Epistula Septima Pla024

Parte de:

Epístolas platónicas / Carta VII

Ἐπιστολὴ Ζ΄ (024)

Τὸ δὴ μετὰ τοῦτο ἡ πάλαι ἐπιβουλὴ Διονυσίῳ τοῦ μὴ ἀποδοῦναι τὰ Δίωνος χρήματα ἔδοξεν ἔχθρας λόγον ἔχειν ἂν πρός με πιθανόν, καὶ πρῶτον μὲν ἐκ τῆς ἀκροπόλεως ἐκπέμπει με, εὑρὼν [349δ] πρόφασιν ὡς τὰς γυναῖκας ἐν τῷ κήπῳ, ἐν ᾧ κατῴκουν ἐγώ, δέοι θῦσαι θυσίαν τινὰ δεχήμερον: ἔξω δή με παρ᾽ Ἀρχεδήμῳ προσέταττεν τὸν χρόνον τοῦτον μεῖναι. Ὄντος δ᾽ ἐμοῦ ἐκεῖ, Θεοδότης μεταπεμψάμενός με πολλὰ περὶ τῶν τότε πραχθέντων ἠγανάκτει καὶ ἐμέμφετο Διονυσίῳ: ὁ δ᾽ ἀκούσας ὅτι παρὰ Θεοδότην εἴην εἰσεληλυθώς, πρόφασιν [349ε] αὖ ταύτην ἄλλην τῆς πρὸς ἐμὲ διαφορᾶς ποιούμενος, ἀδελφὴν τῆς πρόσθεν, πέμψας τινὰ ἠρώτα με εἰ συγγιγνοίμην ὄντως μεταπεμψαμένου με Θεοδότου. Κἀγώ, ‘παντάπασιν,’ ἔφην: ὁ δέ, ‘ἐκέλευε τοίνυν,’ ἔφη, ‘σοὶ φράζειν ὅτι καλῶς οὐδαμῇ ποιεῖς Δίωνα καὶ τοὺς Δίωνος φίλους ἀεὶ περὶ πλείονος αὐτοῦ ποιούμενος.’ Ταῦτ᾽ ἐρρήθη, καὶ οὐκέτι μετεπέμψατό με εἰς τὴν οἴκησιν πάλιν, ὡς ἤδη σαφῶς Θεοδότου μὲν ὄντος μου καὶ Ἡρακλείδου φίλου, αὐτοῦ δ᾽ ἐχθροῦ, καὶ οὐκ εὐνοεῖν ᾤετό με, ὅτι Δίωνι τὰ χρήματα ἔρρει παντελῶς. [350α] ᾬκουν δὴ τὸ μετὰ τοῦτο ἔξω τῆς ἀκροπόλεως ἐν τοῖς μισθοφόροις: προσιόντες δέ μοι ἄλλοι τε καὶ οἱ τῶν ὑπηρεσιῶν ὄντες Ἀθήνηθεν, ἐμοὶ πολῖται, ἀπήγγελλον ὅτι διαβεβλημένος εἴην ἐν τοῖς πελτασταῖς καί μοί τινες ἀπειλοῖεν, εἴ που λήψονταί με, διαφθερεῖν. Μηχανῶμαι δή τινα τοιάνδε σωτηρίαν. Πέμπω παρ᾽ Ἀρχύτην καὶ τοὺς ἄλλους φίλους εἰς Τάραντα, φράζων ἐν οἷς ὢν τυγχάνω: οἱ δὲ πρόφασίν τινα πρεσβείας πορισάμενοι παρὰ τῆς πόλεως πέμπουσιν [350β] τριακόντορόν τε καὶ Λαμίσκον αὑτῶν ἕνα, ὃς ἐλθὼν ἐδεῖτο Διονυσίου περὶ ἐμοῦ, λέγων ὅτι βουλοίμην ἀπιέναι, καὶ μηδαμῶς ἄλλως ποιεῖν. Ὁ δὲ συνωμολόγησεν καὶ ἀπέπεμψεν ἐφόδια δούς, τῶν Δίωνος δὲ χρημάτων οὔτ᾽ ἐγὼ ἔτι ἀπῄτουν οὔτε τις ἀπέδωκεν.

Perge ad sequentes caput

Redde ad prius caput

Redde ad indicem

Epístola VII (024)

Después de lo cual, la vieja intriga de Dionisio para no devolver a Dión sus bienes pareció dar una razón aceptable a la enemistad de Dionisio para conmigo. Y, primero, me sacó de la acrópolis, dando por pretexto el de que las mujeres debían hacer, durante diez días, un sacrificio [349d] en el jardín X*aX.1Dichas celebraciones se realizaban al comenzar la siembra —alrededor de octubre—, las de Deméter, y al madurar las mieses —cerca de abril— las de Core. A mí, me ordenó pasara fuera este tiempo con Arquedemo X*bX.2Arquedemo fue discípulo de Arquitas de Tarento, el científico pitagórico. Platón vivió en su casa —en Siracusa— durante algún tiempo. Vide Carta II 310b; Carta III 319a; Carta VII 339a, 349d. Estando yo allí, Teodoto me mandó a buscar; se indignó por muchas de las cosas que habían pasado y culpó de ello a Dionisio. Quien, oyendo había yo ido a donde Teodoto, hizo de ello nuevo pretexto —diferente, aunque pariente del anterior— contra mí. Envió a preguntarme si estaba con Teodoto por haberme realmente invitado él. Respondí: «Así es del todo», a lo cual el enviado replicó: [349e] «Manda, pues, te diga que de ninguna manera obras bellamente al tener siempre a Dión y a sus amigos en más que a él». Esto fue lo que se dijo. Y ya no me volvió a invitar a su casa, cual si fuera ya evidente ser yo amigo de Teodoto y Heráclides, mas, enemigo de él, pensando que no podía ser yo benévolo para con quien tan completamente había liquidado los bienes de Dión. [350a] En adelante habité con los mercenarios, fuera de la acrópolis. Vinieron a verme, además de otras personas, algunos de mis sirvientes de Atenas , conciudadanos míos. Comunicándome que se me calumniaba ante los peltastas X*cX,3Parece que los mercenarios acusaban a Platón de persuadir a Dionisio a abandonar el poder, en consecuencia ellos se quedarían sin trabajo. y que algunos amenazaban con matarme si me agarraban. Traza para salvarme: Enviar a alguien que explique a Arquitas y demás amigos de Tarento en qué situación me hallo. Pero que ellos, arreglando, con cualquier pretexto una embajada de la Ciudad, [350b] envíen barco de treinta remos, y de entre ellos a uno: a Damiseo quien, al llegar, interceda de parte mía ante Dionisio, diciéndole que querría irme, y que él no haga nada en contra. Convino en ello Dionisio, y me despidió dándome viáticos; en cuanto a los bienes de Dión, ni yo pedí algo ni nadie me dio nada.

Perge ad sequentes caput

Redde ad prius caput

Redde ad indicem

Conversaciones en el Atrium

EN CONSTRVCCION

EN CONSTRVCCION

Perge ad sequentes caput

Redde ad prius caput

Redde ad indicem

Sidebar



error: Content is protected !!