Gespräche in der Dämmerung 00074
Parte de:
Introducción [Einleitung]
[El conocimiento y lo absoluto; lo que corrientemente se piensa que es el conocimiento]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[74] Inzwischen, wenn die Besorgnis, in Irrtum zu geraten, ein Mißtrauen in die Wissenschaft setzt, welche ohne dergleichen Bedenklichkeiten ans Werk selbst geht und wirklich erkennt, so ist nicht abzusehen, warum nicht umgekehrt ein Mißtrauen in dies Mißtrauen gesetzt und besorgt werden soll, daß diese Furcht zu irren schon der Irrtum selbst ist. In der Tat setzt sie etwas, und zwar manches, als Wahrheit voraus und stützt darauf ihre Bedenklichkeiten und Konsequenzen, [69] was selbst vorher zu prüfen ist, ob es Wahrheit sei. Sie setzt nämlich Vorstellungen von dem Erkennen als einem Werkzeuge und Medium, auch einen Unterschied unserer selbst von diesem Erkennen voraus; vorzüglich aber dies, daß das Absolute auf einer Seite stehe und das Erkennen auf der andern Seite für sich und getrennt von dem Absoluten doch etwas Reelles [sei], oder hiermit, daß das Erkennen, welches, indem es außer dem Absoluten, wohl auch außer der Wahrheit ist, doch wahrhaft sei, – eine Annahme, wodurch das, was sich Furcht vor dem Irrtume nennt, sich eher als Furcht vor der Wahrheit zu erkennen gibt.
Conversaciones en Valencia
[74] Mientras tanto si la preocupación por no caer en el error induce a una desconfianza en la ciencia, la cual [ciencia] también sin tales reservas puede asimismo ponerse en obra y conocer realmente, entonces no se ve por qué no proceder al revés y poner una desconfianza en esta desconfianza y preocuparse de que no vaya a ser que el miedo al error sea ya el propio error. Pues en realidad ese miedo da ya por supuestas como verdad muchas cosas, y basa en ellas sus sus reservas y consecuencias, que habrían de examinarse antes para ver si son son verdad o no. Y, efectivamente, da por supuesto que cabe representarse el conocimiento como un instrumento o como un medio, y también presupone una diferencia entre nosotros mismos y ese conocimiento; pero sobre todo da por supuesto que lo absoluto queda de un lado y el conocimiento queda del otro lado y que de por sí y separado del Absoluto el conocimiento fuese algo real, o, por consiguiente, que el conocimiento, el cual al quedar fuera de lo absoluto puede decirse que también queda fuera de la verdad, fuese, sin embargo, verdaderamente o verdadero [fuese, sin embargo, verdadero conocimiento, o fuese verdaderamente conocimiento]; una suposición mediante la que aquello que a sí mismo se llama miedo al error se delata más bien como miedo a la verdad.
Conversaciones en Madrid
[74] Si, entretanto, la preocupación por caer en el error desconfía de toda ciencia que se ponga manos a la obra sin reservas de ese estilo y conozca efectivamente, no se ve por qué no ha de ser a la inversa, y desconfiar de esa desconfianza, preocupándose de que este temor a errar sea ya el error mismo. De hecho, este temor presupone algo, varias cosas, como verdad, apoyando en ellas sus reservas y consecuencias, y son esas varias cosas las que primero habría que examinar si son verdad o no. Presupone, a saber, representaciones del conocer como un instrumento y como un medio entorno, y también presupone una diferencia entre nosotros mismos y este conocimiento; pero, sobre todo, presupone que lo absoluto está a un lado, y el conocer al otro lado para sí, y separado de lo absoluto, pero siendo algo real; o bien, por lo tanto, presupone que el conocer —el cual, estando fuera de lo absoluto, estará seguramente también fuera de la verdad— tendrá, sin embargo, la cualidad de lo verdadero; suposición, ésta, por la que lo que se llamaba temor al error se da a conocer, más bien, como temor a la verdad.
Conversations in Washington
[74] [74]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition Meanwhile, if the concern about falling into error sets up a mistrust of science, which itself, untroubled by such scruples, simply sets itself to work and actually cognizes, it is still difficult to see why on the contrary a mistrust of this mistrust should not be set up and why one should not be concerned that this fear of erring is already the error itself. In fact, this fear presupposes something, and in fact presupposes a great deal, as truth, and it bases its scruples and its conclusions on what itself ought to be tested in advance as to whether or not it is the truth. This fear presupposes representations of cognizing as an instrument and as a medium, and it also presupposes a difference between our own selves and this cognition; but above all it presupposes that the absolute stands on one side and that cognition stands on the other for itself, and separated from the absolute, though cognition is nevertheless something real; that is, it presupposes that cognition, which, by being outside of the absolute, is indeed also outside of the truth, is nevertheless truthful; an assumption through which that which calls itself the fear of error gives itself away to be known rather as the fear of truth.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
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