Sophista 216 a – 217 a

Platonis Sophista

216 a – 217 a

Σοφιστής

[216α] Θεόδωρος

κατὰ τὴν χθὲς ὁμολογίαν, ὦ Σώκρατες, ἥκομεν αὐτοί τε κοσμίως καὶ τόνδε τινὰ ξένον ἄγομεν, τὸ μὲν γένος ἐξ Ἐλέας, ἑταῖρον δὲ τῶν ἀμφὶ Παρμενίδην καὶ Ζήνωνα ἑταίρων, μάλα δὲ ἄνδρα φιλόσοφον.

Σωκράτης

ἆρ᾽ οὖν, ὦ Θεόδωρε, οὐ ξένον ἀλλά τινα θεὸν ἄγων κατὰ τὸν Ὁμήρου λόγον λέληθας; ὅς φησιν ἄλλους [216β] τε θεοὺς τοῖς ἀνθρώποις ὁπόσοι μετέχουσιν αἰδοῦς δικαίας, καὶ δὴ καὶ τὸν ξένιον οὐχ ἥκιστα θεὸν συνοπαδὸν γιγνόμενον ὕβρεις τε καὶ εὐνομίας τῶν ἀνθρώπων καθορᾶν. τάχ᾽ οὖν ἂν καὶ σοί τις οὗτος τῶν κρειττόνων συνέποιτο, φαύλους ἡμᾶς ὄντας ἐν τοῖς λόγοις ἐποψόμενός τε καὶ ἐλέγξων, θεὸς ὤν τις ἐλεγκτικός.

Θεόδωρος

οὐχ οὗτος ὁ τρόπος, ὦ Σώκρατες, τοῦ ξένου, ἀλλὰ μετριώτερος τῶν περὶ τὰς ἔριδας ἐσπουδακότων. καί μοι δοκεῖ θεὸς μὲν ἁνὴρ οὐδαμῶς εἶναι, θεῖος μήν: πάντας [216ξ] γὰρ ἐγὼ τοὺς φιλοσόφους τοιούτους προσαγορεύω.

Σωκράτης

καὶ καλῶς γε, ὦ φίλε. τοῦτο μέντοι κινδυνεύει τὸ γένος οὐ πολύ τι ῥᾷον ὡς ἔπος εἰπεῖν εἶναι διακρίνειν ἢ τὸ τοῦ θεοῦ: πάνυ γὰρ ἇνδρες οὗτοι παντοῖοι φανταζόμενοι διὰ τὴν τῶν ἄλλων ἄγνοιαν “ἐπιστρωφῶσι πόληας”,1Hom. Od. 17.485-7 οἱ μὴ πλαστῶς ἀλλ᾽ ὄντως φιλόσοφοι, καθορῶντες ὑψόθεν τὸν τῶν κάτω βίον, καὶ τοῖς μὲν δοκοῦσιν εἶναι τοῦ μηδενὸς τίμιοι, τοῖς δ᾽ ἄξιοι τοῦ παντός: καὶ τοτὲ μὲν πολιτικοὶ [216δ] φαντάζονται, τοτὲ δὲ σοφισταί, τοτὲ δ᾽ ἔστιν οἷς δόξαν παράσχοιντ᾽ ἂν ὡς παντάπασιν ἔχοντες μανικῶς. τοῦ μέντοι ξένου ἡμῖν ἡδέως ἂν πυνθανοίμην, εἰ φίλον αὐτῷ, τί ταῦθ᾽ [217α] οἱ περὶ τὸν ἐκεῖ τόπον ἡγοῦντο καὶ ὠνόμαζον.

Θεόδωρος

τὰ ποῖα δή;

Σωκράτης

σοφιστήν, πολιτικόν, φιλόσοφον.

