Gespräche in der Dämmerung 00137

Parte de:

A. Conciencia [A. Bewußtsein] /  III: La Fuerza y el Entendimiento, el Fenómeno y el Mundo suprasensible [III. Kraft und Verstand, Erscheinung und übersinnliche Welt]

 

[La fuerza; fuerza y percepción; momentos de la percepción y momentos de la fuerza; lo Universal incondicionado como el interior de las cosas; fuerza y manifestación de la fuerza]

Gespräche in Jena

[137] Die Kraft ist, wie sie bestimmt worden, indem sie als solche oder als in sich reflektiert vorgestellt wird, die eine Seite ihres Begriffs; aber als ein substantiiertes Extrem, und zwar das unter der Bestimmtheit des Eins gesetzte. Hiermit ist das Bestehen der entfalteten Materien aus ihr ausgeschlossen und ein Anderes als sie. Indem es notwendig ist, daß sie selbst dieses Bestehen sei oder daß sie sich äußere, so stellt sich ihre [111] Äußerung so vor, daß jenes Andere zu ihr hinzutritt und sie sollizitiert. Aber in der Tat, indem sie notwendig sich äußert, hat sie dies, was als ein anderes Wesen gesetzt war, an ihr selbst. Es muß zurückgenommen werden, daß sie als ein Eins und ihr Wesen, sich zu äußern, als ein Anderes, zu ihr von außen Hinzutretendes gesetzt wurde; sie ist vielmehr selbst dies allgemeine Medium des Bestehens der Momente als Materien; oder sie hat sich geäußert, und was das andere Sollizitierende sein sollte, ist sie vielmehr. Sie existiert also jetzt als das Medium der entfalteten Materien. Aber sie hat gleich wesentlich die Form des Aufgehobenseins der bestehenden Materien oder ist wesentlich Eins; dies Einssein ist hiermit jetzt, da sie gesetzt ist als das Medium von Materien, ein Anderes als sie, und sie hat dies ihr Wesen außer ihr. Indem sie aber notwendig dies sein muß, als was sie noch nicht gesetzt ist, so tritt dies Andere hinzu und sollizitiert sie zur Reflexion in sich selbst oder hebt ihre Äußerung auf. In der Tat aber ist sie selbst dieses Insichreflektiertsein oder dies Aufgehobensein der Äußerung; das Einssein verschwindet, wie es erschien, nämlich als ein Anderes, sie ist es selbst, sie ist in sich zurückgedrängte Kraft.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[137] La fuerza es, tal como se la ha definido [tal como acabamos de determinarla], ya se la represente como tal, ya se la represente como reflectida en sí, la fuerza, así considerada, digo, es sólo una parte o una cara o lado de su concepto [del concepto de la fuerza, o del concepto en que la fuerza consiste]; pero la fuerza es tal lado o cara en cuanto un extremo por así decir sustanciado, es decir, convertido en sustancia, y, por cierto, como el extremo puesto bajo la determinidad del Uno [como el extremo al que conviene la determinidad del para-sí, del Uno, como el extremo que es el Uno]. Con lo cual, [el otro momento, es decir,] el darse de las materias desplegadas queda excluido de ella, resultando ser así otro que ella. Pero siendo necesario que ella misma sea ese darse, o lo que es igual: siendo necesario que la fuerza se exteriorice o manifieste, resulta que esa su exteriorización o manifestación se presenta de suerte que [o se presenta como si, o se presenta ofreciendo el aspecto de que] eso otro se añadiese a ella [o se añade a ella], y la solicitase [y la solicita]. Pero en realidad, por ser necesario que la fuerza se manifieste [se exteriorice], ella tiene en sí misma eso [ella es lo otro] que diríase viene puesto como un ser [Wesen] distinto de ella. Hay, pues, que retirar que ella haya quedado puesta [hemos, pues, de desdecirnos de que ella haya quedado puesta] como un uno, y su ser o esencia, el cual ser o esencia suya consiste en manifestarse o exteriorizarse, haya quedado puesto como otro que le viniese añadido a ella desde fuera [se le añadiese a ella desde fuera]; antes la fuerza es ella misma este medio universal del darse los momentos o sus momentos como materias [es decir, el momento del ser para otro]; o lo que es igual: ella se ha manifestado, y lo que habría de ser ese otro que la solicita, no es sino ella misma. Ella existe, pues, ahora como el medio de las materias desplegadas; pero ella tiene de manera igualmente esencial la forma del quedar suprimidas o superadas esas supuestas materias que [supuestamente] se darían de por sí [que se suponen autónomas], o lo que es igual, ella es esencialmente uno; ese ser uno, ahora que ella queda puesta como el medio de las materias, es, por tanto, algo distinto de ella, y, por ende, ella [que no es sino ese Uno] tiene su propia esencia [su propio ser, Wesen] fuera de ella. Pero al tener que ser ella necesariamente eso como lo que todavía no ha sido puesta, resulta que eso otro se le añade y la solicita a la reflexión de ella en sí misma [la induce a esa reflexión], o lo que es igual: suprime y supera esa su manifestación o exteriorización de ella. En realidad ella misma es este quedar reflectida en sí misma o sobre sí misma, o este quedar suprimida y superada su manifestación o exteriorización; el ser uno desaparece igual que apareció, es decir: desaparece como otro; ella es ese otro mismo [o ella lo es ella misma], ella es la fuerza hecha represarse y replegarse sobre sí.