Gespräche in der Dämmerung 00062
Parte de:
Prefacio (Prólogo) [Vorrede]
[La proposición especulativa]
Tabla de contenidos
Gespräche in Jena
[62] Um das Gesagte durch Beispiele zu erläutern, so ist in dem Satz: Gott ist das Sein, das Prädikat das Sein; es hat substantielle Bedeutung, in der das Subjekt zerfließt. Sein soll hier nicht Prädikat, sondern das Wesen sein; dadurch scheint Gott aufzuhören, das zu sein, was er durch die Stellung des Satzes ist, nämlich das feste Subjekt. – Das Denken, statt im Übergänge vom Subjekte zum Prädikate weiterzukommen, fühlt sich, da das Subjekt verlorengeht, vielmehr gehemmt und zu dem Gedanken des Subjekts, weil es dasselbe vermißt, zurückgeworfen; oder es findet, da das Prädikat selbst als ein Subjekt, als das Sein, als das Wesen ausgesprochen ist, welches die Natur des Subjekts erschöpft, das Subjekt unmittelbar auch im Prädikate; und nun, statt daß es im Prädikate in sich gegangen die freie Stellung des Räsonierens erhielte, ist es in den Inhalt noch vertieft, oder wenigstens ist die Forderung vorhanden, in ihn vertieft zu sein. – So [59] auch wenn gesagt wird: das Wirkliche ist das Allgemeine, so vergeht das Wirkliche als Subjekt in seinem Prädikate. Das Allgemeine soll nicht nur die Bedeutung des Prädikats haben, so daß der Satz dies aussagte, das Wirkliche sei allgemein; sondern das Allgemeine soll das Wesen des Wirklichen ausdrücken. – Das Denken verliert daher so sehr seinen festen gegenständlichen Boden, den es am Subjekte hatte, als es im Prädikate darauf zurückgeworfen wird und in diesem nicht in sich, sondern in das Subjekt des Inhalts zurückgeht.
Conversaciones en Valencia
[62] Para ilustrar lo dicho con un ejemplo, considérese el enunciado: Dios es el ser, el predicado es el ser; pero ese predicado tiene un sentido o significado sustancial [un sentido o significado de sustancia] en el que, por decirlo así, el sujeto se deshace en su fluir a él [o en ese su fluir a él]. Por tanto, ser no sería aquí predicado, sino que sería la esencia; con lo cual Dios deja de ser aquello que es conforme a la posición que ocupa en esa frase, es decir, un sujeto firme y fijo. — El pensamiento [el pensar], en lugar de proseguir efectuando el tránsito del sujeto al predicado, al escapársele el sujeto [pues lo importante, sustancial y subyacente en este ejemplo resulta ser el predicado], se siente más bien impedido, y se ve más bien lanzado de vuelta a la noción del sujeto, pues [el pensamiento] empieza a echar en falta ese sujeto que se le ha ido, que se le ha escapado; o, habida cuenta de que el predicado mismo queda expresado como un sujeto, es decir, queda expresado como el ser [Seyn], es decir, queda expresado como la esencia [Wesen] o la ousía que agota la naturaleza del sujeto, el pensamiento encuentra también inmediatamente ese sujeto en el predicado; y así ese pensamiento en lugar de mantener [o de cobrar] la posición del razonar, pues él no iba a otro sitio que a sí mismo [o no yendo él a otro sitio que a sí mismo] en el contexto del predicado, resulta, digo, que ese pensamiento se ve sumido más profundamente aún en el contenido [en vez de ir a sí mismo], o por lo menos se ve ahí ante la exigencia de sumirse aún más profundamente en el contenido X78X.1Vide infra Algunas aclaraciones X78X. — Así, también cuando se dice que lo real es lo universal [cuando se hace el enunciado de que lo real es lo universal], lo real como sujeto se pierde, pasa, o se esfuma en su predicado. Lo universal dejaría de tener el sentido de un predicado, en el sentido de que lo que ese enunciado diga sea que lo real [como un sujeto que tenemos ahí por un lado] es lo universal [es decir, conviniese a ese sujeto el predicado de lo universal], sino que más bien resulta que lo universal es lo que habría de expresar la esencia de lo real [es decir, que el predicado nos devuelve al sujeto, dejando de ser el predicado, pues no resulta ser sino el sujeto], es decir, lo que lo real es. — El pensamiento, pues, tanto pierde su suelo objetual firme que él tenía [creía tener] en el sujeto, como a la vez en el predicado se ve lanzado de vuelta a ese sujeto [que se le va], de modo que [al verse lanzado de nuevo en el predicado al primer sujeto] no retorna a sí [como sucedía en el pensamiento razonante], sino que a lo que retorna es al sujeto del contenido [al sujeto que representa ese contenido en movimiento].