Θεόδωρος

τί δὲ μάλιστα καὶ τὸ ποῖόν τι περὶ αὐτῶν διαπορηθεὶς ἐρέσθαι διενοήθης;

Σωκράτης

τόδε: πότερον ἓν πάντα ταῦτα ἐνόμιζον ἢ δύο, ἢ καθάπερ τὰ ὀνόματα τρία, τρία καὶ τὰ γένη διαιρούμενοι καθ᾽ ἓν ὄνομα γένος ἑκάστῳ προσῆπτον;

Θεόδωρος

ἀλλ᾽ οὐδείς, ὡς ἐγᾦμαι, φθόνος αὐτῷ διελθεῖν αὐτά: ἢ πῶς, ὦ ξένε, λέγωμεν;

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El Sofista (Caracas)

SOFISTA

[o sobre lo Ente, Lógico]

TEODORO, SÓCRATES, EXTRANJERO ELEATA, TEETETO

[216 a] TEODORO. — Según lo convenido ayer, Sócrates, venimos puntualmente nosotros, y te traemos a un Extranjero; su linaje, de Elea; compañero de los del séquito de Parménides y Zenón, pero, sobre todo, filósofo.

SÓCRATES. — ¿Se le escapa tal vez, Teodoro, que no me traes un Extranjero, sino algún dios, a tenor de las palabras de Homero? X1X,2Homero, Odisea, Cf. IX 271; XVII 485-7. quien dice que, entre otros dioses que acompañan [216 b] a cuantos hombres participan de debida reverencia, nada menos que el dios de los extranjeros hácese su acompañante para observar las insolencias y justicias de los hombres. Tal vez, pues, éste sea uno de los grandes dioses, y te acompañe para mirarnos y refutarnos, en caso de que seamos flojos en los razonamientos, pues es un dios refutador.

TEODORO. — No es tal, Sócrates, el talante del Extranjero, sino más mesurado X2X3μετριώτερος. Sobre el valor de μετριώτερος, μέτρον, véase Clave hermenéutica I.5. que los empeñados en discusiones. Y me parece no ser, en modo alguno, dios este varón; mas sí, divino, [216 c] porque de divinos califico yo a todos los filósofos.

SÓCRATES. — Y bellamente, querido. Empero, «este linaje no resulta, por decirlo así, mucho más fácil» X3X4Vide infra Algunas aclaraciones X3X. de discernir que el de dios, porque estos varones, de variadísimas apariencias, rondan, en medio de la ignorancia de los demás, por las ciudades: digo los no fingida sino realmente filósofos, observando desde arriba la vida de los de abajo, y a algunos parécenles no dignos de nada. Empero, a otros, dignos de todo; [216 d] a veces, aparécense de políticos; a veces, de sofistas; mas a veces, darían a pensar que se portan de todo en todo cual locos. Mas de este nuestro extranjero me agradaría saber, si le place, qué es lo que los de su lugar piensan y dicen [217 a] acerca de esto:

[172] TEODORO. — ¿Acerca de que?

SÓCRATES. — Sobre sofista, político y filósofo.

TEODORO. — Acerca de ellos ¿qué es, sobre todo, lo que te desconcierta y piensas preguntar?

SÓCRATES. — Esto: si han considerado que son una sola cosa todas éstas, o que son dos o, al modo que los hombres son tres, son también tres los géneros en que las han dividido y adscrito, según cada uno de los nombres, un género a cada uno X4X.5Vide infra Algunas aclaraciones X4X.

TEODORO. — Ningún reparo, como creo, va a tener en discurrir sobre ello. ¿O cómo lo decimos, Extranjero?

Algunas aclaraciones

X1X

(216 a): Homero, Odisea, Cf. IX 271; XVII 485-7.

X2X

(216 b): Sobre el valor de μετριώτερος, μέτρον, véase Clave hermenéutica I.5.

X3X

(216 e): «Por decirlo así», ὡς ἔπος εἰπεῖν «por decirlo cual se dice», —en épica (ἔπος). Frase hecha (vide Clave hermenéutica II.3) que ayuda a dar y mantener el «tono» de añejo tradicional, genea-lógico, de un diálogo. Señalar las palabras que entran en tal «frase» es, de ordinario, cuestión de conjetura. Aquí, tal vez, las palabras γένος ῥᾷον sean las propias, a tenor del uso de γένος (tres géneros de hombres: sofista, político, filósofo), cinco géneros de eídoses (vide Clave hermenéutica III.1) de que se habla en la parte segunda del diálogo.

El adverbio ὄντως, «en realidad», es otra palabra de «tono» de la frase o diálogo; tono «onto-lógico»: de compromiso con lo real Cf. Clave hermenéutica IV.2; IV.3.

