Gespräche in der Dämmerung 00306

Parte de:

 C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas [b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze]

 

[La Psicología empírica]

Gespräche in Jena

[306] Das Gesetz dieses Verhältnisses der beiden Seiten müßte nun dies enthalten, was diese bestimmten Umstände für eine Wirkung und Einfluß auf die Individualität ausüben. Diese Individualität aber ist gerade dies, ebensowohl das Allgemeine zu sein und daher auf eine ruhige unmittelbare Weise mit dem vorhandenen Allgemeinen, den Sitten, Gewohnheiten usf. zusammenzufließen und ihnen gemäß zu werden, als sich entgegengesetzt gegen sie zu verhalten und sie vielmehr zu verkehren – sowie gegen sie in ihrer Einzelheit ganz gleichgültig sich zu verhalten, sie nicht auf sich einwirken zu lassen und nicht gegen sie tätig zu sein. Was auf die Individualität Einfluß und welchen Einfluß es haben soll – was eigentlich gleichbedeutend ist –, hängt darum nur von der Individualität selbst ab; dadurch ist diese Individualität diese bestimmte geworden, heißt nichts anderes als: sie ist dies schon gewesen. Umstände, Lage, Sitten usf., welche einerseits gezeigt werden als vorhanden und andrerseits in dieser bestimmten Individualität, drücken nur das unbestimmte Wesen derselben aus, um welches es nicht zu tun ist. Wenn diese Umstände, Denkungsart, Sitten, Weltzustand überhaupt nicht gewesen wären, so wäre allerdings das Individuum nicht geworden, was es ist; denn diese allgemeine Substanz sind alle, welche in diesem Weltzustande sich befinden. – Wie er sich aber in diesem Individuum – und ein solches soll begriffen werden – partikularisiert hat, so müßte er sich an und für sich selbst partikularisiert und in dieser Bestimmtheit, welche er sich gegeben, auf ein Individuum eingewirkt haben; nur so hätte er es zu diesem bestimmten gemacht, das es ist. Wenn das Äußere sich an und für sich so beschaffen hat, wie es an der Individualität erscheint, wäre diese aus jenem begriffen. Wir hätten eine gedoppelte Galerie von Bildern, deren eine der Widerschein der ändern wäre; die eine die Galerie der völligen Bestimmtheit und Umgrenzung äußerer Umstände, die andere dieselbe übersetzt [231] in die Weise, wie sie in dem bewußten Wesen sind; jene die Kugelfläche, dieses der Mittelpunkt, welcher sie in sich vorstellt.

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Conversaciones en Valencia

[306] La ley de esta relación entre ambos lados tendría entonces que contener qué clase de influencia y efecto tienen sobre la individualidad [Individualität] estas determinadas circunstancias. Pero esta individualidad consiste precisamente en esto, a saber: tanto en ser lo universal y, por tanto, en venir a coincidir fundiéndose de una quieta manera inmediata con lo universal que está ahí delante, es decir, con las costumbres, con los usos, etc., y en hacerse conforme con ellos, como en comportarse contrariamente a ellos, y más bien invertirlos o pervertirlos, como también en comportarse de forma totalmente indiferente respecto a ellos [o frente a ellos] en esa su individualidad [Einzelnheit] [de ellos], en no dejar que operen sobre la individualidad [Individualität], y en no permitir que actúen contra ella. Por tanto, qué sea lo que ha de tener influencia sobre la individualidad y qué influencia haya de tener ello sobre la individualidad —cosas ambas que son totalmente sinónimas— sólo depende de la individualidad misma; y por eso, el que esta individualidad se haya convertido en esta individualidad determinada, no significa otra cosa sino que esa individualidad ha sido [o era] ya eso [es decir, que esa individualidad era ya eso por elección suya, y por tanto, no algo que pudiera explicarse a partir de aquellas influencias]. Circunstancias, situación, costumbres, que por una parte se muestran como estando ahí delante, existiendo ahí, y por otra parte, se muestran en esta determinada individualidad, no expresan sino el ser indeterminado de esa individualidad, del que precisamente no se trata aquí. Y si estas circunstancias, formas de pensamiento, costumbres, y estado del mundo no hubiesen sido, resulta que entonces, ciertamente, el individuo [Individuum] no se hubiese convertido en aquello que él es, pues esa sustancia universal no son sino todos aquellos que se encuentran en este estado del mundo X145X.1Es decir, el individuo es ingrediente del estado del mundo, mediante aquello en que el individuo se ha convertido por libre decisión suya (y mediante aquello en que cada uno de los individuos se ha convertido por libre decisión de cada uno de ellos). Por tanto, cuando se buscan leyes generales y estables que permitan explicar al individuo a partir del estado del mundo, difícilmente se va a conseguir explicar mucho. — Pero así como ese estado del mundo se ha particularizado en este individuo —y a tal individuo es al que se trata de entender—, así también ese estado del mundo tendría que haberse particularizado en y para sí mismo [o tendría que haberse particularizado en y por sí mismo] y, en esta determinidad que él mismo se habría así dado, haber actuado sobre el individuo; sólo así habría sido él quien hubiese convertido a ese individuo en el individuo determinado que ese individuo es. Si lo exterior (en y por sí mismo) se hubiera hecho a sí mismo tal como aparece en la individualidad, entonces [y sólo entonces] ésta quedaría entendida a partir de él; tendríamos una doble galería de imágenes, de la que una es o sería el reflejo y trasunto de la otra; la primera sería la galería de la plena determinidad y delimitación de las circunstancias externas, y la otra sería esa misma pero traducida al modo y manera como esas circunstancias son o están en el ser consciente; aquélla sería la superficie de la esfera, y éste su centro, el cual centro se representa o representaría en sí a esa superficie.

