Gespräche in der Dämmerung 00116
Parte de:
A. Conciencia [A. Bewußtsein] / II: La percepción; o la cosa y la equivocación [II. Die Wahrnehmung oder das Ding und die Täuschung]
[La cosa y la equivocación; la conciencia percipiente]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[116] So ist nun das Ding der Wahrnehmung beschaffen; und das Bewußtsein ist als Wahrnehmendes bestimmt, insofern dies Ding sein Gegenstand ist; es hat ihn nur zu nehmen und sich als reines Auffassen zu verhalten; was sich ihm dadurch ergibt, ist das Wahre. Wenn es selbst bei diesem Nehmen etwas [96] täte, würde es durch solches Hinzusetzen oder Weg lassen die Wahrheit verändern. Indem der Gegenstand das Wahre und Allgemeine, sich selbst Gleiche, das Bewußtsein sich aber das Veränderliche und Unwesentliche ist, kann es ihm geschehen, daß es den Gegenstand unrichtig auffaßt und sich täuscht. Das Wahrnehmende hat das Bewußtsein der Möglichkeit der Täuschung; denn in der Allgemeinheit, welche das Prinzip ist, ist das Anderssein selbst unmittelbar für es, aber als das Nichtige, Aufgehobene. Sein Kriterium der Wahrheit ist daher die Sichselbstgleichheit, und sein Verhalten als sich selbst gleiches aufzufassen. Indem zugleich das Verschiedene für es ist, ist es ein Beziehen der verschiedenen Momente seines Auffassens aufeinander; wenn sich aber in dieser Vergleichung eine Ungleichheit hervortut, so ist dies nicht eine Unwahrheit des Gegenstandes, denn er ist das sich selbst Gleiche, sondern des Wahrnehmens.
Conversaciones en Valencia
[La cosa y la equivocación; la conciencia percipiente]
[116] Y así es como tenemos hecha la cosa [Ding] de la percepción; y la conciencia viene determinada como percipiente en cuanto esa cosa es su objeto; sólo tiene que tomarlo, comportarse· respecto a él como un puro aprehenderlo; y lo que de este modo le resulta es lo verdadero. Y si en este tomarlo la conciencia introdujese ella por sí misma algo, mediante tal añadir o quitar cosas la conciencia no haría sino cambiar la verdad. En cuanto el objeto es lo verdadero y lo universal, es decir, en cuanto el objeto es lo igual a sí mismo, y la conciencia lo cambiante e inesencial, a la conciencia puede sucederle aprehender el objeto incorrectamente y equivocarse. Y así, el percipiente tiene conciencia de la posibilidad de equivocación X18X;1Es en este contexto donde también Platón inserta la discusión sobre la equivocación y el error en el Teeteto (187d-200d). Diríase que Hegel formaliza esa discusión convirtiéndola en estructura misma del movimiento de la percepción. pues en la universalidad, que es aquí el principio, el ser-otro [el ser ella otro, el ser ella otro, el ser ella otra que el objeto] es él mismo inmediatamente para ella [para la conciencia], pero como lo nulo, como lo suprimido y superado. Su criterio [la verdad, es decir, el criterio de verdad que la conciencia tiene] es, por tanto, la igualdad consigo misma, y su comportamiento el aprehenderse ella como igual a sí misma [es decir, la supresión del ser-otro]. Pero en cuanto para ella es a la vez lo diverso [pero en cuanto para ella a la vez lo diverso es], resulta que ella [la conciencia] es un referir los unos a los otros los diversos momentos de su aprehender, de su aprehensión; y, por tanto, si en esta igualación se hace patente [o se produce, o surge] una desigualdad, resultará que ello no habrá de achacase a una no-verdad del objeto, pues el objeto es lo igual a sí mismo, sino del percibir.
Algunas aclaraciones
X18X = Es en este contexto donde también Platón inserta la discusión sobre la equivocación y el error en el Teeteto (187d-200d). Diríase que Hegel formaliza esa discusión convirtiéndola en estructura misma del movimiento de la percepción.
Conversaciones en Madrid
[116] Así es como está hecha, pues, la cosa de la percepción; y la conciencia está determinada como percipiente en tanto que esta cosa sea su objeto; tiene sólo que tomarla, y comportarse como un puro aprehender; lo que así le resulte a ella es lo verdadero. Si, en ese tomar, ella hiciera por sí misma alguna cosa, añadiendo o quitando, cambiaría la verdad. En tanto que el objeto es lo verdadero y universal, lo igual a sí mismo, mientras que la conciencia es lo variable y lo inesencial, puede ocurrirle a ésta que capte incorrectamente al objeto, se engañe y caiga en una ilusión. Lo percipiente tiene la conciencia de la posibilidad de la ilusión; pues, en la universalidad que es el principio, el ser-otro mismo es inmediatamente para la conciencia, pero como lo nulo, lo dejado en suspenso, cancelado. Por eso, su criterio de verdad es la seipseigualdad, y su comportamiento, el de aprehender como se-ipse-igual, como igual a sí mismo. Al mismo tiempo, en tanto que lo diverso es para ella, la conciencia percipiente, ella es un referir recíproco de los diversos momentos de su aprehender; mas, cuando en esta comparación se revela una desigualdad, ello no constituye una no-verdad del objeto, pues éste es lo igual a sí mismo, sino del percibir.
Conversations in Washington
[116] [116]2We kept the numeration given by the editor in the printed edition Now, this is the way that the thing of perception is constituted, and consciousness is determined as perceiving consciousness insofar as this thing is its object. It only has to take the object X11X3There is a wordplay impossible to capture in English here. Hegel is taking the German word for perception, Wahrnehmung, which looks as if it is a compound of “true-taking,” to say that consciousness has its “take” on the object, which leads it to the “true.” and to conduct itself as pure apprehension, and what thereby emerges for it is the true. If in this taking, it itself were to do something, it would alter the truth by adding or omitting something. While the object is the true and the universal, like unto itself, and while consciousness, to itself, is what is alterable and inessential, it can happen to consciousness that it apprehends the object incorrectly and deludes itself. The one who is perceiving is aware of the possibility of illusion, for in universality, which is the principle, otherness itself is immediately for him, but as nullity, as what is sublated. His criterion of truth is thus self-equality, and his conduct is to be grasped as self-equality. At the same time, while what is diverse is for the perceiver, the perceiver is a relating of the diverse moments of his comprehending to each other.4Auffassens. If an inequality differentiates itself in this comparison, then the relating is not an untruth of the object, for the object is what is equal to itself. It is an untruth of perceiving itself.
Some clarifications
X11X = There is a wordplay impossible to capture in English here. Hegel is taking the German word for perception, Wahrnehmung, which looks as if it is a compound of “true-taking,” to say that consciousness has its “take” on the object, which leads it to the “true.”
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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