Algunas aclaraciones
X78X = Como ve el lector, desde más arriba Hegel viene jugando en todo este asunto con una doble posición del self. El sujeto, el self, es el que decide sobre las determinaciones predicativas y sobre si éstas convienen o no y en qué sentido convienen, a la cosa de que se trata, al sujeto gramatical. En este sentido es el self, el que en definitiva acaba convirtiéndose en base, en hypokeimenon, en subiectum (en sujeto del que se trata a la vez que sujeto enunciante). Pero una cosa es que ello lo haga por la vía de convertirse en el self del contenido mismo trocándose en el elemento del movimiento de éste (pues, como hemos dicho más arriba, el objeto no es de materia distinta que el sujeto) y otra es que lo haga por la vía de no enterarse de ese contenido y de suplantarlo, de ponerse en su lugar, de convertir todo (y además de verdad) en «cuestión psicológica», en «cuestión subjetiva». Y si hemos dicho más arriba que tanto el objeto como el sujeto consisten en serse el no-ser de ellos mismo, resulta que es la cosa misma la que da pie tanto a la sofística y a lo razonante, como al genuino conocimiento. Incluso el genuino conocimiento no puede pretender empezar teniendo otro aspecto que la sofística, si es que el genuino conocimiento es de verdad el no-ser de aquello sobre lo que versa.
Conversaciones en Madrid
[62] Para aclarar con ejemplos lo que venimos diciendo: en la proposición Dios es el ser XX*X,2Vide infra Algunas aclaraciones XX*X. el predicado es el ser; tiene un significado substancial en el cual el sujeto se fluidifica. Se supone que ser no es aquí predicado, sino la esencia; con lo que Dios parece que deja de ser lo que él es por el lugar que ocupa en la proposición, a saber, el sujeto firme. — Dado que el sujeto se pierde, el pensar, en lugar de seguir avanzando en el tránsito del sujeto al predicado, más bien se siente refrenado, y arrojado de vuelta al pensamiento del sujeto, pues echa en falta a éste; o bien, dado que el predicado mismo está enunciado como un sujeto, como el ser, como la esencia que agota la naturaleza del sujeto, el pensar encuentra al sujeto inmediatamente en el predicado; y entonces, en lugar de, tras haber ido dentro de sí en el predicado, obtener la libre posición del raciocinar, sigue aún ahondando en el contenido, o al menos está presente la exigencia de estar ahondado en él. Así, también, cuando se dice que lo efectivamente real es lo universal, lo efectivamente real perece, en cuanto sujeto, dentro de su predicado. Lo universal no debe tener solamente el significado del predicado, en el sentido de que la proposición declare que lo efectivamente real es universal, sino que lo universal debe expresar la esencia de lo efectivamente real. — Por eso, el pensar pierde el suelo objetual firme que tenía en el sujeto en la misma medida en que se ve retroyectado a él en el predicado, y dentro de éste, no retorna a sí, sino al sujeto del contenido.
Algunas aclaraciones
XX*X = La crítica de Hegel a las definiciones de Dios se refiere, sobre todo, a la metafísica prekantiana de Leibniz-Wolff. Cf. Wolff. C.: Vernunftige Gedanken von Gott. der Welt, und der Seele des Menschen, auch allen Dingen überhaupt, 1720. («Metafísica alemana»): hay trad. al castellano de Agustín González Ruiz en Wolff, C.: Pensamientos racionales acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre así como sobre todas las cosas en general, Madrid, Akal, 2000.
Conversations in Washington
[62] [62]3We kept the numeration given by the editor in the printed edition Some examples will clarify what has been said. Take the proposition: “God is being.” The predicate is being; it has a substantial meaning in which the subject melts away. Here, “being” is not supposed to be a predicate. It is supposed to be the essence, but, as a result, “God” seems to cease to be what it was through its place in the proposition, namely, to be a fixed subject. – Thinking, instead of getting any further with the transition from subject to predicate, feels instead inhibited, since the subject has dropped out of the picture, and, because it misses the subject, it is thrown back to the thought of the subject. Or, since the predicate itself has been expressed as a subject, as being, as the essence which exhausts the nature of the subject, it finds the subject also to be immediately present in the predicate. Now, instead of having taken an inward turn into the predicate, and instead of having preserved the free status of only clever argumentation, it is still absorbed in the content, or at least the demand for it to be so absorbed is present. – In that way when it is said, “The actual is the universal,” the actual, as subject, vanishes into its predicate. The universal is not supposed to have only the meaning of a predicate such that the proposition would state that, “The actual is the universal”; rather, the universal ought to express the essence of the actual. – Thinking thus loses its fixed objective basis which it had in the subject, when, in the predicate, it was thrown back to the subject, and when, in the predicate, it returns not into itself but into the subject of the content.
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