X4X

(217 a): Tarea propia o tono expreso del diálogo: definir qué es (sofista, político, filósofo; aquí, definir «qué es» sofista); διορίσασθαι σαφῶς τὶ ποτ’ ἔστιν. En rigor, δι-ορίζειν (διορίζειν) es definir (ὅρος) delimitando (δι) lo de una cosa frente a lo de los demás, los co-lindantes. Parentesco con οὐσία (vide Clave hermenéutica I.2), o propiedad privada; lo que una cosa es en sí y de por sí misma, —prescindiendo de lo común con otros, mas sin mencionar «diferencia de…», «límites co-lindantes». Así que διορίζειν es filosóficamente palabra en fase aún de «estreno»: decir «qué es» es una cosa (por dentro, en sí, intralímite) y, a la vez, decir con qué co-linda y de qué se des-linda. Colindar-y-deslindar. Definir «claramente» (σαφῶς) alude, a la vez, a definir-deslindar lo propio de lo ajeno, precisamente por co-lindante y, tal vez, a las palabras σοφός, σοφιστής.

Respecto a la frase «hecha» (filosófica ya) «qué es» (cf. Clave hermenéutica II.1; II.3). Sobre el método de des-linde (definición), por διαίρεσις se tratará, ejemplarmente, a continuación del diálogo (1ª Parte).

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El Sofista (Madrid)

TEODORO, SÓCRATES, EL EXTRANJERO DE ELEA, TEETETO

[216 a] TEODORO XX1X.6Vide infra Algunas aclaraciones XX1X. — Aquí estamos tal como corresponde, Sócrates —según habíamos acordado ayer XX2X—7Vide infra Algunas aclaraciones XX2X. y tratemos [332] además a este extranjero XX3X,8Vide infra Algunas aclaraciones XX3X. que es originario de Elea XX4X,9Vide infra Algunas aclaraciones XX4X. aunque diferente XX5X10Vide infra Algunas aclaraciones XX5X. de los compañeros XX6X11Conservamos el genitivo plural ἑταῖρον, que suele considerarse una interpolación. Cf. n. precedente. de Parménides [333] y de Zenón; este hombre, no obstante, es todo un filósofo XX7X.12Según BLUCK (p. 31), esta aclaración sugiere que cuanto dirá el Extranjero —que, según él, es un eleata «lúcido» o «reformado» (p. 32)— debe ser considerado con seriedad. Según A. DIÈS, se trata de convencer al auditorio de que el Extranjero no es un mero discutidor, representante de « la gauche zénonienne » (p. 268). Acerca de la asimilación de Zenón a la erística y a la dialéctica, cf. nuestra interpretación en Los filósofos presocráticos (B.C.G., 24), Madrid, 1979, vol. II, pp. 17-63.

SÓCRATES. — Si es así, Teodoro, en vez de un extranjero, ¿no traerás un dios, según decía Homero? Pues éste sostenía que a los hombres respetuosos de la justicia los [334] [216b] acompañan los dioses, pero es primordialmente el dios de los extranjeros quien controla tanto los excesos como la sensatez humanas XX8X.13Vide infra Algunas aclaraciones XX8X. Quizá también tú estás acompañado por uno de estos seres superiores, que, como un dios refutador, nos observará y nos contradirá ante la debilidad de nuestros argumentos.

TEODORO. — No es ésta la índole del extranjero, Sócrates, sino que es más mesurado que los expertos en discusiones. Mi opinión es que este hombre no es en absoluto un dios, [216 c] si bien es un ser divino, pues éste es el calificativo que yo otorgo a todos los filósofos.

SÓCRATES. — Y está bien, amigo mío. Pero esta especie no es más fácil de discernir, por decirlo así, que la divina; pues si bien toda esta clase de hombres tiene el aspecto [335] de «merodear por las ciudades» XX9X14Si bien esta frase es una cita textual de Od. XVII 486, en el texto homérico el sujeto son «los dioses». ¿Asimila aquí Platón los «amantes de la sabiduría» a divinidades? en medio de la ignorancia [216 d] de la gente, aquellos que son realmente —y no aparentemente— filósofos observan desde lo alto la vida de acá abajo, y así, para unos, no valen nada, mientras que para otros son dignos de todo. Algunas veces tienen el aspecto de políticos, otras de sofistas, y otras veces parecen estar completamente locos. Por esta razón, y si ello le agrada, me gustaría preguntarle al extranjero cómo los [217 a] conciben y los llaman entre los suyos.

