Gespräche in der Dämmerung 00270
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]
c.1.1. Leyes de sus momentos puros, que son la sensibilidad, etc.
[La relación del interior con el interior]
Tabla de contenidos
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[270] Es ergab sich für ein Gesetz das Verhältnis, daß die allgemeine organische Eigenschaft an einem organischen Systeme sich zum Dinge gemacht und an ihm seinen gestalteten Abdruck hätte, so daß beide dasselbe Wesen wären, das einmal als allgemeines Moment, das andere Mal als Ding vorhanden. Aber außerdem ist auch die Seite des Innern für sich ein Verhältnis mehrerer Seiten, und es bietet sich daher zuerst der Gedanke eines Gesetzes an als einer Beziehung der allgemeinen organischen Tätigkeiten oder Eigenschaften aufeinander. Ob ein solches möglich ist, muß sich aus der Natur einer solchen Eigenschaft entscheiden. Sie ist aber, als [205] eine allgemeine Flüssigkeit, teils nicht etwas, das nach der Weise eines Dinges beschränkt [ist] und in dem Unterschiede eines Daseins sich hält, das seine Gestalt ausmachen sollte, sondern die Sensibilität geht über das Nervensystem hinaus und durch alle anderen Systeme des Organismus hindurch, – teils ist sie allgemeines Moment, das wesentlich ungeschieden und unzertrennlich von Reaktion oder Irritabilität und Reproduktion ist. Denn als Reflexion-in-sich hat sie schlechthin die Reaktion an ihr. Nur Insichreflektiertsein ist Passivität oder totes Sein, nicht eine Sensibilität, – sowenig als Aktion, was dasselbe ist als Reaktion, ohne Insichreflektiertsein Irritabilität ist. Die Reflexion In der Aktion oder Reaktion und die Aktion oder Reaktion in der Reflexion ist gerade dies, dessen Einheit das Organische ausmacht, eine Einheit, welche mit der organischen Reproduktion gleichbedeutend ist. Es folgt hieraus, daß in jeder Weise der Wirklichkeit dieselbe Größe der Sensibilität indem wir zuerst das Verhältnis derselben und der Irritabilität zueinander betrachten – vorhanden sein muß als der Irritabilität, und daß eine organische Erscheinung ebensosehr nach der einen als nach der anderen aufgefaßt und bestimmt oder, wie man will, erklärt werden kann. Dasselbe, was der eine etwa für hohe Sensibilität nimmt, kann ein anderer ebensogut für hohe Irritabilität und Irritabilität von derselben Höhe betrachten. Wenn sie Faktoren genannt werden und dies nicht ein bedeutungsloses Wort sein soll, so ist eben damit ausgesprochen, daß sie Momente des Begriffs sind, also der reale Gegenstand, dessen Wesen dieser Begriff ausmacht, sie auf gleiche Weise an ihm hat und [daß,] wenn er auf die eine bestimmt wird als sehr sensibel, er ebenso auf die andere als ebensosehr irritabel auszusagen ist.
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c.1.1. Leyes de sus momentos puros, que son la sensibilidad, etc.
