Epistula Septima Pla015
Parte de:
Epístolas platónicas / Carta VII
Tabla de contenidos
Ἐπιστολὴ Ζ΄ (015)
[340β] Ἐπειδὴ δὲ ἀφικόμην, ᾤμην τούτου πρῶτον ἔλεγχον δεῖν λαβεῖν, πότερον ὄντως εἴη Διονύσιος ἐξημμένος ὑπὸ φιλοσοφίας ὥσπερ πυρός, ἢ μάτην ὁ πολὺς οὗτος ἔλθοι λόγος Ἀθήναζε. Ἔστιν δή τις τρόπος τοῦ περὶ τὰ τοιαῦτα πεῖραν λαμβάνειν οὐκ ἀγεννὴς ἀλλ᾽ ὄντως τυράννοις πρέπων, ἄλλως τε καὶ τοῖς τῶν παρακουσμάτων μεστοῖς, ὃ δὴ κἀγὼ Διονύσιον εὐθὺς ἐλθὼν ᾐσθόμην καὶ μάλα πεπονθότα. Δεικνύναι δὴ δεῖ τοῖς τοιούτοις ὅτι ἔστι πᾶν τὸ πρᾶγμα οἷόν τε [340ξ] καὶ δι᾽ ὅσων πραγμάτων καὶ ὅσον πόνον ἔχει. Ὁ γὰρ ἀκούσας, ἐὰν μὲν ὄντως ᾖ φιλόσοφος οἰκεῖός τε καὶ ἄξιος τοῦ πράγματος θεῖος ὤν, ὁδόν τε ἡγεῖται θαυμαστὴν ἀκηκοέναι συντατέον τε εἶναι νῦν καὶ οὐ βιωτὸν ἄλλως ποιοῦντι: μετὰ τοῦτο δὴ συντείνας αὐτός τε καὶ τὸν ἡγούμενον τὴν ὁδόν, οὐκ ἀνίησιν πρὶν ἂν ἢ τέλος ἐπιθῇ πᾶσιν, ἢ λάβῃ δύναμιν ὥστε αὐτὸς αὑτὸν χωρὶς τοῦ δείξοντος δυνατὸς εἶναι ποδηγεῖν. [340δ] Ταύτῃ καὶ κατὰ ταῦτα διανοηθεὶς ὁ τοιοῦτος ζῇ, πράττων μὲν ἐν αἷστισιν ἂν ᾖ πράξεσιν, παρὰ πάντα δὲ ἀεὶ φιλοσοφίας ἐχόμενος καὶ τροφῆς τῆς καθ᾽ ἡμέραν ἥτις ἂν αὐτὸν μάλιστα εὐμαθῆ τε καὶ μνήμονα καὶ λογίζεσθαι δυνατὸν ἐν αὑτῷ νήφοντα ἀπεργάζηται: τὴν δὲ ἐναντίαν ταύτῃ μισῶν διατελεῖ. Οἱ δὲ ὄντως μὲν μὴ φιλόσοφοι, δόξαις δ᾽ ἐπικεχρωσμένοι, καθάπερ οἱ τὰ σώματα ὑπὸ τῶν ἡλίων ἐπικεκαυμένοι, ἰδόντες τε ὅσα μαθήματά ἐστιν καὶ ὁ πόνος [340ε] ἡλίκος καὶ δίαιτα ἡ καθ᾽ ἡμέραν ὡς πρέπουσα ἡ κοσμία τῷ πράγματι, χαλεπὸν ἡγησάμενοι καὶ ἀδύνατον αὑτοῖς, οὔτε δὴ [341α] ἐπιτηδεύειν δυνατοὶ γίγνονται, ἔνιοι δὲ αὐτῶν πείθουσιν αὑτοὺς ὡς ἱκανῶς ἀκηκοότες εἰσὶν τὸ ὅλον, καὶ οὐδὲν ἔτι δέονταί τινων πραγμάτων. Ἡ μὲν δὴ πεῖρα αὕτη γίγνεται ἡ σαφής τε καὶ ἀσφαλεστάτη πρὸς τοὺς τρυφῶντάς τε καὶ ἀδυνάτους διαπονεῖν, ὡς μηδέποτε βαλεῖν ἐν αἰτίᾳ τὸν δεικνύντα ἀλλ᾽ αὐτὸν αὑτόν, μὴ δυνάμενον πάντα τὰ πρόσφορα ἐπιτηδεύειν τῷ πράγματι.
Epístola VII (015)
[340b] Apenas llegado, creí que debía, ante todo, poner a prueba si Dionisio estaba realmente prendido X*X,1i. e. encendido cual por fuego, por la filosofía, o si era vano lo que se contaba en Atenas. Pues bien: hay, en estos casos, una manera —no ignoble, sino realmente adecuada respecto de tiranos— de ponerlo a prueba, especialmente con los rebosantes de cosas incidentalmente oídas; de lo que, por cierto, apenas llegado yo, noté a Dionisio grandemente afectado. A los tales hay que hacerles notar [340c] que se trata de algo total; de cuál es, mediante cuánta práctica y cuánto trabajo trae consigo. Porque quien lo oye, si, en realidad, es filósofo y capaz, por ser divino, de familiarizarse dignamente con tal asunto, tendrá por admirable camino el de escuchar, emprenderlo ya y no vivir sino para ello. Después de lo cual, haciéndose violencia a sí mismo y haciéndola a su guía en tal camino, no ceje antes de llevar todo a su término, o de tomar él mismo fuerza para, sin el [340d] guía ser capaz de conducirse. Vive el tal pensando sobre esto mismo y de esa misma manera; hace, ciertamente, lo que se hace; más, sobre todo y constantemente, está prendado por la filosofía y por ese alimento que, de día en día, lo hace, además de sobrio, en grandísimo grado buen aprendiz, memorioso y potente en razones; mientras que termina odiando lo contrario. Empero los que, en realidad, no son filósofos, sino barnizados de opiniones, algo así cual los de cuerpos [340e] requemados por el sol, viendo cuánto hay que aprender y con cuánto trabajo y que un régimen diario y ordenado es el conveniente para este negocio, tiénenlo por dificultoso e imposible para ellos; no son capaces ni de emprenderlo; [341a] mientras que algunos de ellos se persuaden a sí mismos de que han escuchado ya lo suficiente y que, en total, de nada [247] más necesitan en este negocio. Tal es, por cierto, la prueba que resulta la más declarativa y segura respecto de los licenciosos e incapaces de esfuerzo perseverante: no poder echar la culpa de esto al maestro sino a sí mismos, por impotentes de dar lo debido a tal empresa.
Conversaciones en el Atrium
EN CONSTRVCCION
EN CONSTRVCCION