De Officiis 001

M. TVLLI CICERONIS DE OFFICIIS

LIBER PRIMUS

M. TVLLI CICERONIS DE OFFICIIS LIBER PRIMVS

[I.1] Quamquam te, Marce fili, annum iam audientem Cratippum idque Athenis abundare oportet praeceptis institutisque philosophiae propter summam et doctoris auctoritatem et urbis, quorum alter te scientia augere potest, altera exemplis, tamen, ut ipse ad meam utilitatem semper cum Graecis Latina coniunxi neque id in philosophia solum, sed etiam in dicendi exercitatione feci, idem tibi censeo faciendum, ut par sis in utriusque orationis facultate. Quam quidem ad rem nos, ut videmur, magnum attulimus adiumentum hominibus nostris, ut non modo Graecarum litterarum rudes, sed etiam docti aliquantum se arbitrentur adeptos et ad dicendum et ad iudicandum.

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VERSIO HISPANICA FRANCISCO THAMARA AVCTORE (1545)

[I.1] Puesto que conviene assi, Marco hijo, i es necessario, ya que ha un año que oyes a Cratipo (i mas en Athenas) que tengas abundancia de preceptos, i de toda doctrina de Filosofía por la grande autoridad, assi del Maestro como de essa Ciudad; porque el Maestro te puede mejorar i subir en ciencia, i la Ciudad te puede aprovechar con sus egemplos: pero con todo esso, assi como yo para mi utilidad, siempre acompañé la lengua Latina con la Griega; i no solamente lo hice ansi en la Filosofia, mas tambien en el egercicio de la Oratoria: esto mismo te aconsejo que tu hagas, si quieres salir excelente en ambas dos facultades. Porque cierto en este caso, grande ha sido el favor, e ayuda, que nosotros avemos dado (segun nos parece) a los hombres de nuestro tiempo; tanto, que no solamente los novicios en las letras Griegas, mas aun tambien los doctos piensan aver alcanzado alguna cosa de provecho, asi para hablar, como para juzgar.

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COLLOQVIA IN ATRIO

COMMENTARIVM HADRIANI MVRATELLENSIS

De los tres libros del De officiis, el primero es el más largo y el más variado. Tras una introducción personal (I.1-3), algunos comentarios sobre el objetivo del proyecto y su diferenciación con el proyecto del De finibus (I.3-6), Cicerón establece una definición (I.7-8) y una división del tema (I.9-I.10). El libro I trata (a) del honestum y sus partes (I.11-151) e incluye (b) una comparación entre sus partes (I.152-161). La fuente principal para (a), como se nos cuenta de manera oblicua (I.6-7) es el filósofo estoico Panecio de Rodas; ninguna fuente es mencionada para (b). La evidencia interna sugiere que Cicerón le dedicó poca investigación específica; más bien se trata de un ensamblaje de materiales que tenía a mano. La subdivisión principal de (a) es como sigue:

I. Derivación de las partes del honestum; su división en virtudes teóricas y virtudes de acción (I.11-14; I.15-17)
II. Cognitio (I.18-19)
III. La segunda virtud, a la que Cicerón no da nombre y que consiste en:
A) Iustitia (I.20-41)
B) Beneficentia et liberalitas (I.42-60)
IV. Magnitudo animi (I.61-92)
V. Decorum (I.93-151)

Junto a la presentación de la doctrina de Panecio sobre las virtudes, el libro I inaugura una práctica propia de Cicerón: ilustrar los ejemplos griegos de su fuente con exempla Romana, que le dan ocasión para comentar cuestiones políticas candentes del momento. La guerra civil, las políticas de César y su asesinato, reverberaban todavía en el debate público, como muestra la Segunda Filípica coetánea del De officis. Entre estos temas aparecen: la transferencia de propiedades a nuevos propietarios por César (y Sila) tras el final de la guerra civil (I.43), el suicidio de Catón (I.112) y en general la temeritas de Cesar en su búsqueda de poder (I.26). La aprobación que Cicerón hace del asesinato, explícita en el libro II (II.23-24) aparece sugerida en la aprobación del asesinato de Ti. Graco a manos de P. Scipio Nasica (I.76 y I.109). Cicerón aprovecha también para ajustar cuentas con otros miembros del triunvirato que le excluyeron en la práctica de un papel político relevante en la década de los 50, de ahí el retrato de M. Craso (I.25).

1 – 6. El proemio al De officiis tiene dos partes: a) una personal y literaria, que incluye una justificación del tema con referencia a las circunstancias de su interlocutor (1 – 4a –contempsit alterum); b) una justificación del tema con alusión a su finalidad e importancia dentro de la doctrina filosófica en general (4b-6: sed cum statuissem-). Cicerón procede de la relación con su hijo y la diferenciación entre sus propias contribuciones como orador y escritor filosófico, y las de sus predecesores griegos, hacia temas más generales.

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