TEODORO. — ¿A quienes?

SÓCRATES. — Al sofista, al político y al filósofo XX10X.15El planteamiento de esta trilogía, y el hecho de que Platón haya escrito dos diálogos titulados Sofista y Político, suscitó desde siempre la cuestión: ¿que ocurrió con el Filósofo? Cf., al respecto, la Introducción al Político.

TEODORO. — ¿Qué pretendes preguntar, en especial, y cuál es tu problema acerca de ellos?

SÓCRATES. — El siguiente. ¿Conciben que todos ellos son uno solo, o dos, o puesto que hay tres nombres, consideran que hay tres especies, a cada una de las cuales le corresponde un nombre?

TEODORO. — Sé que él no tendrá inconveniente en explicarlo. ¿O qué diremos, Extranjero?

Algunas aclaraciones

XX1X

Teodoro era un geómetra originario de Cirene (hoy Shahhat, en el Norte de Libia). Nada se sabe de su enseñanza, aparte de las referencias a su doctrina de las «potencias» que menciona PLATÓN en Teeteto 147 d. En H. Diels-W. Kranz (Die Fragmente der Vorsokratiker, 3 vols., Berlín, 1960-1961 [10ª ed.]), 43, hay testimonios coincidentes de Jámblico, Eudemo, Diógenes y Jenfonte. Tanto en el Teeteto como en el Sofista, Teodoro tiene la misión de presentar a los nuevos interlocutores: Teeteto, en el primer caso, y el Extranjero de Elea, en el segundo. Al comienzo del Político, Sócrates le agradece calurosamente que le haya permitido conocer a estos dos personajes (Pol. 257 a).

XX2X

La acción dramática del Sofista está situada entre la del Teeteto y la del Político. Con «ayer» se hace alusión a la cita concertda al final del Teeteto, cuando Sócrates —según el relato de Euclides de Mégara, que es el narrador del encuatro— se despide de Teeteto y de Teodoro para dirigirse al tribunal, donde deberá defenderse de la acusación presentada por Meleto. No hay referencias concretas al lugar en que se desarrolla la acción del Sofista, pero, en el Teeteto, cuando Sócrates advierte por primera vez al personaje que da título al diálogo, éste viene hacia él desde un estadio (Teet. 144 c); probablemmte, entonces, la conversación se llevara a cabo en una palestra. Según A. E. TAYLOR (Plato. The Man and his Work, Londres, 1926, p. 374), la acción tiene lugar en la primaver de 399.

XX3X

Traducimos ξένος por «extranjero», pero debe aclararse que tanto «huesped» como «visitante» hubiesen sido versiones, quizá, mas adecuadas (cf. infra la cita de Homero, y la correspondiente n. 8). R. S. BLUCK (passim) y W. K. C: GUTHRIE (A History of Greek Philosophy, vol. V, Cambridge, 1978, p. 122, n. 3, ed. esp. cit., p. 135, n. 225), entre otros autores de lengua inglesa, son partidarios de visitor.

XX4X

Elea era una colonia fundada por los focenses ca. 540 a. C . (cf. J. BÉRARD, La colonisation grecque de l’Italie Méridionale et de la Sicile dans l’Antiquité, París, 1957 [2ª ed.], p. 268; y T. J. DUNBABIN, The Western Greeks, Oxford, 1948, p. 504, lleva la fecha hasta 535) para reemplazar un antiguo enclave griego (cf. J. P. MOREL, « Sondages sur l’Acropole de Vélia. [Contribution à l’étude des premiers temps de la cité] », Par. Pass. 25 [1970], 134) situado al Norte del promontorio de Palinuro, en Lucania. Allí nacieron Parménides y Zenón, en una fecha difícil de precisar (en el caso de Parménides, casi simultáneamente con la fundación de la colonia, segun la cronología de Apolodoro, adoptada por DIÓGENES LAERCIO, IX 23; ca. 515, según la cronología que podría deducirse de los testimonios de PLATÓN en Teeteto 183 e y Parménides 127 b [cf. infra, n. 12]; y en el caso de Zenón, entre 508 y 490, según las mismas fuentes). Elea fue conocida por los latinos como Velia (nombre éste de etimología incierta, derivado probablemente de una raíz no griega), y como Castellamare della Bruca en la Edad Media, y sus ruinas se encuentran, en la actualidad, a 5 km. al Norte de Ascea.

