Gespräche in der Dämmerung 00259
Parte de:
C. (AA.) Razón [C. (AA.) Vernunft] / V: Certeza y verdad de la razón [V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft] / A. La razón observadora [A. Beobachtende Vernunft] / a. Observación de la naturaleza [a. Beobachtung der Natur]
[De cómo es el propio organismo como siendo un fin en sí lo que despista a la observación]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[259] Näher betrachtet, so liegt diese Bestimmung ebensowohl in dem Begriffe des Dinges, daß es Zweck an ihm selbst ist. Es nämlich erhält sich, d.h. zugleich, es ist seine Natur, die Notwendigkeit zu verbergen und in der Form zufälliger Beziehung darzustellen; denn seine Freiheit oder [sein] Fürsichsein ist eben dieses, sich gegen sein Notwendiges als ein Gleichgültiges zu verhalten; es stellt sich also selbst als ein solches dar, dessen Begriff außer seinem Sein falle. Ebenso hat die Vernunft die Notwendigkeit, ihren eigenen Begriff als außer ihr fallend, hiermit als Ding anzuschauen, als ein solches, gegen das sie und das hiermit gegenseitig gegen sie und gegen seinen Begriff gleichgültig ist. Als Instinkt bleibt sie auch innerhalb dieses Seins oder der Gleichgültigkeit stehen, und das Ding, welches den Begriff ausdrückt, bleibt ihm ein Anderes als dieser Begriff, der Begriff ein Anderes als das Ding. So ist das organische Ding für sie nur so Zweck an ihm selbst, daß die Notwendigkeit, welche in seinem Tun als verborgen sich darstellt, indem das Tuende darin als ein gleichgültiges Fürsichseiendes sich verhält, außer dem Organischen selbst fällt. – Da aber das Organische als Zweck an ihm selbst sich nicht anders verhalten kann denn als ein solches, so ist auch dies erscheinend und sinnlich gegenwärtig, daß es Zweck an ihm selbst ist, und es wird so beobachtet. Das Organische zeigt sich als ein sich selbst Erhaltendes und in sich Zurückkehrendes und Zurückgekehrtes. [200] Aber in diesem Sein erkennt dies beobachtende Bewußtsein den Zweckbegriff nicht oder dies nicht, daß der Zweckbegriff nicht sonst irgendwo in einem Verstande, sondern eben hier existiert und als ein Ding ist. Es macht einen Unterschied zwischen dem Zweckbegriffe und dem Fürsichsein und Sichselbsterhalten, welcher keiner ist. Daß er keiner ist, ist nicht für es, sondern ein Tun, das zufällig und gleichgültig gegen das, was durch dasselbe zustande kommt, erscheint; und die Einheit, welche doch beides zusammenknüpft, – jenes Tun und dieser Zweck fällt ihm auseinander.
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[De cómo es el propio organismo como siendo un fin en sí lo que despista a la observación]
[259]1Epígrafe: De cómo es el propio organismo como siendo en sí un fin lo que despista a la observación. Pero considerada con más detalle, esta determinación [el modo como la cosa orgánica se ofrece] radica asimismo en el concepto de la cosa [orgánica] de ser ella en sí misma un fin. Pues la cosa se conserva a sí misma; lo cual significa a la vez que su naturaleza, es decir, la naturaleza de la cosa, consiste en ocultar su necesidad y exponerla en la forma de una relación contingente; pues su libertad [es decir, la libertad de la cosa de la que estamos hablando] X65X2Es decir, el quedar allende toda determinación suya, el quedar convertida toda determinación en momento desapareciente del todo orgánico. o ser-para-sí [de la cosa] consiste precisamente en comportarse [o haberse] respecto a lo suyo necesario como si se tratase de algo indiferente; la cosa se expone o presenta, pues, como algo cuyo concepto cae fuera de su ser [cae fuera del ser de ella] X66X.3Ella queda más allá de cualquier elemento suyo que esté ahí delante, es negatividad referida a sí misma. Y con la razón sucede otro tanto: la razón tiene igualmente como necesidad suya [como necesario ingrediente suyo] el mirar su propio concepto [el propio concepto de la razón] como cayendo fuera de ella, y, por tanto, el considerarlo como cosa, como una cosa respecto a la que la razón es indiferente, y que, por tanto, ella lo es respecto a la razón y respecto a su propio concepto [es decir, respecto al propio concepto de sí, respecto al propio concepto de esa cosa]. Como instinto, la razón se queda también dentro de ese ser [fuera del cual cae su concepto] o dentro de esa indiferencia, y la cosa que es expresión del concepto o que expresa el concepto, le permanece a ese instinto algo distinto, y el concepto algo otro que la cosa [o algo distinto de la cosa] X67X.4Y lo que la «Crítica del juicio teleológico» de Kant consagra es eso. Por tanto, ésta es la razón, aunque equivocada, que asiste a la «Crítica del juicio teleológico» de Kant. Y así, para la razón la cosa orgánica es fin o telos en sí misma, pero sólo en términos tales que la necesidad, que en el hacer de la cosa se muestra como oculta en el sentido de que quien hace [es decir, la cosa] se comporta en ello como un ser-para-sí indiferente [o como algo que es para sí indiferente] X68X,5Ein gleichgültiges für sich seyendes. esa necesidad, digo, cae [para la razón] fuera de lo orgánico mismo. — Ahora bien, como lo orgánico, en cuanto telos en él mismo [o fin en sí mismo], no puede comportarse de otra manera que como tal [es decir, que como tal fin], resulta también que el que lo orgánico sea fin en sí mismo se convierte en algo que aparece ahí y que está-ahí-presente en términos sensibles, y que, por tanto, es también observado así. Lo orgánico se muestra como algo que se mantiene y conserva a sí mismo y como algo que consiste en estar retornando a sí mismo y en haber retornado a sí mismo. Pero en este ser, la razón observadora no reconoce el concepto de fin, o lo que es lo mismo: no reconoce que el concepto de fin no es algo que esté en alguna parte por ahí en algún entendimiento [en algún Entendimiento providente], sino que helo precisamente aquí, y que existe y es como una cosa que está ahí. La conciencia observadora hace [establece] una diferencia entre el concepto de fin [por un lado] y el ser esa cosa para sí misma y el conservarse esa cosa a sí misma [por otro lado], diferencia que no es ninguna diferencia. El que esa diferencia no sea diferencia ninguna, eso no es algo que sea para la conciencia [observadora], sino que ello es [o cobra el aspecto de] un hacer que aparece como contingente e indiferente frente a aquello que se produce mediante ese hacer, y la unidad que articula y asocia ambas cosas, es decir, que articula y asocia ese hacer y aquel fin, a ella, es decir, a la conciencia, se le deshace, es decir, esos dos elementos caen para ella uno fuera del otro.