[La relación del interior con el interior]
[270]1Epígrafe de Hegel: c.1.1. Leyes de sus momentos puros, que son la sensibilidad, etc. XXX2Otro epígrafe: La relación del interior con el interior. Una ley de este tipo resultaba ser [por ejemplo] la relación de que una propiedad orgánica universal [o la propiedad orgánica universal de que se trate, la sensibilidad, por ejemplo] se habría hecho cosa en un determinado sistema orgánico [en el sistema nervioso], tendría en él su plasmación [Abdruck], estructurada esa plasmación en términos de una determinada conformación o configuración [gestalteter Abdruck], de suerte que ambos (la propiedad orgánica universal y la cosa) serían el mismo ser [Wesen], que una vez estaría presente como momento universal, y otra vez como cosa [Ding] [lo cual en definitiva no podría tener ninguna verdad]. Pero además también el lado del interior es de por sí una relación de varias caras [o entre varias caras], con lo cual lo primero que empieza ofreciéndose es, pues, la noción [Gedanke] de una ley que habría de entenderse como una relación de actividades orgánicas universales o propiedades orgánicas universales, que se ejercen unas sobre otras o que actúan unas sobre otras. El que ello sea o no posible, habrá de decidirse a partir de la naturaleza de tal propiedad. Pues tal propiedad [pongamos por caso la sensibilidad], en cuanto fluido universal, en parte no es algo que se mantenga limitado al modo o manera de una cosa [sistema nervioso] y se mantenga en la diferencia de una existencia [es decir, de un quedar ahí determinadamente], lo que constituiría la forma o figura [Gestalt] de esa cosa, sino que la sensibilidad va más allá del sistema nervioso y pasa a través de todos los demás sistemas de organismo [los penetra], y en parte esa propiedad [la sensibilidad] es momento universal esencialmente indiviso e inseparable de la reacción [de la capacidad de reacción] o irritabilidad, y de la reproducción. Pues en cuanto reflexión en sí [o en cuanto reflectirse en sí], esa propiedad [la sensibilidad] lleva en sí [contiene en sí] sin más lo que llamamos reacción o irritabilidad. Ahora bien, no más que estar [algo] reflectido en sí [o no más que consistir algo en reflexión en sí] sería pasividad, o lo que es lo mismo: no sería sino ser-muerto o estar-muerto, pero no sensibilidad; e igualmente, la acción (que es lo mismo que la reacción) no sería irritabilidad si la sensibilidad no consistiese en tal estar lo orgánico reflectido en sí. La reflexión en la acción o reacción, y la acción o reacción en la reflexión: precisamente esto es lo que en su unidad constituye lo orgánico, y esa unidad es idéntica a la reproducción orgánica o tiene el mismo significado que ella [es decir, no significa a su vez sino la reproducción]. De ello se sigue que en toda forma de realidad [de lo orgánico], la sensibilidad (si es que empezamos considerando la relación que ella y la irritabilidad guardan entre sí) tiene que ser de la misma magnitud que la irritabilidad, y de ello se sigue también que un fenómeno orgánico pueda ser entendido, o se lo pueda determinar, o, si se quiere, pueda ser explicado, tanto conforme a la una como conforme a la otra. Aquello mismo que alguien puede tomar por una alta sensibilidad puede otro igualmente tomarlo por una alta irritabilidad, y tenerlo por una irritabilidad de la misma altura [o magnitud] o del mismo grado. Cuando a la sensibilidad y a la irritabilidad se les llama factores, si tal término tiene que ser algo más que una palabra carente de sentido, al emplear ese término se tiene que querer estar diciendo que sensibilidad e irritabilidad son momentos del concepto, y, por tanto, que el objeto real cuya ser o esencia [Wesen] viene constituida por ese concepto, tiene en él ambas por igual, y cuando se lo define o determina conforme a una de ellas diciendo de él que es muy sensible, también habrá que decir de él o suponer de él otro tanto en lo que se refiere a la otra, habiendo de decirse o suponerse que es igual de irritable.
