Parmenides 126a – 126c
Platonis Parmenides
126 a – 126 c
Tabla de contenidos
Παρμενίδης
[126α] Κέφαλος
ἐπειδὴ Ἀθήναζε οἴκοθεν ἐκ Κλαζομενῶν ἀφικόμεθα, κατ᾽ ἀγορὰν ἐνετύχομεν Ἀδειμάντῳ τε καὶ Γλαύκωνι: καί μου λαβόμενος τῆς χειρὸς ὁ Ἀδείμαντος, Χαῖρ᾽, ἔφη, ὦ Κέφαλε, καὶ εἴ του δέῃ τῶν τῇδε ὧν ἡμεῖς δυνατοί, φράζε.
ἀλλὰ μὲν δή, εἶπον ἐγώ, πάρειμί γε ἐπ᾽ αὐτὸ τοῦτο, δεησόμενος ὑμῶν.
λέγοις ἄν, ἔφη, τὴν δέησιν.
[126β] καὶ ἐγὼ εἶπον: τῷ ἀδελφῷ ὑμῶν τῷ ὁμομητρίῳ τί ἦν ὄνομα; οὐ γὰρ μέμνημαι. παῖς δέ που ἦν, ὅτε τὸ πρότερον ἐπεδήμησα δεῦρο ἐκ Κλαζομενῶν: πολὺς δὲ ἤδη χρόνος ἐξ ἐκείνου. τῷ μὲν γὰρ πατρί, δοκῶ, Πυριλάμπης ὄνομα.
πάνυ γε, ἔφη.
αὐτῷ δέ γε;
Ἀντιφῶν. ἀλλὰ τί μάλιστα πυνθάνῃ;
οἵδε, εἶπον ἐγώ, πολῖταί τ᾽ ἐμοί εἰσι, μάλα φιλόσοφοι, ἀκηκόασί τε ὅτι οὗτος ὁ Ἀντιφῶν Πυθοδώρῳ τινὶ Ζήνωνος [126ξ] ἑταίρῳ πολλὰ ἐντετύχηκε, καὶ τοὺς λόγους, οὕς ποτε Σωκράτης καὶ Ζήνων καὶ Παρμενίδης διελέχθησαν, πολλάκις ἀκούσας τοῦ Πυθοδώρου ἀπομνημονεύει.
ἀληθῆ, ἔφη, λέγεις.
τούτων τοίνυν, εἶπον, δεόμεθα διακοῦσαι.
ἀλλ᾽ οὐ χαλεπόν, ἔφη: μειράκιον γὰρ ὢν αὐτοὺς εὖ μάλα διεμελέτησεν, ἐπεὶ νῦν γε κατὰ τὸν πάππον τε καὶ ὁμώνυμον πρὸς ἱππικῇ τὰ πολλὰ διατρίβει. ἀλλ᾽ εἰ δεῖ, ἴωμεν παρ᾽ αὐτόν: ἄρτι γὰρ ἐνθένδε οἴκαδε οἴχεται, οἰκεῖ δὲ ἐγγὺς ἐν Μελίτῃ.
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Parménides (Caracas)
CÉFALO, ADIMANTO, GLAUCÓN, ANTIFONTE
[126 a] Cuando llegamos a Atenas, de nuestra casa en Clazomene, nos encontramos en la plaza pública con Adimanto y Glaucón. Y Adimanto, tomándome de la mano, me dijo: «Bienvenido, Céfalo; y si necesitas de algo que esté en nuestro poder, decláralo».
— Pues justamente, respondí yo, por eso mismo estoy aquí, para pedíroslo.
— Declara, pues, tu petición, replicó.
[126 b] Y dije yo entonces : «¿cómo se llamaba vuestro hermano de madre?», que no lo recuerdo. Era yo por cierto, un niño cuando vine aquí por primera vez desde Clazomene; así que hace mucho tiempo. Creo que el nombre del padre era Pirilampo.
— Perfectamente, respondió; y el de él, Antifonte. Pero ante todo, ¿qué deseas saber?
— Estos, dije yo, son conciudadanos míos, y grandemente filósofos. Han oído que Antifonte tuvo muchas oportunidades de tratarse con un cierto Pitodoro, discípulo de Zenón, y que sabe de memoria X1X1Vide infra Algunas aclaraciones X1X. los razonamientos que pasaron [126 c] en cierta ocasión entre Sócrates, Zenón y Parménides.
— Dices la verdad, respondió.
—Eso es justamente, repliqué, lo que querríamos oír.
— Pues no es nada difícil, porque, ya desde muchacho los trabajó muy bien, aunque, al presente, se ocupa lo más del tiempo en asuntos de caballos, cual su abuelo y homónimo. Si queréis, pues, vamos a donde él, que, por cierto, partió de aquí hace un momento; mas vive cerca, en Melita.