XX5X

Varios manuscritos (entre ellos, Y, Vat. gr. 1030. un corrector de T, etc.) proponen ἕτερον (diferente, distinto), en lugar de ἑταῖρον (compañero), que tambitn tiene una sólida tradición. Ἕτερον, que había sido ya preferido por M. FICINO en su traducción latina (1483), es lección también de la editio princeps de Platón (1513), así como de la edición clásica de STEPHANUS (Ginebra, 1578). La mayor parte de los editores modernos, en cambio, han elegido ἑταῖρον, según una propuesta de J. F. FISCHER (1771), inspirada, a su vez, en la traducción latina de CORNARIUS (1561). La confusión entre ἕτερον y ἑταῖρον, que es fácilmente explicable desde el punto de vista paleográfico (ambos términos se pronuncian igual, y la técnica dd autodictado era frecuente entre los copistas), ha de haberse producido en época muy temprana, pero es muy probable que el texto original fuese ἕτερον. En efecto, una de las incógnitas del Sofista es el papel que juega el Extranjero de Elea. ¿Por qué un eleata refuta al eleatismo, al punto de cometer un parricidio? Platón —a nuestro juicio— adelantaba la solución: porque el Extranjero, aunque es originario de Elea (su posible «eleatismo» es otra cuestión —cf. infra, n. 165—), es «diferente» de los compañeros de Parménides y de Zenón.

La adopción de ἕτερον permite solucionar también dos cuestiones que quedan sin resolver —y por eso suelen ser soslayadas— en todas las versiones que aceptan ἑταῖρον: a) en primer lugar, no exige el rechazo de un segundo ἑταῖρον, en genitivo plural (cf. n. sig.), transmitido por todos los manuscritos y eliminado por FISCHER por «redundante». En efecto, si se acepta el primer ἑταῖρον, la expresión «compañero de los compañeros» es redundante (contra, cf. V. LI CARRILLO, p. 90, n. 17, quien encuentra aquí un «superlativo poético»). Según nuestra versión, en cambio, la expresión no tiene nada de redundante: «diferente de los compañeros». b) Y, en segundo lugar, permite explicar la frase fuertemente adversativa con que culmina la intervención de Teodoro: «este hombre, no obstante (δέ), es todo un filósofo». Si el Extranjero fuera un «compañero» de Parméndes y de Zenón, la frase sería inoportuna; si, en cambio, es «diferente» de ellos, la observación es pertinente. Es curioso que S. ROSEN, quien afirma que «estamos autorizados a reconoser que Platón introduce varios de los términos técnicos del Extranjero en las primeras observaciones de Sócrates» (p. 65), no haya reparado en la necesidad de conservar ἕτερον, que será el término clave del diálogo (cf. 256 d s.).

XX6X

Conservamos el genitivo plural ἑταῖρον, que suele considerarse una interpolación. Cf. n. precedente.

XX7X

Según BLUCK (p. 31), esta aclaración sugiere que cuanto dirá el Extranjero —que, según él, es un eleata «lúcido» o «reformado» (p. 32)— debe ser considerado con seriedad. Según A. DIÈS, se trata de convencer al auditorio de que el Extranjero no es un mero discutidor, representante de « la gauche zénonienne » (p. 268). Acerca de la asimilación de Zenón a la erística y a la dialéctica, cf. nuestra interpretación en Los filósofos presocráticos (B.C.G., 24), Madrid, 1979, vol. II, pp. 17-63.