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[137] La fuerza, tal como ha sido determinada, en tanto que representada como tal, o como reflexionada dentro de sí, es uno de los lados de su concepto; pero como un extremo substanciado, y por cierto, el que está puesto bajo la determinidad de lo Uno. Por tanto, el subsistir de las materias desplegadas queda excluido de ella, y es otra cosa distinta de ella. Al ser necesario que ella misma sea este subsistir, o que se manifieste exteriormente, su manifestación exterior se representa de tal manera que aquello otro la aborda y la solicita. Pero, de hecho, en tanto que es necesario que se manifieste exteriormente, tiene en ella misma lo que estaba puesto como otra esencia. Hay que retirar la afirmación de que ella fue puesta como algo Uno y que su esencia, que consiste en manifestarse exteriormente, lo fue como algo otro que la aborda desde fuera; ella es, más bien, este medio universal del subsistir los momentos como materias; o dicho de otro modo: se ha manifestado exteriormente, y lo que debía ser lo otro que la solicitaba, es más bien ella misma. Existe ahora, pues, como el medio de las materias desplegadas. Pero, de modo igualmente esencial, tiene la forma de estar-canceladas las materias subsistentes, o bien: es esencialmente algo uno; este ser-Una, por tanto, ahora que está puesto como el medio de las materias, es otro distinto de ella, y ella tiene esta esencia suya fuera de ella. Mas, en tanto que ella tiene que ser necesariamente esto como lo que no está puesto todavía, eso otro la aborda y la solicita a la reflexión dentro de sí misma, o cancela su manifestación exterior. Pero, de hecho, ella misma es este estar-reflexionada dentro de sí, o este quedar cancelada la manifestación exterior; el ser-algo-Uno desaparece tal como apareció, a saber, como algo otro; lo es ella misma, ella es fuerza hecha retroceder hacia dentro de sí.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[137] [137]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition While in the way it has been determined, force is represented as such, or as reflected into itself, force is one aspect of its own concept, but as a substantialized extreme, namely, as the extreme posited under the determinateness of the One. The stable existence of the unfolded matters is thereby excluded from force, and it is an other than force. While it is necessary that force itself is supposed to be this stable existence, or while it is necessary that force express itself, its expression is represented so that this other approaches it and solicits it. However, while force indeed necessarily expresses itself, in its own self it has what was posited as another essence. The assertion must be retracted that force is posited as a One, and that its essence, which is to express itself, is posited as an other joining it from the outside. Instead, force is itself this universal medium of the stable existence of the moments as matters or force has expressed itself, and instead what is supposed to be the soliciting other is force. Force therefore now exists as the medium of the unfolded matters. However, it has without more ado essentially the form of the sublatedness of the stably existing matters, or it is essentially One; this being-one2Einssein is thereby now an other than force, since force is posited as the medium of the matters, and force has this, its essence, external to itself. However, while force must necessarily be what it is not yet posited as being, this other joins it in that way and solicits it to a reflective turn into itself, or the other sublates its expression. However, force itself really is itself this being-reflected-into-itself, or the sublatedness of the expression. The oneness vanishes in the way it appeared, namely, as an other. Force is itself this other; force is force driven into itself.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!