Algunas aclaraciones
X1X = «Sabe de memoria», (ἀπομνημονεύει). Adiértase la amplitud y seguridad de la memoria tanto de Antifonte como de Pitodoro, —tanto más de admirar cuanto se trataba de un diálogo largo y complicadísimo de conceptos y palabras. Se pudo, pues, transmitir de memoria desde 449 a 369. No juzguemos, pues, nosotros de este punto según la potencia de nuestras memorias. Tomamos aquí, en serio, en real, el que tal diálogo pasó entre Sócrotes, Zenón, Parménides, y entre Parménides y Aristóteles.
Además de los «poemas» (ποιήματα) menciona Sócrates a Parménides lo «escrito» (τῷ συγγράμματι, 128 a). En este diálogo lo que dice Parménides habría de incluirse entre sus obras «en prosa» y contarse entre «Fragmentos de Presocráticos», junto a sus poemas, —palabra ambigua: obras (ποίημα) en verso y obras (ποιήματα) en prosa, —diálogo (τοὐς λόγους, διελέχθησαν).
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Parménides (Madrid)
CÉFALO, ADIMANTO, GLAUCÓN, ANTIFONTE, PITODORO, SÓCRATES, ZENÓN, PARMÉNIDES, ARISTÓTELES
[126 a] Cuando llegamos a Atenas desde nuestra ciudad, Clazómenas X1X,2Vide infra Algunas aclaraciones X1X. nos encontramos en el ágora con Adimanto y Glaucón X2X.3Hermanos mayores de Platón, hijos de Perictíone y de Aristón. Interlocutores de Sócrates en la República. Adimanto me dio la mano y me dijo:
— ¡Salud, Céfalo X3X!4Vide infra Algunas aclaraciones X3X. Si necesitas algo de aquí que podamos procurarte, pídelo.
[30] — Justamente por eso —repliqué— estoy aquí, porque debo haceros un pedido.
—Dinos, entonces, qué deseas, dijo.
[126 b] — Vuestro hermanastro, por parte de madre —pregunté yo—, ¿cómo se llamaba? Pues no me acuerdo. Era un niño apenas cuando vine anteriormente aquí desde Clazómenas, y desde entonces pasó ya mucho tiempo. Su padre, creo, se llamaba Pirilarnpes X4X.5Vide infra Algunas aclaraciones X4X.
— Así es —replicó—, y él, Antifonte X5X.6Hermanastro de Platón, hijo de Perictíone y Pirilampes. No sabemos cuándo nació ni tenemos más datos de él. En este diálogo se lo presenta como un hombre ya no demasiado joven y dedicado a los caballos. Es el intermediario de la narración de la conversación, en la que no estuvo presente. Pero ¿qué es, realmente, lo que quieres saber?
— Quienes están aquí —respondí— son conciudadanos míos, cabales filósofos, y han oído decir que ese Antifonte estuvo en frecuente contacto con un tal Pitodoro X6X,7Vide infra Algunas aclaraciones X6X. allega- [31] /do de Zenón, y que se sabe de memoria la conversación [126 c] que una vez mantuvieron Sócrates, Zenón y Parménides, puesto que la oyó muchas veces de labios de Pitodoro.
— Es cierto lo que dices, dijo él.
— Esa conversación —repliqué— es, justamente, lo que queremos que nos relate en detalle X7X.8Sobre el estilo indirecto del diálogo, cf. DIÈS (p. 7-8), quien lo califica de «narración en cascadas». La fórmula completa de este doble discurso indirecto reaparece en 136 e. Platón usa esta técnica conscientemente, en contraste con la utilizada y enfatizada en el Teeteto 143 b-c.
— No es difícil —dijo—, ya que cuando era un jovencito se empeñó en aprenderla a la perfección; ahora, en cambio, tal como su abuelo y homónimo, dedica la mayor parte del tiempo a los caballos. Pero, si es preciso, vayamos por él. Acaba de marcharse de aquí rumbo a su casa, y vive cerca, en Mélite X8X.9Demo de la tribu Cecrópida; barrio de Atenas, al sudoeste de la ciudad.
Algunas aclaraciones
X1X
Ciudad jónica, en la peninsula frente a la isla de Quíos. Sin necesidad de llegar al extremo de Proclo (Com. al Parm., ed. Cousin, 660, 33 ss.) —para quien la reunión en Atenas significa la conciliación socrático-platónica de las vertientes itálica y jónica—, es probable, contra lo que dice ALLEN (p. 63), que la elección de esta ciudad como patria de Céfalo no sea accidental. Anaxágoras era natural de Clazómenas, y su discípulo Arquelao fue maestro de Sócrates. Como señala FRIEDLÄNDER (p. 191), «Platón, como la naturaleza, nada hace en vano». Sobre la importancia de la figura de Anaxágoras en el desarrollo de Platón, cf. J. WAHL, Étude sur le Parménide de Platon, París, Vrin, 1951, p. 54. Sobre el significado del lugar, tiempo, nombres y genealogías en el prólogo, cf. J. Alrivie, « Les prologues du Thééthète et du Parménide », Rev. Métaph. et Mor., 1 (1971). 6-23.
