Gespräche in der Dämmerung 00084
Parte de:
Introducción [Einleitung]
[Más sobre el criterio; concepto y objeto; ser-para-otro y ser-para-sí-mismo]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[84] Aber die Natur des Gegenstandes, den wir untersuchen, überhebt dieser Trennung oder dieses Scheins von Trennung und Voraussetzung. Das Bewußtsein gibt seinen Maßstab an ihm selbst, und die Untersuchung wird dadurch eine Vergleichung seiner mit sich selbst sein; denn die Unterscheidung, welche soeben gemacht worden ist, fällt in es. Es ist [76] in ihm eines für ein Anderes, oder es hat überhaupt die Bestimmtheit des Moments des Wissens an ihm; zugleich ist ihm dies Andere nicht nur für es, sondern auch außer dieser Beziehung oder an sich, das Moment der Wahrheit. An dem also, was das Bewußtsein innerhalb seiner für das Ansich oder das Wahre erklärt, haben wir den Maßstab, den es selbst aufstellt, sein Wissen daran zu messen. Nennen wir das Wissen den Begriff, das Wesen oder das Wahre aber das Seiende oder den Gegenstand, so besteht die Prüfung darin, zuzusehen, ob der Begriff dem Gegenstande entspricht. Nennen wir aber das Wesen oder das Ansich des Gegenstandes den Begriff und verstehen dagegen unter dem Gegenstande ihn als Gegenstand, nämlich wie er für ein Anderes ist, so besteht die Prüfung darin, daß wir zusehen, ob der Gegenstand seinem Begriffe entspricht. Man sieht wohl, daß beides dasselbe ist; das Wesentliche aber ist, dies für die ganze Untersuchung festzuhalten, daß diese beiden Momente, Begriff und Gegenstand, Für-ein-Anderes– und An-sich-selbst-Sein, in das Wissen, das wir untersuchen, selbst fallen und hiermit wir nicht nötig haben, Maßstäbe mitzubringen und unsere Einfälle und Gedanken bei der Untersuchung zu applizieren; dadurch, daß wir diese weglassen, erreichen wir es, die Sache, wie sie an und für sich selbst ist, zu betrachten.
Conversaciones en Valencia
[84] Ahora bien, la naturaleza del objeto que investigamos queda por encima [o se levanta por encima] de esta separación o de esta apariencia de separación y suposición [de esta apariencia de suposición, es decir, de esta apariencia de simplemente poder suponerlo como estando ya el saber ahí con independencia de nuestro saber de él]. Pues [en este caso] la conciencia se da su propio criterio en ella misma [ella misma se pone ese criterio por la propia estructura de ella], y la investigación puede consistir, por tanto, en una comparación de ella consigo misma; ya que la distinción que más arriba acabamos de hacer, cae en la conciencia misma. Pues la conciencia es en ella misma uno para un otro [ella es en sí misma una conciencia para otra conciencia, ella es en sí misma algo consciente para esa conciencia, ella es en sí misma un algo para esa conciencia, ella es en sí misma conciencia de algo], o lo que es lo mismo: ella tiene en ella misma la determinidad del momento del saber [ella misma es saber]; y a la vez para ella ese otro no es solamente para ella, sino que ese otro también es fuera de esa relación [de la relación de saber], o lo que es lo mismo: ese otro también es en sí, es decir, la conciencia tiene también en ella misma el momento no sólo del saber, sino también el momento de la verdad [es decir, el momento de no saber, o de lo negativo del saber, o de aquello sobre lo que versa el saber]. En aquello, pues, que la conciencia dentro de sí misma declara lo en-sí o lo verdadero, tenemos el criterio que la conciencia misma establece para medir con él su saber. Si al saber le llamamos concepto [Begriff], y al ente o al objeto lo llamamos el ser o la esencia [Wesen] o lo verdadero, entonces el examen habrá de consistir en ver si el concepto se corresponde con el objeto [o si el concepto concuerda con el objeto]. Y si a la esencia o al en-sí del objeto lo llamamos concepto, y en cambio por objeto entendemos el objeto en cuanto objeto, es decir, el objeto tal como es para otro, entonces el examen habrá de consistir en ver si el objeto responde [entspricht] a su concepto [o si el objeto se corresponde con su concepto, o si el objeto concuerda con su concepto]. Y está claro que ambas cosas son lo mismo; pero lo esencial es retener para toda la investigación que ambos momentos, es decir, concepto y objeto, ser-para-otro y ser-en-sí-mismo, caen ellos mismos [caen los dos] en el saber que estamos investigando o que vamos a investigar y que, por tanto, no nos es menester aportar criterios, ni aplicar en nuestra investigación nuestras propias ocurrencias y nociones; y precisamente, dejando de lado nuestras propias ocurrencias, criterios e ideas, es como lograremos llegar a considerar la cosa tal como ésta es en y para sí misma.
