Hegel über Sokrates 007
Don Jorgue Guillermo Federico sobre Sócrates
Parte de:
Lecciones de Historia de la Filosofía [Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie] / Primera parte: La Filosofía Griega [Erster Teil: Griechische Philosophie] / Sección Primera: de Tales a Aristóteles [Erster Abschnitt. Von Thales bis Aristoteles] / Capítulo 2: de los Sofistas a los Socráticos [Zweites Kapitel. Von den Sophisten bis zu den Sokratikern] / B. Sócrates [B. Philosophie des Sokrates]
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Vorlesungen im Atrium Philosophicum §7
Zunächst haben wir den Anfang seiner Lebensgeschichte zu betrachten; sein Schicksal und seine Philosophie muß als eins behandelt werden. Sokrates also, dessen Geburt ins 4. Jahr der 77. Olympiade (469 v. Chr.) fällt, war der Sohn des Sophroniskos, eines Bildhauers; seine Mutter ist Phainarete, eine Hebamme. Sein Vater hielt ihn zur Skulptur an, und es wird erzählt, daß Sokrates es in dieser Kunst weit gebracht; es wurden noch [447] spät Statuen von bekleideten Grazien, die sich in der Akropolis von Athen befanden, ihm zugeschrieben. (Nach dem Tode seines Vaters kam er in den Besitz eines kleinen Vermögens). Seine Kunst befriedigte ihn aber nicht; es gewann ihn eine große Neugierde nach der Philosophie und Liebe zu wissenschaftlichen Untersuchungen. Er trieb seine Kunst nur, um Geld zum notdürftigen Unterhalt zu gewinnen und sich auf das Studium der Wissenschaften legen zu können; und von einem Athenienser Krito wird erzählt, daß er ihn in Ansehung der Kosten unterstützt habe, um von den Meistern aller Künste unterwiesen zu werden. Neben der Ausübung seiner Kunst und besonders nachdem er diese völlig aufgegeben, las er von Werken älterer Philosophen, soviel er nur habhaft werden konnte, und hörte zugleich besonders den Anaxagoras und nach dessen Vertreibung aus Athen, zu welcher Zeit Sokrates 37 Jahr alt war, den Archelaos, der als Nachfolger des Anaxagoras angesehen wurde, außerdem noch berühmte Sophisten anderer Wissenschaften, unter anderen den Prodikos, einen berühmten Lehrer der Beredsamkeit – er erwähnt seiner mit Liebe bei Xenophon –, auch andere Lehrer in Musik, Poesie usf., und galt überhaupt für einen von allen Seiten ausgebildeten Menschen, der in allem unterrichtet war, was damals dazu nötig war.
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Praelēctiōnēs in Ātriō Philosophicō §7
Examinemos, por principio de cuentas, el comienzo de la historia de su vida. Pues su destino personal y su filosofía deben ser tratados como una unidad. Sócrates, que nació en el cuarto año de la 77ª Olimpiada (469 a. c.), era hijo de Sofronisco, escultor, y de Fenarete, comadrona. Su padre le educó en el arte de la escultura, y se cuenta que Sócrates llegó a ser un escultor bastante diestro, se le atribuyeron más tarde unas estatuas que representaban a las Gracias vestidas y que adornaban la Acrópolis de Atenas. (Tras la muerte de su padre, adquirió una pequeña fortuna). Pero este arte no satisfacía sus aspiraciones; sentía una gran pasión por la filosofía y un amor muy grande por las investigaciones científicas. Veía en la práctica de su arte simplemente el medio para ganarse el sustento, lo estrictamente indispensable para vivir y poder dedicarse, de este modo, al estudio de las ciencias. Cuéntase que un ateniense llamado Critón le ayudó a sufragar los gastos para que pudiera ser iniciado por los maestros en todas las artes. Además de ejercer su arte como escultor y, principalmente, después de terminar sus horas de trabajo, se entregaba a la lectura de todas las obras de los filósofos antiguos que podía conseguir. También escuchó las lecciones de Anaxágoras y, al ser expulsado este filósofo de Atenas (cuando Sócrates tenía aproximadamente 37 años), las de Arquelao, a quien se consideraba como continuador de Anaxágoras; aparte de las de algunos sofistas famosos dedicados a otras ciencias, entre ellas las de Pródico, famoso maestro de elocuencia, de quien Sócrates habla con gran afecto en Jenofonte (Memorab. II, cap. 1, §§ 21, 34), y de las de otros maestros de música, poesía, etc. En general, Sócrates era considerado un hombre dotado de una vasta y multiforme cultura, versado en todas las materias que por aquel entonces se consideraba necesario conocer.

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Iura
Georg Wilhelm Friedrich Hegel: Werke in zwanzig Bänden. Band 18, Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1979 [Hrsg. Eva Moldenhauer und Karl Markus Michel]
Hegel hielt die Vorlesungen insgesamt neunmal, zuerst 1805/06 in Jena, dann 1816/17 und 1817/18 in Heidelberg und von 1819 bis zu seinem Tod sechsmal in Berlin. Schon bald nach Hegels Tod wurden sie von Karl Ludwig Michelet auf der Grundlage von Vorlesungsmitschriften und handschriftlichen Notizen Hegels rekonstruiert und herausgegeben. Erstdruck in: Georg Wilhelm Friedrich Hegels Werke. Vollständige Ausgabe durch einen Verein von Freunden des Verewigten. Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie, hg. v. Karl Ludwig Michelet, Berlin 1833-1836. – Der Text folgt im wesentlichen Michelets Rekonstruktion der Vorlesungen. Eine Ausnahme bildet der erste Teil der Einleitung, der auf Johannes Hoffmeisters Edition des Manuskripts von Hegels Heidelberger Antrittsvorlesung von 1817 zurückgeht.
Hegel pronunció estas lecciones un total de nueve veces. Primero en 1805-1806 en Jena; posteriormente en 1816-1817 y 1817-1818 en Heidelberg; y, desde 1819 hasta su muerte otras seis veces en Berlín. Poco después de la muerte de Hegel, fueron reconstruidas y publicadas por Karl Ludwig Michelet basándose en las lecciones y notas del propio Hegel. Se publicó por vez primera en: Georg Wilhelm Friedrich Hegels Werke. Vollständige Ausgabe durch einen Verein von Freunden des Verewigten. Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie, Karl Ludwig Michelet (ed.), Berlin 1833-1836. El texto sigue esencialmente la reconstrucción de las lecciones que hace Michelet. Una excepción es la primera parte de la introducción, que se remonta a la edición de Johannes Hoffmeister del manuscrito de la lección inagural de Hegel en Heidelberg en 1817.
Traducción de Atrium Philosophicum de la edición referida. Tenemos delante la clásica traducción de don Wenceslao Roces de 1955 en el FCE, de la que nos reconocemos deudores, pese a sus omisiones (en algunos casos, párrafos enteros) y la necesaria actualización de la terminología hegeliana.
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