Gespräche in der Dämmerung 00299
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / b. La observación de la autoconciencia en la pureza de ésta y en la relación de ésta con la realidad externa; leyes lógicas y psicológicas [b. Die Beobachtung des Selbstbewußtseins in seiner Reinheit und seiner Beziehung auf äußere Wirklichkeit; logische und psychologische Gesetze]
[La lógica formal y la ciencia de la Lógica]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[299] Indem sie sich nun in sich selbst kehrt und auf den als freien Begriff wirklichen Begriff richtet, findet sie zuerst die Gesetze des Denkens. Diese Einzelheit, welche das Denken an ihm selbst ist, ist die abstrakte, ganz in die Einfachheit zurückgenommene Bewegung des Negativen, und die Gesetze sind außerhalb der Realität. – Sie haben keine Realität, heißt überhaupt nichts anderes als: sie sind ohne Wahrheit. Sie sollen auch zwar nicht ganze, aber doch formelle Wahrheit sein. Allein das rein Formelle ohne Realität ist das Gedankending oder die leere Abstraktion ohne die Entzweiung an ihr, welche nichts anderes als der Inhalt wäre. Auf der ändern Seite aber, indem sie Gesetze des reinen Denkens sind, dieses aber das an sich Allgemeine und also ein Wissen ist, welches unmittelbar das Sein und darin alle Realität an ihm hat, sind diese Gesetze absolute Begriffe und ungetrennt die Wesenheiten der Form wie der Dinge. Da die sich in sich bewegende Allgemeinheit der entzweite einfache Begriff ist, hat er auf diese Weise Inhalt an sich, und einen solchen, welcher aller Inhalt, nur nicht ein sinnliches Sein ist. Es ist ein Inhalt, der weder im Widerspruche mit der Form noch überhaupt von ihr getrennt, sondern vielmehr wesentlich sie selbst ist; denn diese ist nichts anderes als das in seine reinen Momente sich trennende Allgemeine.
Conversaciones en Valencia
[La lógica formal y la ciencia de la Lógica]
[299]1Epígrafe: La lógica formal y la ciencia de la Lógica. Por tanto, al volverse ahora sobre sí misma y al enderezarse al concepto que se vuelve real [o que se ha vuelto real] en cuanto concepto libre [en cuanto concepto que es para él concepto], es cuando la observación empieza encontrando las leyes del pensamiento. Esta individualidad que el pensamiento es en él mismo, es el movimiento abstracto de lo negativo, que se reasume por entero [ese movimiento] en la simplicidad [o que se reabsorbe por entero en simplicidad], y sus leyes quedan, por tanto, fuera de la realidad X136X.2Una idea similar a la que L. Wittgenstein expresa en el Tractatus logico-philosophicus (cap. 6.), pero que el autor va a borrar enseguida. — El que no tengan ninguna realidad no significa sino que sean leyes sin verdad. Ellas, por su parte, tampoco pretenden ser toda la verdad, pero sí verdad formal. Sólo que lo puramente formal sin realidad no es sino el Gedankending, el ente de razón, o lo que es lo mismo: la vacía abstracción sin disociación en ella, pues esa disociación [si se diese] no sería otra cosa que el contenido [y no ya sólo forma]. — Pero, por otro lado, en cuanto esas leyes son leyes del puro pensamiento, y éste es lo Universal en sí [o es lo en sí universal], y, por tanto, es un saber que tiene inmediatamente ser o que tiene inmediatamente el ser [en dicho carácter de en-sí], y que en el ser tiene toda realidad X137X,3Una primera alusión al cogito, sum. El pensamiento en ese su pensarse, pone el ES en que toda realidad consiste, pues ese ES compendia todo el contenido de la conciencia, es decir, el tipo de objetos tratados en los caps. I, II, III. Esta idea se va a repetir insistentemente a partir de ahora. resulta que estas leyes son conceptos absolutos y que inseparadamente [es decir, sin solución de continuidad] constituyen las esencialidades tanto de la forma [o de las formas] como de las cosas [es decir, constituyen aquello en que consisten tanto las formas como las cosas]. Y porque la universalidad que se mueve en sí [in sich, es decir, dentro de sí misma] es el concepto simple disociado, resulta que de este modo [es decir, mediante esa disociación] el concepto tiene contenido en sí [tiene lo que en sí es un contenido], y por cierto [tiene] un contenido que es todo contenido, sólo que no un ser sensible [sólo que no el contenido que representaría un ser sensible, que es en lo que en definitiva la observación lo va a convertir]. Es un contenido que no está en contradicción con la forma ni tampoco está separado de ella, sino que más bien es esencialmente la forma misma, pues ésta no es otra cosa que lo universal que se separa en sus momentos puros.
