Gespräche in der Dämmerung 00817

Parte de:

Apéndices [Beilage] / Tres fragmentos preparatorios para el texto [Drei Fragmente aus Vorarbeiten] / C. La ciencia [C. Die Wissenschafft]

 

[Fragmento C]

Gespräche in Jena

[817] In der That aber ist uns diß Moment schon früher geworden. Es fällt auf die Seite des Selbstbewußtseyns, welche wir in der moralischen Reflexion nur in einer ihrer Bestimmungen anführten, nemlich in der, worin für das Sclbstbewußtseyn sein Wesen unmittelbar in seinem Fürsichseyn ist; die andere wäre diese, worin sein Fürsichseyn die Form des Seyns für es hat, oder worin es sich als ein Ding gefunden hat. Es erhellt daß diese Seite dem beobachtenden Bewußtseyn angehört. Seine letzte Spitze zeigte sich diese zu seyn, worin das Selbstbe wußtseyn sein Selbst in der Gestalt eines Dinges erkannte. – Diese Weise des Bewußtseyns betrachtet, wie sie unmittelbar ist ohne ihren Begriff gefaßt zu haben, ist die geistloseste, oder vielmehr sie ist das geistlose selbst. Aber nach ihrem Begriffe drükt sie den Begriff selbst aus, daß das Selbst ein Seyn, oder das Fürsichseyn, das Ansichseyn ist. So ist es der geistreichste Begriff, denn es ist der absolute Begriff selbst, oder das Selbst als unendliches gefaßt.

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Conversaciones en Valencia

[817] Pero en realidad este momento ya nos ha resultado antes. Este momento cae del lado de la autoconciencia, que nosotros en la reflexión moral sólo adujimos en una de sus determinaciones, a saber: en aquella determinación en la que para la autoconciencia su ser reside inmediatamente en su ser-para-sí [en el ser-para-sí de la autoconciencia]; el otro lado sería aquel en el que su ser-para-sí [el ser-para-sí de la autoconciencia] tiene la forma del ser-para-ella, o el lado en el que la autoconciencia se ha encontrado a sí misma como una cosa. — Está claro que tal lado pertenece a la conciencia observadora. El punto culminante de la conciencia observadora era aquel en el que la autoconciencia veía su self en forma de una cosa [o la autoconciencia se representaba su self en forma de una cosa, o reconocía su self en forma de una cosa]. — Esta forma de la conciencia considerada tal como ella inmediatamente es, sin haber ella aprehendido todavía el concepto que le corresponde, es la forma más carente de espíritu, o es lo carente de espíritu en absoluto. Pero conforme a su propio concepto [o cuando tomamos esa forma conforme a su propio concepto], ella misma está expresando el concepto de que el self es un ser [Seyn] o de que el ser-para-sí es el ser-en-sí. Y entonces ello no es sino el concepto más rico de todos, pues se trata del concepto absoluto mismo, o es el self aprehendido como infinito.

Conversaciones en Madrid

[817] Pero, de hecho, este momento ya ha llegado a ser para nosotros antes. Cae del lado de la autoconciencia, a la cual, en la reflexión moral, traíamos sólo en una de sus determinaciones, a saber, aquella en la que para la autoconciencia su esencia está inmediatamente en su ser-para-sí; la otra determinación sería aquella en la que su ser-para-sí tiene la forma del ser para ella, o en la que ella se ha encontrado a sí como una cosa. Es patente que este lado pertenece a la conciencia que observa. Su última cúspide mostró ser aquella en la que la autoconciencia conocía su sí-mismo en la figura de una cosa. — Si se considera este modo de la conciencia tal como inmediatamente es, sin haber captado su concepto, [resulta que] es el modo con menos espíritu e ingenio que hay, o mejor, la ausencia misma de espíritu. Pero, conforme a su concepto, expresa el concepto mismo de que el sí-mismo es un ser, o bien, que el ser-para-sí es el ser-en-sí. De este modo, es el concepto más rico de espíritu que hay, pues es el concepto absoluto mismo, o el sí-mismo captado como infinito.

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