Gespräche in der Dämmerung 00263
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]
[c. Interior y exterior]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[263] Dies Innere mit seinem Entgegengesetzten und ihre Beziehung aufeinander näher betrachtet, ergibt sich, daß fürs erste die beiden Seiten des Gesetzes nicht mehr wie bei früheren Gesetzen lauten, worin sie als selbständige Dinge jede als ein besonderer Körper erschienen, noch auch fürs andere so, daß das Allgemeine irgend sonst außer dem Seienden seine Existenz haben sollte. Sondern das organische Wesen ist ungetrennt überhaupt zugrunde gelegt, als Inhalt des Inneren und Äußeren, und für beide dasselbe; der Gegensatz ist dadurch [202] nur noch ein rein formeller, dessen reale Seiten dasselbe Ansich zu ihrem Wesen [haben], zugleich aber, indem Inneres und Äußeres auch entgegengesetzte Realität und ein für das Beobachten verschiedenes Sein sind, scheinen sie ihm Jedes einen eigentümlichen Inhalt zu haben. Dieser eigentümliche Inhalt, da er dieselbe Substanz oder organische Einheit ist, kann aber in der Tat nur eine verschiedene Form derselben sein; und dies wird von dem beobachtenden Bewußtsein darin angedeutet, daß das Äußere nur Ausdruck des Inneren ist. – Dieselben Bestimmungen des Verhältnisses, nämlich die gleichgültige Selbständigkeit der Verschiedenen und In ihr ihre Einheit, worin sie verschwinden, haben wir an dem Zweckbegriffe gesehen.
Conversaciones en Valencia
[263] Cuando se considera más detalladamente este interior junto con aquello que se le contrapone [el exterior], y se considera también más detalladamente la relación entre ambos, resulta que, en primer lugar, los dos lados de la ley ya no suenan como en las leyes anteriores [ya no tienen el sentido que en las leyes anteriores] en las que los dos lados aparecían como cosas autónomas, cada una como un cuerpo [Körper] especial, ni tampoco ocurre, en segundo lugar, que lo universal hubiese de tener su existencia en alguna parte fuera de lo que está inmediatamente ahí. Sino que el ser [Wesen] orgánico queda puesto inseparadamente a la base, es decir, queda puesto como contenido tanto del interior como del exterior y como el mismo para ambos; la contraposición es por eso una contraposición todavía puramente formal, cuyos lados reales tienen todavía por ser o por esencia [Wesen] el mismo en-sí, pero que, a la vez, al ser también el interior y el exterior realidades contrapuestas y representar cada una de ellas para la observación un ser [Seyn] de tipo distinto, a la observación le parece que cada una de esas realidades tiene un contenido peculiar. Pero ese peculiar contenido, al no poder consistir tal contenido sino en la misma sustancia o unidad orgánica, no puede ser en realidad sino sólo una distinta forma de esa unidad; y esto es lo que la conciencia observadora señala al decir que el exterior no es sino una expresión del interior. — Las determinaciones concernientes a la relación [que esos dos lados guardan], a saber: la indiferente autonomía de esos lados distintos, y en esa autonomía la unidad en la que esos lados desaparecen, las hemos visto ya [hace un momento], al hablar del concepto de fin [al hablar de cómo enfoca la observación de lo orgánico la conservación del organismo].
Conversaciones en Madrid
[263] Si se considera más de cerca esto interno con su contrapuesto, y su referencia mutua, resulta, en primer lugar, que los dos lados de la ley no tienen ya el tenor de las leyes anteriores, donde aparecían como cosas autónomas, cada una como un cuerpo particular, ni tampoco tienen el tenor de que lo universal debería tener su existencia en algún sitio fuera de lo ente. Sino que la esencia orgánica subyace sin más en el fundamento, inseparada, como contenido de lo interno y lo externo, y siendo lo mismo para ambos; por lo que la oposición es ya sólo una oposición puramente formal, cuyos lados reales tienen como esencia suya el mismo en-sí, pero que, a la vez, en tanto que interno y externo son también realidades contrapuestas y seres diversos para el observar, le parece a éste que cada uno de ellos tiene un contenido peculiar propio. Este contenido peculiar propio, sin embargo, como es la misma substancia o unidad orgánica, sólo puede ser, de hecho, una forma diversa de esa unidad; y esto lo sugiere la conciencia que observa en que lo externo es sólo expresión de lo interno. — Las mismas determinaciones de la relación, a saber, la autonomía indiferente de los que son diversos, y dentro de ella, su unidad en la que desaparecen, las hemos visto en el concepto teleológico.
Conversations in Washington
[263] [263]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition Regarded more closely, this inner, with its opposites and their relation to each other, turns out to be the following. First of all, the two sides of the law are no longer to be taken as they were in the case of previous laws, in which the two sides appeared to be self-sufficient things so that each appeared as a particular body, nor are they to be taken as existing for others so that the universal would be supposed to have its existence somewhere outside the bounds of what is existing. Rather, the organic being2Wesen is laid as the foundation, or as undivided and as the content of inner and outer, and it is the same for both. The opposition is, as a result, still only a purely formal opposition, whose real aspects have the same in-itself for their essence, but at the same time, while inner and outer are also each an opposed reality and a different being for observation, each seems, to observing consciousness, to have a distinctive content of its own. However, this distinctive content, since it is the same substance, or the same organic unity, can in fact only be a different form of that substance, or that organic unity. Observing consciousness intimates as much in its claim that the outer is only the expression of the inner. – In the concept of purpose, we have seen the same determinations of the relationships, namely, the indifferent self-sufficiency of the various sides, and within that indifferent self-sufficiency, their unity within which they disappear.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION