Gespräche in der Dämmerung 00079

Parte de:

Introducción [Einleitung]

 

[Saber apareciente, saber que aparece, saber que parece]

Gespräche in Jena

[79] Die Vollständigkeit der Formen des nichtrealen Bewußtseins wird sich durch die Notwendigkeit des Fortganges und Zusammenhanges selbst ergeben. Um dies begreiflich zu machen, kann im allgemeinen zum voraus bemerkt werden, daß die Darstellung des nicht wahrhaften Bewußtseins in seiner Unwahrheit nicht eine bloß negative Bewegung ist. Eine solche einseitige Ansicht hat das natürliche Bewußtsein überhaupt von ihr; und ein Wissen, welches diese Einseitigkeit [73] zu seinem Wesen macht, ist eine der Gestalten des unvollendeten Bewußtseins, welche in den Verlauf des Weges selbst fällt und darin sich darbieten wird. Sie ist nämlich der Skeptizismus, der in dem Resultate nur immer das reine Nichts sieht und davon abstrahiert, daß dies Nichts bestimmt das Nichts dessen ist, woraus es resultiert. Das Nichts ist aber nur, genommen als das Nichts dessen, woraus es herkommt, in der Tat das wahrhafte Resultat; es ist hiermit selbst ein bestimmtes und hat einen Inhalt. Der Skeptizismus, der mit der Abstraktion des Nichts oder der Leerheit endigt, kann von dieser nicht weiter fortgehen, sondern muß es erwarten, ob und was Ihm etwa Neues sich darbietet, um es in denselben leeren Abgrund zu werfen. Indem dagegen das Resultat, wie es in Wahrheit ist, aufgefaßt wird, als bestimmte Negation, so ist damit unmittelbar eine neue Form entsprungen und in der Negation der Übergang gemacht, wodurch sich der Fortgang durch die vollständige Reihe der Gestalten von selbst ergibt.

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Conversaciones en Valencia

[79] La completud de las formas de la conciencia no real es algo que acabará resultando de la propia necesidad de la marcha en que se ve implicada [la conciencia en esa su no realidad] y del contexto de esa marcha. Para que esto se entienda, lo único que de antemano cabe hacer notar en términos generales es que la exposición de la conciencia que no es conciencia verdadera [es decir, la exposición de la conciencia no verdadera, o que no es de verdad conciencia de lo que fuere, o que no lo es verdaderamente] en esa su no verdad, no es un movimiento puramente negativo. Tal visión unilateral [la de que se la está pintando de forma puramente negativa] es la que la conciencia natural puede tener de esa exposición; y un saber que convierte en esencia suya tal unilateralidad no es sino una de las formas de la conciencia no consumada y no completa, la cual forma o figura pertenece al decurso del camino mismo, y se ofrecerá en dicho camino. Esa forma será el escepticismo, el cual en el resultado no ve siempre sino la pura nada, y abstrae de que esa nada es determinadamente la nada de aquello de lo que esa nada resulta XX7X.1Este concepto de la negación determinada, al que con toda razón tantas vueltas se le han dado en las tradiciones de filosofía contemporánea procedentes de Hegel, proviene casi directamente del libro XIV de la Metafísica de Aristóteles, cuyas formulaciones Hegel está simplemente traduciendo. Cfr. Aristóteles, Metaphysica, libro XIV, cap. II, p. 1089 a. Pero la verdad es que la noción de negación determinada sólo queda del todo precisada mediante el conjunto de referencias platónicas y aristotélicas que nos irán apareciendo a lo largo del texto. Pues la nada [cuando se la toma por la nada de aquello de lo que esa nada resulta] no es sino efectivamente el verdadero resultado; y es, por consiguiente, una nada determinada [un resultado determinado] y tiene un contenido. El escepticismo que acaba en la abstracción de la nada y la vacuidad, no puede a partir de esa abstracción seguir adelante, sino que no le cabe hacer otra cosa que esperar a ver si se le ofrece algo nuevo para tener ocasión de arrojarlo al mismo abismo vacío. En cambio, en cuanto se concibe el resultado (tal como ese resultado él en verdad es) como una negación determinada; con ello ha nacido ya inmediatamente una nueva forma y en la negación queda ya hecho el tránsito mediante el cual se va dando por sí misma la marcha hacia delante mediante la serie completa de las figuras.