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[270] Para una ley, ha resultado la relación de que la propiedad orgánica universal, en un sistema orgánico, se habría convertido en cosa y tendría en esa cosa la figura de su huella impresa, de modo que ambos serían la misma esencia, presente por un lado como momento universal, por otro como cosa. Pero, además, también el lado de lo interno es para sí una relación de varios lados, y por eso se ofrece primero el pensamiento de una ley como una referencia recíproca de las actividades o propiedades orgánicas universales. Si algo así es posible, tiene que decidirse a partir de la naturaleza de semejante propiedad. Pero ésta, en cuanto fluidez universal, por una parte, no es algo que quede restringido del modo de una cosa y se mantenga dentro de la diferencia de una existencia que debiera constituir su figura, sino que la sensibilidad va más allá del sistema nervioso y atraviesa todos los otros sistemas del organismo; y por otra parte, es un momento universal que es esencialmente indiviso y no puede ser arrancado de la reacción o de la irritabilidad y la reproducción. Pues, en cuanto reflexión dentro de sí, tiene, sin más, la reacción en ella. Sólo el ser-reflexionado dentro de sí es pasividad, o ser muerto, no una sensibilidad, como tampoco en cuanto acción es irritabilidad sin estar reflexionado dentro de sí. La reflexión dentro de la acción, o la reacción, y la acción o la reacción dentro de la reflexión, es precisamente eso cuya unidad constituye lo orgánico, una unidad que significa lo mismo que la reproducción orgánica. Se sigue de aquí que en cada modo de la realidad efectiva tiene que estar presente —al considerar nosotros primero la relación de ambas y de la irritabilidad entre sí— la misma cantidad de sensibilidad que de irritabilidad, y que un fenómeno orgánico puede ser aprehendido y determinado, o como se quiera decir, explicado, tanto de un lado como del otro. Lo mismo que uno toma, acaso, por alta sensibilidad, otro puede muy bien tomarlo por alta irritabilidad, y considerarlo irritabilidad del mismo grado. Si se los llama factores XX*X,3La terminología es de Schelling, quien, en su Erster Entwurf eines Systems der Naturphilosophie, habla de la sensibilidad y la irritabilidad como factores. SW I/3, 217, 230 y sigs.; también en Ideen y en Weltseele: SW I/2, 48 y sigs. y SW I/2, 60 y sigs. y esta no ha de ser una palabra sin significado, se enuncia con ello justamente que son momentos del concepto, esto es, que el objeto real cuya esencia la constituye este concepto, los tiene de igual modo en él, y que si está determinado de un modo como muy sensible, puede declararse, del otro modo, como irritable en la misma medida.
Algunas aclaraciones
XX*X = La terminología es de Schelling, quien, en su Erster Entwurf eines Systems der Naturphilosophie, habla de la sensibilidad y la irritabilidad como factores. SW I/3, 217, 230 y sigs.; también en Ideen y en Weltseele: SW I/2, 48 y sigs. y SW I/2, 60 y sigs.
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[270] [270]4We kept the numeration given by the editor in the printed edition It turned out that for there to be such a law, the relationship has to be such that the universal organic property would have made itself into a thing in an organic system and would have its own shaped imprint in it, so that both would be the same essence, available at one time as a universal moment and at another time as a thing. However, in addition, the inner aspect is also for itself a relationship of many aspects, and thus that at first suggests the thought of a law as a relation among universal organic activities or among properties to each other. Whether such a law is possible has to be decided on the basis of the nature of such a property. However, such a property as a universal fluidity is in part not something restricted, like a thing, and maintains itself within the differences of an existence which is supposed to constitute its shape. Instead, sensibility goes beyond the nervous system and pervades all the other systems of the organism: – In part, such a property is a universal moment which is essentially undivided and inseparable from reaction, or irritability, and reproduction, since, as the reflection into itself, it has in itself reaction itself. Mere reflectedness-into-itself is passivity, or dead being. It is not a sensibility, as little as action, which is the same as reaction, is, without reflectedness-into-itself, irritability. Reflection within action or reaction, and action or reaction within reflection is precisely the unity that constitutes the organic, a unity which is synonymous with organic reproduction. It follows from this that in every mode of actuality there must be – while we are initially considering the relationship of sensibility and irritability to each another – the same magnitude of sensibility present as the magnitude of irritability, and that an organic appearance can be comprehended and determined, or, if one pleases, explained, equally as much according to the one as it can according to the other. What one person might take for high sensibility, another might just as well take for both high irritability and an irritability of the same degree. However much they are called factors (and if this is not supposed to be a meaningless word), still what is thereby declared is that they are moments of the concept, thus of the real object, the essence of which is constituted by this concept which likewise has both of them in it, and if the object is in one way determined to be very sensitive, then in the other way it is just as well to be spoken of as very irritable.
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