Algunas aclaraciones
X65X = Es decir, el quedar allende toda determinación suya, el quedar convertida toda determinación en momento desapareciente del todo orgánico.
X66X = Ella queda más allá de cualquier elemento suyo que esté ahí delante, es negatividad referida a sí misma.
X67X = Y lo que la «Crítica del juicio teleológico» de Kant consagra es eso. Por tanto, ésta es la razón, aunque equivocada, que asiste a la «Crítica del juicio teleológico» de Kant.
X68X = Ein gleichgültiges für sich seyendes.
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[259] Considerada más de cerca, esta determinación reside, en la misma medida, dentro del concepto de la cosa, por el que ella es fin en ella misma. La cosa, en efecto, se conserva; es decir, que su naturaleza consiste, al mismo tiempo, en ocultar la necesidad y en presentarla en forma de referencia contingente; pues su libertad o su ser-para-sí es precisamente esto: comportarse frente a lo que es necesario suyo como frente a algo indiferente; se presenta, pues, a sí misma como algo cuyo concepto cae fuera de su ser. Asimismo, la razón tiene la necesidad de intuir su propio concepto como cayendo fuera de ella, y por tanto, como cosa; una cosa tal que frente a ella y su concepto la razón es indiferente, y la cosa, consecuente y recíprocamente, frente a la razón. En cuanto instinto, la razón permanece también estancada dentro de este ser, o de la indiferencia, y la cosa que expresa el concepto sigue siendo, para el instinto, algo otro que este concepto, el concepto algo otro que la cosa. Así, la cosa orgánica es fin en ella misma para la razón sólo de tal manera que, en tanto que lo que actúa se comporta como algo indiferente que es para sí, la necesidad que se presenta como oculta en la actividad de la cosa cae fuera de lo orgánico mismo. — Mas, como lo orgánico, en cuanto fin en ello mismo, no puede comportarse de otro modo que como tal, también es algo que aparece y está sensiblemente presente el que lo orgánico sea fin en ello mismo, y así es observado. Lo orgánico se muestra como algo que se conserva a sí mismo, algo que retorna y ha retornado hacia dentro de sí. Pero, en este ser, esta conciencia que observa no reconoce el concepto teleológico, o no reconoce que el concepto teleológico no está en algún sitio dentro de un entendimiento, sino que existe precisamente aquí, y que es como una cosa. Hace una diferencia que no es tal entre el concepto teleológico, de un lado, y el ser-para-sí y el conservarse a sí mismo, de otro. Que la diferencia no sea tal no es para la conciencia, sino que, para ésta, es una actividad que aparece como contingente e indiferente frente a lo que resulte de ella, y la unidad que enlaza conjuntamente a ambos —aquella actividad y este fin— se separa y descompone para el instinto.
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[259] [259]6We kept the numeration given by the editor in the printed edition When regarded more closely, this determination turns out to lie just as much in the concept of the thing, or it turns out that the thing is in its own self the purpose. Specifically, it maintains itself, i.e., it is its nature to conceal the necessity and at the same time to present that necessity in the form of a contingent relation, since its freedom, or its being-for-itself, is just its conducting itself towards what is necessary for it in the same way it would conduct itself towards what is indifferent for it. It thus exhibits itself as the kind of thing whose concept falls outside the bounds of its being. Likewise, reason has the necessity to intuit its own concept as falling outside its own bounds, and thereby to intuit itself as a thing, as the kind of thing towards which it is indifferent, which in turn is thereby indifferent towards both reason and its own concept. As instinct, it also stands pat within the bounds of this being, or within indifference, and the thing expressing the concept remains, to itself, something other than this concept and the concept something other than the thing. For reason, the organic thing is only purpose in its own self so that the necessity belongs outside of the bounds of the organic itself, or it is a necessity which presents itself as concealed within the thing’s doing, while what is doing therein conducts itself as an indifferent existent-for-itself. – However, since in its own self the organic as purpose cannot conduct itself in any other way than as organic, so too it is phenomenally and sensuously currently present so that it is a purpose in its own self and is thus observed. The organic shows itself to be something self-preserving, to be both in the returning into itself and to have returned into itself. However, in this being, observing consciousness does recognize7erkennt the concept of purpose, or does not recognize that the concept of purpose is not existing somewhere else in some intellect but just is here and as a thing. Observing consciousness makes a distinction between the concept of purpose and being-for-itself and self-preservation, a difference which is really no difference at all. It is not for observing consciousness that it is no difference; rather, what it is for observing consciousness, is a doing which appears to be contingent and indifferent towards what is brought about by that doing, and also towards the unity which ties both of them together – to observing consciousness, that former doing and this latter purpose come undone from each other.
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