Algunas aclaraciones

XX7X = Este concepto de la negación determinada, al que con toda razón tantas vueltas se le han dado en las tradiciones de filosofía contemporánea procedentes de Hegel, proviene casi directamente del libro XIV de la Metafísica de Aristóteles, cuyas formulaciones Hegel está simplemente traduciendo. Cfr. Aristóteles, Metaphysica, libro XIV, cap. II, p. 1089 a (vide en Conversaciones en el Atrium). Pero la verdad es que la noción de negación determinada sólo queda del todo precisada mediante el conjunto de referencias platónicas y aristotélicas que nos irán apareciendo a lo largo del texto (Para un acercamiento al itinerario en Platón y Aristóteles en la Fenomenología del Espíritu vide nota XX2X en 00090).

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Conversaciones en Madrid

[79] El conjunto completo de las formas de conciencia no real resultará él mismo por la necesidad del proceso y de la conexión del conjunto. Para que esto se haga concebible, puede hacerse notar previamente, de manera general, que la presentación en su no-verdad de la conciencia que no es de veras no es un movimiento meramente negativo. Semejante visión unilateral es la que la conciencia natural tiene de ese movimiento; y el saber que hace de esta unilateralidad su esencia es una de las figuras de esta conciencia inacabada, figura que acaece ella misma en el curso del camino, y en él se ofrecerá XX*X2Cf. más adelante, capítulo IV, B.. Se trata del escepticismo, que nunca ve en el resultado más que la pura nada, y hace abstracción de que esta nada es, de modo determinado, la nada de aquello de lo cual ella resulta. Pero la nada, tomada como la nada de aquello de lo cual ella proviene, no es, de hecho, más que el resultado de veras; ella misma es, por ende, una nada determinada, y tiene un contenido. El escepticismo que finaliza con la abstracción de la nada o de la vaciedad no puede seguir avanzando desde esta última, sino que tiene que quedarse a la expectativa de que se le ofrezca algo nuevo, y de qué se le ofrezca, para precipitarlo al mismo abismo vacío. Por el contrario, al aprehenderse el resultado tal como es en verdad, como negación determinada, ha brotado con ello, de modo inmediato, una nueva forma. y en la negación queda hecho el tránsito por el que el proceso se va dando por sí mismo a través de la serie completa de las figuras.

Algunas aclaraciones

XX*X = Cf. más adelante, capítulo IV, B.

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Conversations in Washington

[79] [79]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition The completeness of the forms of non-real consciousness will emerge through the very necessity of their progression and their interrelations. To make this comprehensible, it can be noted in general at the outset that the exposition of non-truthful consciousness in its untruth is not a merely negative movement. Such a one-sided view is what natural consciousness generally has of it; and a knowing which makes this one-sidedness into its essence is one of the shapes of incomplete consciousness which lies within the course of the path itself and which will serve itself up in that path. That is, such a one-sided view is the skepticism which sees in the result always only pure nothing and which abstracts from the fact that this nothing is determinately the nothing of that from which it results. However, only when taken as the nothing of that from which it is emerges is the nothing in fact the true result; thus it is itself a determinate nothing and it has a content. Skepticism which ends with the abstraction of nothingness or emptiness cannot progress any further from this point, but must instead wait to see whether something new will present itself and what it will be, in order that it can also toss it into the same empty abyss. By contrast, while the result is grasped as it is in truth, as determinate negation, a new form has thereby immediately arisen, and in the negation, the transition is made whereby the progression through the complete series of shapes comes about on its own accord.

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Conversaciones en el Atrium

Metafísica, XIV, II: 1089a (Hellēnikḗ)