XX8X

Según W. J. VERDENTUS, para respetar la cita homérica, la frase tendría que tener sentido pasivo: «lo hombres que reciben el respeto de la justicia» («Ad Soph. 216 a-b», Mnemosyne 8, [1955]). Es difícil pronunciarse al respecto, pues, de todos modos, la cita de Homero no es textual. Platón parece aludir a Od. XVII 484-487 (parte de uno de estos versos es citado literalmente en la siguiente intervención de Sócrates —cf. n. sig.): «¿Y si (el vagabundo) fuese acaso uno de los dioses del cielo? Los dioses suelen tomar el aspecto de extranjeros y, con las apariencias más diversas, merodean por las ciudades para inspeccionar la desmesura y la equidad humanas.» En un pasaje precedente, Homero había hecho referencia a Zeus, «vengador de los suplicantes y de los huéspedes, hospitalario él mismo, y acompañante de huéspedes y de la gente venerable» (Od. IX 270-1). Un eco de este pasaje reaparecerá en Leyes 730a, donde Zeus Xenios es considerado, como en Homero, protector de los suplicantes y de los huéspedes extranjeros. El respeto por el huésped no admite restricciones, y si Menelao esta seguro de que Zeus destruirá Troya es —como senala LI CARRILLO, p. 94— «porque Paris ha violado las leyes de la hospitalidad». Nos parece, en cambio, exagerada la hipótesis de P. FRIEDLAENDER, según la cual la súbita devoción por Zeus que evidencia Sócrates se debe a que, históricamente, esta próximo a ser condenado a muerte (Plato, vol. III: The Dialogues, Second and Third Periods, trad. ingl. H. MEYERHOFF, Princeton, 1970 [3ª ed.], p. 245).

XX9X

Si bien esta frase es una cita textual de Od. XVII 486, en el texto homérico el sujeto son «los dioses». ¿Asimila aquí Platón los «amantes de la sabiduría» a divinidades?

X10X

El planteamiento de esta trilogía, y el hecho de que Platón haya escrito dos diálogos titulados Sofista y Político, suscitó desde siempre la cuestión: ¿que ocurrió con el Filósofo? Cf., al respecto, la Introducción al Político.

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Sophist

[216a] Theodorus. According to our yesterday’s agreement, Socrates, we have come ourselves, as we were bound to do, and we bring also this man with us; he is a stranger from Elea, one of the followers of Parmenides and Zeno, and a real philosopher.

Socrates. Are you not unwittingly bringing, as Homer says, some god, and no mere stranger, Theodorus? He says [216b] that the gods, and especially the god of strangers, enter into companionship with men who have a share of due reverence X1X16A modified quotation from Hom. Od. 9.271; Hom. Od. 17.485-7. and that they behold the deeds, both violent and righteous X2X,17Cf. Od. 17.485-7. of mankind. So perhaps this companion of yours may be one of the higher powers, who comes to watch over and refute us because we are worthless in argument—a kind of god of refutation.

Theodorus. No, Socrates, that is not the stranger’s character; he is more reasonable than those who devote themselves to disputation. And though I do not think he is a god at all, [216c] I certainly do think he is divine, for I give that epithet to all philosophers.

Socrates. And rightly, my friend. However, I fancy it is not much easier, if I may say so, to recognize this class, than that of the gods. For these men—I mean those who are not feignedly but really philosophers—appear disguised in all sorts of shapes,1 thanks to the ignorance of the rest of mankind, and “visit the cities” X3X18Cf. Hom. Od. 17.485-7. beholding from above the life of those below, and they seem to some to be of no worth and to others to be worth everything. And sometimes they appear disguised as statesmen [216d] and sometimes as sophists, and sometimes they may give some people the impression that they are altogether mad. But I should like to ask our stranger here, if agreeable to him, what people in his country thought about these matters, [217a] and what names they used.

Theodorus. What matters do you mean?

Socrates. Sophist, statesman, philosopher.

Theodorus. What particular difficulty and what kind of difficulty in regard to them is it about which you had in mind to ask?

Socrates. It is this: Did they consider all these one, or two, or, as there are three names, did they divide them into three classes and ascribe to each a class, corresponding to a single name?

Theodorus. I think he has no objection to talking about them. What do you say, stranger?

Some Clarifications

X1X = A modified quotation from Hom. Od. 9.271; Hom. Od. 17.485-7.

X2X = Cf. Od. 17.485-7.

X3X = Cf. Hom. Od. 17.485-7.

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