo se interprete el pronombre sie del original. sólo es absolutamente la unidad del ser que está ahí delante o que estaba ahí ya y el ser-hecho [el ser en cuanto hecho, el ser, en cuanto ser que la individualidad hace] [es decir, la unidad del ser con el que la individualidad se encuentra y el ser que la individualidad hace]; una unidad cuyos lados, a diferencia de lo que sucede en la representación de la ley psicológica [es decir, en la representación que la ley psicológica se hace o que la ley psicológica sugiere], no cae el uno fuera del otro, a título respectivamente de un mundo que está en sí ahí, y de una individualidad que es para sí; o lo que es lo mismo: cuando se lo considera en tales términos a cada uno de por sí, entonces no existe necesidad alguna, ni tampoco existe ley alguna que rija las relaciones del uno con la otra [del mundo con la individualidad] X147X.2Vide infra Algunas aclaraciones X147X.
Algunas aclaraciones
X146X
Depende de cómo se interprete el pronombre sie del original.
X147X
Por sugerentes que puedan resultar todas las consideraciones que ha venido haciendo el autor sobre la Lógica, la Psicología empírica y la Antropología (o más bien sociología), cabe preguntarse hacia dónde se dirige toda esta argumentación o cuál es la moraleja que se sigue de ella. Pues este cap. V, A, b, se abrió diciendo que la autoconciencia, que es concepto, había de encontrarse ahora como lo que ella era, como concepto; concepto, pues, como concepto. Pero lo que en realidad se nos está diciendo es que precisamente cuando la autoconciencia se tiene inequívocamente delante (pues en la Lógica, la Psicología y la Antropología se trata inequivocamente de ella y no de otra cosa), la autoconciencia vuelve a errarse y se toma por Seyn, con lo cual las cosas (mientras la autoconciencia racional y crítica sigue, ciertamente, investigando) vuelven a no cuadrarle. Pero lo curioso de todo esto es que Hegel va a empezar a sugerirnos que las cosas vuelven a no cuadrarle a la conciencia observadora porque ésta no ha cometido aún con radicalidad suficiente (no ha cometido suficientemente a fondo) el error de tomarse por Seyn. Hoy (es decir en nuestra actualidad) sí lo habría cometido ya más decididamente (adscribiéndose la autoconciencia observadora a un programa de «epistemología naturalizada» y afirmando después algún tipo de reduccionismo respecto a la física). Pues sólo cuando la conciencia llegue a descubrir que no es más que Seyn (que no es sino cerebro e incluso cráneo) se habrá descubierto de verdad como concepto, es decir, como aquello que siendo lo absolutamente otro de ella misma, no es sino ella misma. Sólo entonces habrá dado con lo suyo que ella había salido a buscar.
Hegel insiste en que el ponerse la autoconciencia ella ahí delante como siendo absolutamente un objeto es lo único que agota el sentido de la figura que presenta la observación científica y constituye la grandeza de ésta. Sobre esto Hegel no deja la menor duda.
Y precisamente en esa cumbre la conciencia hace la experiencia de que (o empieza a reparar en que, o empieza a husmear que, o empieza a darse cuenta de que) aquello que tiene ella ahí delante (el cerebro) como siéndolo ella, como siendo aquello que ella es, es algo infinitamente distinto de ella. Es decir, precisamente cuando hace la experiencia de que ella no es sino lo absolutamente contrario de ella, una cosa ahí, cerebro reducible a su base físico-química, precisamente entonces la conciencia repara en que eso que ella es, es lo infinitamente distinto de ella. Con lo cual la conciencia no encuentra otra verdad que la certeza misma de la que la conciencia partió de ser toda realidad, ella y lo otro de ella. La «conciencia desgraciada» reaparece de la mano de la razón observadora, precisamente en la cumbre de la razón observadora.
Con esta súbita repetición de la figura de la «conciencia desgraciada» estaremos al final del cap. V, A, c. Y en el contexto de esa súbita aparición de la figura de la «conciencia desgraciada» se formula la tesis principal del libro, la de que el ser como tal no constituye la naturaleza del espíritu.
Conversaciones en Madrid
[308] Con lo cual queda eliminado el ser que fuera en y para sí, y que debiera constituir un lado de la ley, y por cierto, el universal. La individualidad es lo que su mundo sea en cuanto que es el suyo; ella misma es el círculo de su actividad, en el que se ha expuesto como realidad efectiva, y es, simple y únicamente, unidad del ser presente y del ser hecho; una unidad cuyos lados no caen para disociarse como mundo presente en sí y como individualidad que es para sí, según ocurre en la representación de la ley psicológica; o bien, en otros términos, si se contempla cada uno de los lados para sí, no hay presentes ninguna necesidad ni ley de su referencia mutua.
Conversations in Washington
[308] [308]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Being, which is supposed to be in and for itself and which is supposed to constitute one aspect, which to be sure is the universal aspect of a law, thereby falls by the wayside. Individuality is what its world is as its own. Individuality itself is the circle of its own doing, within which it has exhibited itself as actuality and within which it is plainly only the unity of only present and made being,4des vorhandenen und des gemachten Seins. a unity whose aspects do not come undone as they did in the representational thought of psychological law, where they fell apart into a world present in itself and an individuality existing for itself. Or, if those aspects are thus each considered for themselves, then there is neither any necessity present, nor is there any law governing their relation to each other.
Conversaciones en el Atrium
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