Algunas aclaraciones
X136X = Una idea similar a la que L. Wittgenstein expresa en el Tractatus logico-philosophicus (cap. 6.), pero que el autor va a borrar enseguida.
X137X = Una primera alusión al cogito, sum. El pensamiento en ese su pensarse, pone el ES en que toda realidad consiste, pues ese ES compendia todo el contenido de la conciencia, es decir, el tipo de objetos tratados en los caps. I, II, III. Esta idea se va a repetir insistentemente a partir de ahora.
Conversaciones en Madrid
[299] Ahora bien, al volverse hacia dentro de sí misma y orientarse hacia el concepto que es efectivamente real como concepto libre, lo primero que encuentra la observación son las leyes del pensar. Esta singularidad que es el pensar en él mismo es el movimiento abstracto, totalmente recogido en la simplicidad, de lo negativo, y las leyes están fuera de la realidad. — No tienen ninguna realidad, lo que no significa otra cosa sino que son sin verdad. Tampoco es que deban ser la verdad toda, pero sí la verdad formal. Sólo que lo puramente formal sin realidad es una entelequia X91X,4 Gedankending. Véase nota nota X64X en 00131). o esa abstracción vacía que no tiene en ella la escisión, no siendo esta última otra cosa que el contenido. — Por otro lado, sin embargo, en tanto que son leyes del pensar puro, pero éste es lo universal en sí, y es, por lo tanto, un saber que tiene en él inmediatamente al ser, y con ello, a toda realidad, estas leyes son conceptos absolutos e, indisociadamente, son las esencialidades, tanto de la forma como de las cosas. Dado que la universalidad que se mueve dentro de sí es el concepto simple escindido, tiene éste, en sí, de esa manera, contenido, y un contenido tal que todo él es contenido, pero le falta justo el ser sensible. Es un contenido que ni está en contradicción con la forma ni está, en modo alguno, separado de ella, sino que, antes bien, es, esencialmente, ella misma, pues ésta no es otra cosa que lo universal separándose en sus momentos puros.
Algunas aclaraciones
X91X = Gedankending. Véase nota X64X en 00131).
Conversations in Washington
[299] [299]5We kept the numeration given by the editor in the printed edition While observation now turns back around into itself, and it directs itself to the actual concept as the free concept, it finds first of all the laws of thought. This singular individuality, which thinking is in its own self, is the abstract movement of the negative taken entirely back into simplicity, and the laws lie outside the bounds of reality. – To say they have no reality generally means nothing but that they are without truth. To be sure, they are also supposed not to be the entire truth but nonetheless to be formally true. Yet “the purely formal without reality” is itself a thought-thing,6Gedankending that is, an empty abstraction without any estrangement in it, an estrangement which, if it were there, would be nothing else but the content itself. – But on the other side of the coin, while they are the laws of pure thinking, and pure thinking is in itself the universal and is thus knowing that immediately has being and thereby has all reality in it, these laws are absolute concepts, and they are inseparably the essentialities both of form and of things. Since universality which moves itself within itself is the estranged simple concept, the concept has in this way a content in itself, the kind of content which is all content but is not a sensuous being. It is a content that is neither in contradiction to nor separated in any way from the form; rather, it is essentially the form itself, for the latter is nothing but the universal dividing itself into its pure moments.
Conversaciones en el Atrium
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