Gespräche in der Dämmerung 00792

Parte de:

C. (DD.) El saber absoluto [C. (DD.) Das absolute Wissen] / VIII: El saber absoluto [VIII. Das absolute Wessen]

 

[1.3. Segunda cara de la objetualidad: el objeto deshaciéndose en self conforme a otra serie de figuras analizadas; es decir, figuras en las que resulta que ya el objeto inmediato de la conciencia, tal como éste se nos configura en los caps. I, II, III, no es sino la conciencia misma]

Gespräche in Jena

[792] Hierin ist aber das Wissen des Dinges noch nicht vollendet; es muß nicht nur nach der Unmittelbarkeit des Seins und nach der Bestimmtheit, sondern auch als Wesen oder inneres, als das Selbst gewußt werden. Dies ist in dem moralischen Selbstbewußtsein vorhanden. Dies weiß sein Wissen als die absolute Wesenheit oder das Sein schlechthin als den reinen Willen oder Wissen; es ist nichts als nur dieser Willen und Wissen; anderem kommt nur unwesentliches Sein, d.h. nicht ansichseiendes, nur seine leere Hülse zu. Insofern das moralische Bewußtsein das Dasein in seiner Weltvorstellung aus dem Selbst entläßt, nimmt es dasselbe ebensosehr wieder in sich zurück. Als Gewissen ist es endlich nicht mehr dieses noch abwechselnde Stellen und Verstellen des Daseins und des Selbsts, sondern es weiß, daß sein Dasein als solches diese reine Gewißheit seiner selbst ist; das gegenständliche Element, in welches es als handelnd sich hinausstellt, ist nichts anderes als das reine Wissen des Selbsts von sich.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Valencia

[792] Mas con esto no está todavía consumado o acabado o completo el saber de la cosa; pues la cosa tiene que ser sabida como self [como consistiendo en el self] no solamente conforme a la inmediatez del ser [certeza sensible] y conforme a la determinidad [percepción], sino también como esencia [Wesen] o como interior [entendimiento]. Y esto es lo que se hace presente [esto es lo que tenemos] en la autoconciencia moral. Ésta sabe su saber como la esencialidad absoluta, o lo que es lo mismo: el ser [Seyn] simpliciter [el ser en absoluto] ella lo sabe como la pura voluntad o el puro saber; ese ser no es nada sino esa voluntad y ese saber; a todo lo demás no le conviene el Ser [Seyn] simpliciter [no le conviene el ser en absoluto], sino sólo el ser inesencial, es decir, todo lo demás no es algo que sea en sí, sino sólo su vacía vaina [la vacía envoltura de lo que es en sí]. En cuanto la conciencia moral [moralisches Bewusstseyn], en la representación que se hace del mundo [cap. VI, C, a], representa o representaba un despedir del self a la existencia [un despedir a la cosa, un quedar despedida o echada ésta del self], resulta asimismo [cap. VI, C, b] que esa conciencia moral es un volver a tomar o un retomar o un tomar de vuelta en sí esa existencia [es decir, de retomarla en la conciencia, en el self]. Y en cuanto conciencia moral [Gewissen] [cap. VI, C, c], la conciencia moral [moralisches Bewusstseyn] deja [dejaba] de ser ese colocar y cambiar de sitio existencia y self [cap. VI, C, b], que todavía los sigue cambiando alternativamente el uno por el otro, y sabe que su existencia como tal [sein Daseyn als solches, la existencia sobre la que ella versa] es esa certeza pura de sí mismo [del self]; el elemento objetivo [o el elemento objetual] en el que esa conciencia, en cuanto agente, es decir, en cuanto actuando, se pone fuera, o se expone ahí, no es otra cosa que el puro saber o saber puro que el self tiene en sí.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en Madrid

[792] En esto, sin embargo, el saber de la cosa no se quedaba completado todavía; ella no tiene que ser sabida solamente según la inmediatez del ser y según la determinidad, sino también en cuanto esencia o interior, en cuanto sí-mismo. Éste se halla presente en la autoconciencia moral. La cual sabe su saber como la esencialidad absoluta, o bien, sabe al ser, simplemente, como voluntad pura o como saber; no es nada sino sólo esta voluntad y saber; a lo otro le toca sólo ser inesencial, es decir, ser que-no-es-en-sí, sólo su cáscara vacía. En la misma medida en que la conciencia moral, en su representación del mundo, licenciaba a la existencia respecto al sí-mismo, la volvía a retomar también dentro de sí. En cuanto certeza moral, finalmente, dejaba de ser este emplazar y disimuladamente desplazar, de modo alternativo, la existencia y el sí-mismo, y sabía, por el contrario, que su existencia en cuanto tal es esta certeza pura de sí misma; el elemento objetual en el que se emplaza a sí afuera en cuanto que actúa no es otra cosa que el saber puro del sí-mismo acerca de sí.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversations in Washington

[792] [792]1We kept the numeration given by the editor in the printed edition However, knowing the thing has not yet therein reached its completion. The thing must become known not only according to the immediacy of being and its determinateness, but also as the essence, or as the inner, as the self. This is present in moral self-consciousness. This knows its knowing as the absolute essentiality, or knows being utterly as the pure will or pure knowing. Moral self-consciousness is nothing but just this willing and this knowing; anything else corresponds to only inessential being, i.e., not being existing-in-itself but only its empty husk, inasmuch that in its representational thought of the world, moral consciousness unchains existence from the self, it just as much takes this existence back again into itself. As conscience, it finally no longer switches back and forth between taking a position, then hedging about its position, and then dissembling about existence and the self. Rather, it knows that its existence as such is this pure certainty of itself. The objective element into which it injects itself when it acts, is nothing but the self ’s pure knowing of itself.

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Siguiente párrafo

Párrafo anterior

Ir al índice

Sidebar



error: Content is protected !!