X2X
Hermanos mayores de Platón, hijos de Perictíone y de Aristón. Interlocutores de Sócrates en la República.
X3X
De este personaje sólo sabemos lo que aquí se indica: que es un distinguido y respetado ciudadano de Clazómenas, bien recibido en Atenas. No debe confundirse con el Céfalo que aparece en el libro I de la República. No se especifica dónde ni cuándo hace Céfalo su relato, ni a quiénes lo dirige. Puede suponerse que es en Clazómenas o en alguna otra ciudad jónica, poco después de su regreso de Atenas. La visita de Céfalo a Antifonte debe suponerse, como señala Proclo, después de la muerte de Sócrates. Cf. TAYLOR, p. 352; GUTHRIE, p. 35, trad. esp. p. 46; ALLEN, pág. 62.
X4X
Tío y segundo marido de Perictíone, madre de Platón. Sabemos, por alusiones de los poetas cómicos y por PLUTARCO (Pericles 13), que fue allegado de Pericles y que apoyó su política. PLATÓN lo menciona, en el Cármides 158 a, como tío materno de Cármides y dice que «ha pasado por el hombre más bello y más grande de Grecia, cada vez que iba como enviado al Gran Rey o a cualquier otro de los de Asia». Por su primer matrimonio, fue padre de Demo (cf. Gorgias 481 d). Nada sabemos de él dcspués de la batalla de Delión, en el 424 a. C. Cf. TAYLOR, p. 2.
X5X
Hermanastro de Platón, hijo de Perictíone y Pirilampes. No sabemos cuándo nació ni tenemos más datos de él. En este diálogo se lo presenta como un hombre ya no demasiado joven y dedicado a los caballos. Es el intermediario de la narración de la conversación, en la que no estuvo presente.
X6X
Según el Alcibíades, I 179 a, Pitodoro, hijo de Isóloco, tomó un curso con Zenón, junto con Calias, y pagó por él cien minas. Tanto Pitodoro como Calias fueron, más tarde, comandantes a las órdenes de Pericles. TUCÍDICES menciona a Pitodoro como reemplazante de Laques en el comando de la flota ateniense en el invierno del 426 a. C. (III 115) y señala que, más tarde, los ateniensa lo exiliaron (IV 65). En 423 a. C., Calias mandaba la armada ateniense en Potidea, y tanto Sócrates como Alcíbiades debieron de haber servido bajo sus órdenes. Según sugiere FRIEDLÄNDER (pp. 191-192), todo esto debía de estar vivo en la mente de Platón —y también, seguramente, en la de muchos atenienses— todavía en el momento en que escribió el Parménides.
X7X
Sobre el estilo indirecto del diálogo, cf. DIÈS (p. 7-8), quien lo califica de «narración en cascadas». La fórmula completa de este doble discurso indirecto reaparece en 136 e. Platón usa esta técnica conscientemente, en contraste con la utilizada y enfatizada en el Teeteto 143 b-c.
X8X
Demo de la tribu Cecrópida; barrio de Atenas, al sudoeste de la ciudad.
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Parmenides
[126a] Cephalus
When we came from our home at Clazomenae to Athens, we met Adeimantus and Glaucon in the market-place. Adeimantus took me by the hand and said, “Welcome, Cephalus if there is anything we can do for you here, let us know.”
“Why,” said I, “that is just why I am here, to ask a favour of you.”
“Tell us,” said he, “what it is.”
[126b] And I said, “What was your half-brother’s name? I don’t remember. He was only a boy when I came here from Clazomenae before and that is now a long time ago. His father’s name, I believe, was Pyrilampes.”
“Yes,” said he.
“And what is his own name?”
“Antiphon. Why do you ask?”
“These gentlemen,” I said, “are fellow-citizens of mine, who are very fond of philosophy. They have heard that this Antiphon had a good deal to do with a friend of Zeno’s named Pythodorus, that Pythodorus often repeated to him the conversation [126c] which Socrates, Zeno, and Parmenides once had together, and that he remembers it.”
“That is true,” said he.
“Well,” I said, “we should like to hear it.”
“There is no difficulty about that,” said he “for when he was a youth he studied it with great care though now he devotes most of his time to horses, like his grandfather Antiphon. If that is what you want, let us go to him. He has just gone home from here, and he lives close by in Melite.”
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