Algunas aclaraciones

X145X = Es decir, el individuo es ingrediente del estado del mundo, mediante aquello en que el individuo se ha convertido por libre decisión suya (y mediante aquello en que cada uno de los individuos se ha convertido por libre decisión de cada uno de ellos). Por tanto, cuando se buscan leyes generales y estables que permitan explicar al individuo a partir del estado del mundo, difícilmente se va a conseguir explicar mucho.

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Conversaciones en Madrid

[306] Ahora bien, la ley de esta relación de ambos lados tendría que contener el tipo de efecto e influencia que esas circunstancias determinadas ejercen sobre la individualidad. Pero esta individualidad es precisamente esto: tanto ser lo universal, y, por ende, confluir de un modo tranquilo e inmediato con lo universal presente, los usos, costumbres, etc., y adecuarse a ellos, cuanto, en la misma medida, comportarse contraponiéndose a ellas, e invertirlas, más bien, —así como comportarse con toda indiferencia frente a ellas en su singularidad, no dejarse influir por ellas ni actuar contra ellas—. Lo que deba tener influencia en la individualidad, y —lo que viene a ser lo mismo— qué influencia tenga, depende, por eso, únicamente de la individualidad misma; a través de este influjo, esta individualidad ha llegado a ser esta individualidad determinada, lo que no quiere decir sino que ella ya ha sido esto. Circunstancias, situación, usos, etc. que, por un lado, son mostradas como presentes, y por otro, dentro de esta individualidad determinada, expresan únicamente la esencia indeterminada de la misma, lo que no hace al caso aquí. Si no hubiera habido estas circunstancias, mentalidad, usos, este estado del mundo en general, el individuo, desde luego, no habría llegado a ser lo que es; pues esta sustancia universal lo son todos lo que se encuentran en este estado del mundo. — Pero del mismo modo que este último se ha particularizado en este individuo, —y una cosa tal debe ser concebida—, tendría que particularizarse en y para sí mismo, y, en esta determinidad que se ha dado, haber ejercido su influjo sobre un individuo; sólo así podría haberse convertido en esto determinado que es. Si lo exterior se ha hecho en y para sí tal como aparece en la individualidad, ésta quedaría concebida a partir de aquél. Tendríamos una galería doble de imágenes, cada una de ellas el reflejo de la otra; una, la galería de la determinidad y demarcación completa de las circunstancias exteriores, otra, la misma galería, trasladada al modo en que las imágenes son en la esencia consciente; aquélla, la superficie de la esfera, ésta, el centro que la representa dentro de sí.

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Conversations in Washington

[306] [306]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition The law of this relation of both sides must now contain what kind of effect and influence these determinate circumstances exercise on individuality. However, this individuality is precisely this: An individuality which is just as much the universal and which thus flows together in a motionless, immediate manner with those universals which are present (those mores, habits, etc.), and comes to be in accordance with them as conducting itself in opposition to them and even as inverting them, and it does this in addition to conducting itself with complete indifference towards them in its singularity, neither allowing them to exert an influence over it, nor being itself active in its opposition to them. What is supposed to have an influence on individuality and which influence it is supposed to have – which really means the same thing – depends for that reason entirely on individuality itself. As a result, this individuality has become this determinate individuality, which is to say nothing more than that it has already been this all along. Circumstances, situations, mores, and the like, which on the one hand show themselves to be present and on the other hand show themselves to be within this determinate individuality, themselves express only the indeterminate essence of individuality, which is not the issue here. However much these circumstances, this style of thought, those mores, or the whole state of the world itself were not to have existed, still the individual would not have become what he is, for all individuals are this universal substance when they are situated in this state of the world. – In whatever way the state of the world has been particularized in this individual – and it is such an individual that is supposed to be comprehended – the state of the world would have to have been particularized in and for itself, and within this determinateness which it gave itself, to have had an effect on an individual. Only in that way could it have made the individual into the determinate individual that he is. However much the state of the world had been so constituted in and for itself as it appears in individuality itself, still the latter would be comprehended on the grounds of the former. We would have a double gallery of pictures, each of which would be the reflection back of the other. The one would be the gallery of complete determinateness and the complete encompassing of external circumstances; the other would be the same gallery translated into the way in which those circumstances are in the conscious being.3Wesen The former would be the spherical surface, the latter the center which represents that surface within itself.

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Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

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