[1089α] [1] μάλιστα δὲ τὸ ἀπορῆσαι ἀρχαϊκῶς. ἔδοξε γὰρ αὐτοῖς πάντ᾽ ἔσεσθαι ἓν τὰ ὄντα, αὐτὸ τὸ ὄν, εἰ μή τις λύσει καὶ ὁμόσε βαδιεῖται τῷ Παρμενίδου λόγῳ “οὐ γὰρ μήποτε τοῦτο δαμῇ, εἶναι μὴ ἐόντα,” [5] ἀλλ᾽ ἀνάγκη εἶναι τὸ μὴ ὂν δεῖξαι ὅτι ἔστιν: οὕτω γάρ, ἐκ τοῦ ὄντος καὶ ἄλλου τινός, τὰ ὄντα ἔσεσθαι, εἰ πολλά ἐστιν. καίτοι πρῶτον μέν, εἰ τὸ ὂν πολλαχῶς τὸ μὲν γὰρ ὅτι οὐσίαν σημαίνει, τὸ δ᾽ ὅτι ποιόν, τὸ δ᾽ ὅτι ποσόν, καὶ τὰς ἄλλας δὴ κατηγορίας, ποῖον οὖν τὰ ὄντα πάντα ἕν, εἰ μὴ [10] τὸ μὴ ὂν ἔσται; πότερον αἱ οὐσίαι, ἢ τὰ πάθη καὶ τὰ ἄλλα δὴ ὁμοίως, ἢ πάντα, καὶ ἔσται ἓν τὸ τόδε καὶ τὸ τοιόνδε καὶ τὸ τοσόνδε καὶ τὰ ἄλλα ὅσα ἕν τι σημαίνει; ἀλλ᾽ ἄτοπον, μᾶλλον δὲ ἀδύνατον, τὸ μίαν φύσιν τινὰ γενομένην αἰτίαν εἶναι τοῦ τοῦ ὄντος τὸ μὲν τόδε εἶναι τὸ δὲ τοιόνδε τὸ δὲ [15] τοσόνδε τὸ δὲ πού. ἔπειτα ἐκ ποίου μὴ ὄντος καὶ ὄντος τὰ ὄντα; πολλαχῶς γὰρ καὶ τὸ μὴ ὄν, ἐπειδὴ καὶ τὸ ὄν: καὶ τὸ μὲν μὴ ἄνθρωπον εἶναι σημαίνει τὸ μὴ εἶναι τοδί, τὸ δὲ μὴ εὐθὺ τὸ μὴ εἶναι τοιονδί, τὸ δὲ μὴ τρίπηχυ τὸ μὴ εἶναι τοσονδί. ἐκ ποίου οὖν ὄντος καὶ μὴ ὄντος πολλὰ τὰ ὄντα; [20] βούλεται μὲν δὴ τὸ ψεῦδος καὶ ταύτην τὴν φύσιν λέγειν τὸ οὐκ ὄν, ἐξ οὗ καὶ τοῦ ὄντος πολλὰ τὰ ὄντα, διὸ καὶ ἐλέγετο ὅτι δεῖ ψεῦδός τι ὑποθέσθαι, ὥσπερ καὶ οἱ γεωμέτραι τὸ ποδιαίαν εἶναι τὴν μὴ ποδιαίαν: ἀδύνατον δὲ ταῦθ᾽ οὕτως ἔχειν, οὔτε γὰρ οἱ γεωμέτραι ψεῦδος οὐθὲν ὑποτίθενται οὐ γὰρ [25] ἐν τῷ συλλογισμῷ ἡ πρότασις, οὔτε ἐκ τοῦ οὕτω μὴ ὄντος τὰ ὄντα γίγνεται οὐδὲ φθείρεται. ἀλλ᾽ ἐπειδὴ τὸ μὲν κατὰ τὰς πτώσεις μὴ ὂν ἰσαχῶς ταῖς κατηγορίαις λέγεται, παρὰ τοῦτο δὲ τὸ ὡς ψεῦδος λέγεται τὸ μὴ ὂν καὶ τὸ κατὰ δύναμιν, ἐκ τούτου ἡ γένεσίς ἐστιν, ἐκ τοῦ μὴ ἀνθρώπου δυνάμει δὲ ἀνθρώπου [30] ἄνθρωπος, καὶ ἐκ τοῦ μὴ λευκοῦ δυνάμει δὲ λευκοῦ λευκόν, ὁμοίως ἐάν τε ἕν τι γίγνηται ἐάν τε πολλά.

φαίνεται δὲ ἡ ζήτησις πῶς πολλὰ τὸ ὂν τὸ κατὰ τὰς οὐσίας λεγόμενον: ἀριθμοὶ γὰρ καὶ μήκη καὶ σώματα τὰ γεννώμενά ἐστιν. ἄτοπον δὴ τὸ ὅπως μὲν πολλὰ τὸ ὂν τὸ τί ἐστι ζητῆσαι, [35] πῶς δὲ ἢ ποιὰ ἢ ποσά, μή. οὐ γὰρ δὴ ἡ δυὰς ἡ ἀόριστος αἰτία οὐδὲ τὸ μέγα καὶ τὸ μικρὸν τοῦ δύο λευκὰ ἢ πολλὰ εἶναι χρώματα ἢ χυμοὺς ἢ σχήματα:

Metafísica, XIV, II: 1089a (castellano)