Conversaciones en Madrid
[84] Pero la naturaleza del objeto que estamos investigando dispensa de esta separación, o de esta apariencia de separación y de esta presuposición. La conciencia aplica en ella misma su patrón de medida, con lo que la investigación será una comparación de ella consigo misma, pues la distinción que se acaba de hacer tiene lugar dentro de ella. Dentro de ella, hay una cosa que es para otra, o bien, a la conciencia como tal le es inherente la determinidad del momento del saber; a la vez, a sus ojos, esta otra cosa no es sólo para ella, sino que está también fuera de esta relación, o es en sí; el momento de la verdad. Así, pues, en eso que la conciencia, en su interior, declara como lo en sí o lo verdadero, es donde tenemos el patrón de medida que ella misma establece para medir su saber según él. Si a este saber lo denominamos el concepto, y a la esencia o lo verdadero lo denominamos lo ente o el objeto, el examen consistirá, entonces, en mirar atentamente si el concepto corresponde al objeto. Mientras que si a la esencia o a lo en sí del objeto lo denominamos el concepto, y, en cambio, entendemos por objeto a este concepto en cuanto objeto, a saber, tal como él es para otro, entonces el examen consistirá en mirar atentamente si el objeto corresponde a su concepto. Bien se ve que ambas cosas son la misma; pero lo esencial es retener para toda la investigación que estos dos momentos, el concepto y el objeto, ser para otro y ser en sí mismo, caen ambos dentro del saber que estamos investigando, y no tenemos, por ello, necesidad de aportar patrones de medida, ni de andar aplicando en la investigación nuestros pensamientos y ocurrencias; eliminando estos, conseguimos considerar la cosa tal como ella es en y para sí misma.
Conversations in Washington
[84] [84]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition But the nature of the object which we are investigating goes beyond this division, or to this semblance of division and presupposition. Consciousness in its own self provides its own standard, and the investigation will thereby be a comparison of it with itself, for the difference which has just been made falls within consciousness. There is within consciousness one item for an other, or consciousness as such has within itself the determinateness of the moment of knowing; at the same time, this other is to consciousness not only for it, but also external to this relation, or in itself: the moment of truth. Therefore, in what consciousness declares within itself to be the in-itself, or the true, we have the standard which consciousness itself sets up to measure its knowing. If we designate knowing as the concept, but designate the essence, or the true, as what is [das Seiende] or the object, then the examining consists in seeing whether the concept corresponds to the object. However, if we designate the essence, or the in-itself of the object, as the concept, and in contrast understand by object the concept insofar as it is object, or insofar as it is for an other, then the examining consists in our seeing whether the object corresponds to its concept. One clearly sees that both are the same, but what is essential throughout the whole investigation is to hold fast to this, that both of these moments, concept and object, being-for-an-other and being-in-itself, themselves fall within the knowing that we are investigating, and that we thus do not need to bring standards with us and in the investigation to apply our ideas and thoughts. By leaving these aside, we succeed in considering the matter at issue as it is in and for itself.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION