Gespräche in der Dämmerung 00003
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Prefacio (Prólogo) [Vorrede]
[Del conocimiento científico]
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Gespräche in Jena
[3] Die Forderung von dergleichen Erklärungen sowie die Befriedigungen [12] derselben gelten leicht dafür, das Wesentliche zu betreiben. Worin könnte mehr das Innere einer philosophischen Schrift ausgesprochen sein als in den Zwecken und Resultaten derselben, und wodurch diese bestimmter erkannt werden als durch ihre Verschiedenheit von dem, was das Zeitalter sonst in derselben Sphäre hervorbringt? Wenn aber ein solches Tun für mehr als für den Anfang des Erkennens, wenn es für das wirkliche Erkennen gelten soll, ist es in der Tat zu den Erfindungen zu rechnen, die Sache selbst zu umgehen und dieses beides zu verbinden, den Anschein des Ernstes und Bemühens um sie und die wirkliche Ersparung desselben, – Denn die Sache Ist nicht in ihrem Zwecke erschöpft, sondern in ihrer Ausführung, noch ist das Resultat das wirkliche Ganze, sondern es zusammen mit seinem Werden; der Zweck für sich ist das unlebendige Allgemeine, wie die Tendenz das bloße Treiben, das seiner Wirklichkeit noch entbehrt, und das nackte Resultat ist der Leichnam, der die Tendenz hinter sich gelassen. – Ebenso ist die Verschiedenheit vielmehr die Grenze der Sache; sie ist da, wo die Sache aufhört, oder sie ist das, was diese nicht ist. Solche Bemühungen mit dem Zwecke oder den Resultaten sowie mit den Verschiedenheiten und Beurteilungen des einen und des anderen sind daher eine leichtere Arbeit, als sie vielleicht scheinen. Denn statt mit der Sache sich zu befassen, ist solches Tun immer über sie hinaus; statt in ihr zu verweilen und sich in ihr zu vergessen, greift solches Wissen immer nach einem Anderen und bleibt vielmehr bei sich selbst, als daß es bei der Sache ist und sich ihr hingibt. – Das leichteste ist, was Gehalt und Gediegenheit hat, zu beurteilen, schwerer, es zu fassen, das schwerste, was beides vereinigt, seine Darstellung hervorzubringen.
Conversaciones en Valencia
[3] [113] La petición o exigencia de tales explicaciones, así como la satisfacción de ella, parecen quizá contener XX3X1Hegel corrige en 1831: «podría fácilmente considerarse que contienen». lo esencial y versar sobre lo esencial. Pues ¿en qué podrían quedar más expresas las interioridades y meollo de un libro de filosofía que en los fines y en los resultados de él, y por qué medios podrían conocerse más determinadamente éstos que mediante su diferencia respecto de aquello que en la misma época se está produciendo en el mismo campo? Pero si tal proceder se lo tiene por más que por un comienzo o principio del conocimiento, si se lo considerase el conocimiento real, habría que tenerlo en realidad por uno de esos inventos con los que se suele sortear la cosa misma XX4X2Die Sache selbst, la cosa misma. Aparece por primera vez aquí, en un sentido más bien inespecifico, esta expresión, que, en un sentido cada vez más especifico, acompañará al lector casi a lo largo de todo el libro. sin llegar a abordarla, y con los que se suelen unir estas dos cosas: la apariencia de seriedad y de esfuerzo acerca de la cosa y la efectiva elusión de ello. — Pues la cosa no queda agotada en su fin, sino en su desenvolvimiento y ejecución, y tampoco el resultado es el todo real, sino que el todo real es el resultado junto con su devenir; el fin tomado por sí mismo es lo universal carente de vida, así como la tendencia es el puro empuje que todavía carece de realidad, y el desnudo resultado no es sino el cadáver que esa tendencia y empuje dejan tras de sí. — Y en lo que respecta a la diversidad [de sistemas filosóficos], ésta no es sino el límite de la cosa [lo distinto de la cosa, que ya no es la cosa]; tal diversidad empieza allí donde la cosa cesa, o la diversidad es aquello que la cosa no es. Tales esfuerzos acerca del fin o de los resultados, así como acerca de las diversidades [o diferencias] [de opinión o de sistemas filosóficos] y acerca de los enjuiciamientos tanto del fin como de los resultados, no son, por tanto, sino un trabajo mucho más superficial y ligero de lo que quizá parezca. Pues en lugar de ocuparse de la cosa, tal forma de hacer no es sino un quedar persistentemente más allá de ella, en lugar de detenerse y demorarse en ella, de olvidarse a sí mismo en ella, tal saber no hace constantemente sino echar mano de otra cosa y versar sobre otra cosa, y quizá no haga sino quedarse cabe sí mismo en lugar de demorarse en la cosa y entregarse a ella. — Lo más fácil de todo es juzgar [es decir, establecer las correspondientes distinciones] en aquello que se ofrece teniendo contenido y carácter acabado [solidez y fijeza], algo más difícil es comprenderlo, es decir, penetrar en ello, y lo más difícil de todo es lo que une ambas cosas, a saber: producir la exposición de eso que se muestra como teniendo un contenido ya fijo.
Algunas aclaraciones
XX3X = Hegel corrige en 1831: «podría fácilmente considerarse que contienen».
XX4X = Die Sache selbst, la cosa misma. Aparece por primera vez aquí, en un sentido más bien inespecifico, esta expresión, que, en un sentido cada vez más especifico, acompañará al lector casi a lo largo de todo el libro.
Conversaciones en Madrid
[3] Acaso parezca XX3X3S: «Se pasa fácilmente por estar [la exigencia de esta explicación]». que la exigencia de explicaciones de este tipo, así como la satisfacción que se le de a la misma, está afanándose por lo esencial. Lo interior de un escrito filosófico, ¿dónde iba a estar más enunciado que en los propósitos y resultados del mismo? ¿Y cómo se reconoce a éstos de modo más determinado, si no es por lo que tengan de diverso frente a otras producciones de la época en el mismo campo? Pero si hacer algo así ha de tenerse por algo más que empezar a conocer, si ha de tenerse por el conocimiento real y efectivo, tal actividad tiene que contarse, de hecho, entre los subterfugios para dar rodeos y sortear la Cosa misma, aparentando el más serio esfuerzo por alcanzarla a la vez que se evita efectivamente tal esfuerzo. — Pues la cosa no se agota en sus fines, sino en el proceso de su ejecución, ni el resultado es el todo efectivo, sino que lo es conjuntamente con su devenir; la meta, tomada para sí, es lo universal sin vida, igual que la tendencia es el mero afán que todavía carece de su realidad efectiva, y el resultado desnudo es el cadáver que la tendencia deja tras de sí. — Asimismo, la condición de ser diversa es, más bien, el límite de la cosa; está allí donde la cosa termina, o bien, es lo que ésta no es. Por eso, tales esfuerzos con la meta o con los resultados, así como en dar con lo que haya de diverso en esto y aquello, enjuiciándolo, son trabajo más fácil de lo que quizá parezca. Pues, en lugar de ocuparse de la Cosa, este hacer está siempre más allá de ella; en lugar de demorarse en ella y dentro de ella olvidarse, este saber anda siempre detrás de otro; y más bien se queda en sí mismo que está en la cosa y se entrega a ella. — Ante lo que tiene enjundia y sólida consistencia, lo más fácil es emitir juicios; más difícil es captarlo, y lo más difícil es unir las dos cosas, producir su exposición.
Algunas aclaraciones
XX3X = S: «Se pasa fácilmente por estar [la exigencia de esta explicación]».
Conversations in Washington
[3] [3]4We kept the numeration given by the editor in the printed editionThose who demand both such explanations and their satisfactions may well look as if they are really in pursuit of what is essential. Where else could the inner core of a philosophical work be better expressed than in its purposes and results, and how else could this be more determinately discerned5erkannt than by differentiating it from all the other things that this age brings out in the same sphere? However much that sort of doing is supposed to count for more than just the beginning of cognition, or if it is supposed to count as actual cognition itself, still it is in fact to be reckoned as being little more than a contrivance for avoiding what is really at stake, or as an attempt to combine the semblance of both seriousness and effort while actually sparing oneself of either seriousness or effort. – This is so because the subject matter is not exhausted in its aims; rather, it is exhaustively treated when it is worked out. Nor is the result which is reached the actual whole itself; rather, the whole is the result together with the way the result comes to be. The aim for itself is the lifeless universal in the way that the tendency of the work itself is a mere drive that still lacks actuality; the unadorned result is just the corpse that has left the tendency behind. – Likewise, differentiatedness is instead the limit of the thing at stake. It is where the thing which is at stake ceases, or it is what that thing is not. To trouble oneself with such purposes or results, or to make distinctions and pass judgments on one or the other is thus an easier task than it might seem to be. Instead of occupying itself with what is at stake, this kind of doing has always thereby gone one step beyond it. Instead of dwelling on the thing at issue and forgetting itself in it, that sort of knowing is always grasping at something else. It instead remains in being at one with itself as it is at one with the matter at issue and gives itself over to it.6bei sich selbst – The easiest thing of all is to pass judgment on what is substantial and meaningful. It is much more difficult to get a real grip on it, and what is the most difficult of all is both to grasp what unites each of them and to give a full exposition of what that is.
Conversaciones en el Atrium
Die Sache selbst
En relación a Die Sache selbst («la cosa misma»), en esta su primera aparición, rogamos al lector tener paciencia en el seguimiento del presente prólogo. El concepto se irá aclarando a lo largo del desarrollo de la propia Fenomenología del espíritu. De cualquier manera, para una mayor precisión, el propio Hegel presentará el concepto en el cap. V, C, a (vide V. Gewißheit und Wahrheit der Vernunft [V: Certeza y verdad de la razón], C. Die Individualität, welche sich an und für sich selbst reell ist [C. La individualidad que se es real en y para sí misma], a. Das geistige Tierreich und der Betrug oder die Sache selbst [a. El reino animal del espíritu y el engaño, o también: la cosa misma]).
EN CONSTRVCCION
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OFFICĪNA PHILOSOPHŌRVM ***