Gespräche in der Dämmerung 00229

Parte de:

B. Autoconciencia [B. Selbstbewußtsein] /  IV: La Verdad de la Certeza de sí mismo [IV. Die Wahrheit der Gewißheit seiner selbst] / B. Libertad de la autoconciencia; estoicismo, escepticismo y la conciencia desgraciada [B. Freiheit des Selbstbewußtseins; Stoizismus, Skeptizismus und das unglückliche Bewußtsein]

 

[Termino medio y mediador]

Gespräche in Jena

[229] Durch diese Momente des Aufgebens des eigenen Entschlusses, dann des Eigentumes und Genusses und endlich [durch] das positive Moment des Treibens eines unverstandenen Geschäftes nimmt es sich in Wahrheit und vollständig das Bewußtsein der inneren und äußeren Freiheit, der Wirklichkeit als seines Fürsichseins; es hat die Gewißheit, in Wahrheit [175] seines Ichs sich entäußert und sein unmittelbares Selbstbewußtsein zu einem Dinge, zu einem gegenständlichen Sein gemacht zu haben. – Die Verzichtleistung auf sich konnte es allein durch diese wirkliche Aufopferung bewähren; denn nur in ihr verschwindet der Betrug, welcher in dem inneren Anerkennen des Dankens durch Herz, Gesinnung und Mund liegt, einem Anerkennen, welches zwar alle Macht des Fürsichseins von sich abwälzt und sie einem Geben von oben zuschreibt, aber in diesem Abwälzen selbst sich die äußere Eigenheit in dem Besitze, den es nicht aufgibt, die innere aber in dem Bewußtsein des Entschlusses, den es selbst gefaßt, und in dem Bewußtsein seines durch es bestimmten Inhalts, den es nicht gegen einen fremden, es sinnlos erfüllenden umgetauscht hat, behält.

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Conversaciones en Valencia

[229] Mediante estos momentos que representan primero la dejación o el abandono de la propia facultad de decidir, después la dejación de la propiedad [de aquello que es propiedad suya, del fruto de su trabajo] y del goce, y, finalmente, mediante ese tercer momento positivo que representa el estar la conciencia impulsando un negocio o asunto que ella propiamente no entiende, que a ella misma se le escapa [son las tres cosas que hemos descrito], la conciencia se priva en verdad y por completo tanto de la libertad interna como de la libertad externa, de la realidad en cuanto siendo esa realidad su ser-para-sí [del haberse dado realidad en cuanto consistiendo ello en su ser-para-sí]; la conciencia tiene la certeza de haberse enajenado en verdad de su yo, y de haber convertido su autoconciencia inmediata en una cosa X96X,1Este motivo se repetirá al final del cap. V, A. en un ser objetual [es decir, en un ser que consiste en ser objeto]. — Sólo mediante este sacrificio real podía acreditar la conciencia la renuncia a sí, pues sólo en tal sacrificio desaparece el engaño [o la mentira, Betrug] que todavía se encerraba en aquel reconocimiento interior que consistía en dar gracias mediante el corazón, el pensamiento y la boca; pues ése era un reconocimiento que, ciertamente, se desprendía a sí mismo de [decía que no era suyo] todo el poder del ser-para-sí y lo atribuía a un don de lo alto; pero era un reconocimiento que en tal desprenderse se reservaba la propiedad externa de aquellas posesiones que ese reconocimiento no cedía [o que en ese reconocimiento no se cedían]; y que se reservaba la propiedad interna [o interior] en lo que respecta a la conciencia de la decisión o resolución que era ese reconocimiento quien la tomaba [es decir, pese a su reconocimiento y acción de gracias, la conciencia se reservaba la propiedad interna en el sentido de que era la conciencia quien seguía tomando decisiones], y que también se reservaba esa propiedad interna en lo que respecta a la conciencia del contenido de esa resolución, que, por un lado, ese reconocimiento seguía determinando y que, por otro, ese reconocimiento no había intercambiado por un contenido extraño que lo llenase [a ese reconocimiento] de sentidos que a él se le escapasen [como sucede ahora] [es decir, no sólo era la conciencia la que decidía, sino que era ella la que ponía el contenido, su decisión versaba sobre un contenido que no le era extraño].

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Conversaciones en Madrid

[229] A través de estos momentos de abandonar la decisión propia, luego la propiedad y el placer, y finalmente, por el momento positivo de afanarse en un asunto que no entiende, se quita, en verdad, y completamente, la conciencia de la libertad interior y exterior, de la realidad efectiva en cuanto su ser-para-sí; tiene la certeza de haberse despojado, en verdad, de su yo, y de haber hecho de su autoconciencia inmediata una cosa, un ser objetual. — El acto de renuncia a sí sólo podía confirmarse por medio de esta inmolación efectiva; pues sólo en ella se desvanece el engaño que hay en el reconocer interior del agradecer por el corazón, por la convicción interior y los labios, un reconocer que, ciertamente, se desprende de todo poder del ser-para-sí, y lo atribuye a un don ofrecido desde lo alto, pero que en el mismo acto de desprenderse se guarda el ser-propio externo en la posesión que no entrega, mientras que el interno lo guarda en la conciencia de la resolución que ella misma ha tomado, y en la conciencia de su contenido, que ella determina y que no ha trocado por otro contenido extraño, que la colmara sin sentido.

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Conversations in Washington

[229] [229]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Through these moments of first surrendering its own decision, then surrendering its property and consumption, finally, through the positive moment of carrying out a task it does not understand, it deprives itself in truth and completely of the consciousness of inner and outer freedom, of actuality as its being-for-itself. It has the certainty of having in truth emptied3entäußert itself of its I, and of having made its immediate self-consciousness into a thing, into an objective being. – It could prove the worth of its self-renunciation solely by this actual sacrifice, for only in that sacrifice does the deception vanish which lies in the inner recognition of giving thanks through the heart and through one’s disposition and one’s speech. In that self-renunciation, there is a bestowal of recognition that shifts all the power of being-for-itself away from itself and instead treats this power as a gift from above. However, in this very shifting, it itself retains its external ownness in the possession which it does not give up, and it retains its inner ownness both in the consciousness of the decision that it itself has taken and in the consciousness of the content determined through itself, which it has not exchanged for an alien content that would fill it only with meaninglessness.

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Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

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