Muchos son, ciertamente, los motivos de la desviación hacia estas causas, pero el principal es la manera anticuada en que se planteaban el problema. En efecto, les parecía que todas las cosas que se planteaban el problema. En efecto, les parecía que todas las cosas que son se reducirían a una sola, a «Lo que es» Mismo, si no se resolvía y se salía al paso del dicho de Parménides «pues no forzarás en absoluto eso, que sean las cosas que no [560] son» X11X, y pensaban que, por el contrario, era necesario mostrar que lo que lo que no es, es. Pues de este modo, las cosas que son, si son muchas, podrán provenir de lo que es y de otra cosa. Ahora bien, por lo pronto, si «lo que es» tiene muchos sentidos (pues en un caso significa la entidad, en otro [significa] que es de tal cualidad, en otro que es de tal cantidad, y también las otras categorías), ¿en qué sentido serán una sola cosa todas las cosas que son, suponiendo que no exista «lo que no es»? ¿Acaso serán una las entidades?, ¿o las afecciones, y las otras determinaciones de modo semejante? ¿O bien todas las cosas, y serán una sola cosa el esto, la cantidad, la cualidad y todas las demás determinaciones que expresan alguno de los significados de ‘ser’? Pero es absurdo, o mejor, imposible que el que se haya generado una única naturaleza sea la causa por la cual, de «lo que es», lo uno sea «esto», lo otro sea «de tal cualidad», lo otro sea «de tal cantidad», lo otro sea «en tal lugar» X12X. Además, ¿de qué clase de [561] «lo que es» y de «lo que no es» provienen las cosas que son? Y es que ‘lo que no es’ tiene muchos sentidos, dado que ‘lo que es’ los tiene también. Y ‘no [ser] hombre’ significa no ser esto, ‘no [ser] recto’ significa no ser tal, ‘no [ser] de tres cubos’ significa no ser de ese tamaño. Por consiguiente, ¿de qué clase de «lo que es» y de «lo que no es» viene la multiplicidad de las cosas que son? Él se refiere a lo falso y llama a tal naturaleza «lo que no es», de lo cual y de «lo que es» resultaría la multiplicidad de las cosas que son: de ahí que dijera que conviene poner como hipótesis algo falso, al igual que los geómetras ponen como hipótesis, que una línea es de un pie de largo, aun no siendo de un pie de largo. Pero es imposible que las cosas sean así, ya que ni los geómetras ponen como hipótesis algo falso X13X (pues [lo falso] no constituye la premisa en su razonamiento), ni de lo que «no es» en este sentido se generan ni corrompen las cosas que son. Ahora bien, puesto que «lo que no es», según los casos, se dice tal en tantos sentidos como las categorías, y además de esto, que «no es» se dice también de lo falso y de lo que es en potencia, la generación proviene de esto último: el hombre proviene de lo que no es hombre, pero es potencialmente hombre, y lo blanco proviene de lo que no es blanco, pero es potencialmente blanco, lo mismo si se genera una sola cosa que si se generan muchas. Por otra parte, su búsqueda parece limitarse a cómo puede ser múltiple lo que es en el sentido [de ‘ser’] que corresponde a las entidades: las cosas generadas son, en efecto, números, líneas y cuerpos. Pero es absurdo indagar cómo puede ser múltiple «lo que es» en el sentido del qué-es y no [indagar] [562] cómo puede haber múltiples cualidades o cantidades. Desde luego, ni la Díada Indefinida ni lo Grande y lo Pequeño son causa de que haya dos «blancos», o de que haya muchos colores, sabores o figuras.

NOTA A ARIST. X11X = DK 28b7 (I, 234, 31). En este largo párrafo explica Aristóteles el origen último del error platónico concerniente al dualismo de los principios, situándolo en el primitivismo con que Platón se enfrentó al primitivismo de Parménides. (Aristóteles tiene en mente, sin duda, el Sofista de Platón.) La concepción univocista del ser en Parménides llevaba a la exclusión del no-ser y, con ello, a la exclusión de toda pluralidad y generación reales. A este reto respondió Platón afirmando la realidad del no-ser. Pero, ajuicio de Aristóteles, la solución de la aporía no consiste en afirmar, sin más, la existencia del no-ser, sino en reconocer previamente la pluralidad de sentidos de ‘ser’ y de ‘no ser’. Aristóteles distingue aquí tres ámbitos de sentidos de ‘ser’ y ‘no ser’: a) el ámbito de las categorías, b) ‘ser’ como ser verdadero y ‘no ser’ como ser falso, y c) ‘ser/ no ser’ bien potencialmente, bien actualmente. Esta última distinción es la pertinente, señala Aristóteles, en el caso presente. (Sobre la pluralidad de sentidos de ‘ser’ (eînai) y de ‘lo que es’ (ón), cf. supra, V 7 y VI 2).

NOTA A ARIST. X12X = «Una única naturaleza», dice Aristóteles, no puede explicar la pluralidad de realidades expresadas por las categorías. No es suficiente introducir el «no ser» si éste se concibe unívocamente (como «una única naturaleza»), sino que es necesario concebirlo como una pluralidad de significaciones en correspondencia con la pluralidad categorial.

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